Pablo Hojas deja la luz más tenue

Protagonista y militante de la revitalización fotográfica en Cantabria, Premio Estrañi de la Asociación de la Prensa de Cantabria, se arriesgó con la primera fotogalería de la ciudad, publicó en medios nacionales e internacionales y profundizó en la importancia del retrato en su celebrada serie 'Miradas en Blanco y Negro' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, además de dirigir talleres y foros históricos como Polientes Foto de la Fundación Caja Cantabria. A última hora, a través de las redes sociales, el Gobierno de Cantabria; su vicepresidente Pablo Zuloaga; la alcaldesa de Santander, Gema Igual; y la presidenta del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga, entre otros, lamentaron el fallecimiento de Hojas, referente del fotoperiodismo y maestro de varias generaciones.

Su labor ha sido trascendental como disciplina, lenguaje, creación y gestión pero también como activismo de proyectos, promoción de colectivos y miradas ajenas. De la noticia al galerismo, del taller al hecho artístico, Hojas fue uno de los pilares de la reivindicación de la imagen en Cantabria. Pasión gráfica, fuerza expresiva e intensidad marcaron la mirada gráfica de ese fotoperiodismo que llevaba en la sangre. Sus imágenes rebosaban cuidado técnico, sabiduría humana y textura propia, fruto de una de sus máximas: poner la distancia adecuada hasta que el hecho, el protagonista y la luz pasaban a ser la materia unívoca de la noticia. La fotografía de los graves disturbios que se vivieron en Reinosa en 1987 es un claro ejemplo de su capacidad innata para contar el mundo con su cámara. Hojas, desde la primera línea de combate del periodismo gráfico, primero, mantuvo después una actividad incesante y era bien conocida su empatía y entrega para poner en pie proyectos con la imagen como factor humano. Perteneciente a una dinastía de fotógrafos, lo fueron su abuelo y su padre, alternó actualidad, publicidad, reportaje y retrato, sin descuidar nunca esa faceta de divulgador de la fotografía.

Hojas forjó la experiencia de su mirada mamando la óptica, perspectiva y ojo público de sus referentes y mayores, empezando por su padre, Pablo Hojas Llama, y sumando una personalidad visual y una capacidad singular tanto para el retrato como para el documento y la noticia. El respeto a su trabajo quedó reflejado enla unánime elogio al gran maestro, al genio de la instantánea informativa e impulsor de una de las escuelas de fotoperiodismo más importantes y reconocidas de España. El Premio Estrañi, de hecho, reconoció una trayectoria profesional impresionante y la calidad humana de un enamorado de su profesión.

El fotógrafo santanderino, que se arriesgó con la primera fotogalería de Santander, publicó en medios nacionales, especialmente El País, e internacionales y dirigió talleres y foros, caso de Polientes Foto, que tuvo lugar durante una década a través de la Fundación Caja Cantabria. Impulsó la creación de Espacio Imagen y construyó un proyecto personal como sus retratos en el Palacio de la Magdalena, esas inconfundibles y vivas 'Miradas en Blanco y Negro' de la UIMP.