«No hace falta sufrir más para crear mejor»
La cultura desde dentro ·
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El artista cántabro, galardonado con el premio Guerlain, apela a la reflexión y la solidaridadA Juan Uslé (Santander, 1954) el confinamiento le ha cogido trabajando en su estudio de Nueva York, donde también recibó la noticia de la concesión del prestigioso Premio de Dibujo 2020 de la Fundación Daniel y Florence Guerlain, tal como avanzó El Diario. El artista ... cántabro, tras ser distinguido por los descendientes de la conocida casa de perfumes que también donaron hace ocho años al Centro Pompidou un fondo con cerca de 1.200 piezas, recuerda su vínculo estrecho con el dibujo.
- Se pensó suspender el premio, aunque al final se dijo que su concesión era ahora una forma de apoyar a los artistas.
- Puede parecer fácil desde mi posición aplaudir esa idea, pero pienso que ha sido acertada. Ahora hay que evitar los contactos, pero no se pueden suspender y menos olvidar las actividades artísticas. El arte no hace ruido, no contamina, sino que favorece el pensamiento, la reflexión y el debate.
- ¿Qué supone este premio en su trayectoria?
- No sabría cómo valorar que el premiado sea yo, ni los criterios del jurado. Los artistas nunca hacemos las obras esperando premios. Al crear únicamente mantenemos la esperanza de que la obra llegue a alguien y le aporte. Esa es la esperanza.
- Llegó a la pintura y a la abstracción a través del dibujo.
- Sí, el dibujo es un acto de expresión primario y directo, germinal, junto con el gesto, el movimiento y la voz. Todos dibujamos para comunicarnos, para hacernos entender, para idear la construcción de cualquier cosa. Yo he crecido siempre acompañado del dibujo, que me ha servido para entender un poco mejor las cosas del mundo. Quizás en el dibujo todo aflora de modo espontáneo y la idea puede fluir de un modo más directo.
- ¿Ese dibujo es un trabajo preparatorio?
- No sabría qué responder, aunque imagino que se habrá tenido en cuenta no solo un dibujo sino una actitud o un cuerpo de obras. No suelo hacer dibujos previos, pero sí marco unas pautas. Hago pruebas, ensayos para ver y pensar mejor cómo resolver zonas que no discurren. Pero el proceso es determinante en mi obra. Cuando viajo es bastante habitual que incluya una carpeta con un grupo de notas que comencé en el estudio.
- ¿Cómo vive estos días terribles en Nueva York?
- Rutinariamente, tratando de mantener la calma, aunque es cierto que habitamos ahora otro paisaje y uno se siente desposeído de muchas cosas. Para nosotros, que solemos pasar muchas horas solos y encerrados en el estudio, esta situación es más llevadera. El encierro es una costumbre habitual del artista, aunque pesa bastante la idea de la reclusión forzada.
- Pero la situación también es muy grave en el mundo del arte.
-Sí, el mundo se ha parado y el arte cancelado. De repente se han suspendido un montón de proyectos. Es difícil creer que todo eso que estaba maduro como resultado de mucho tiempo de trabajo se cancele. Habrá que esperar e intentar trabajar ahora con los medios y recursos que nos depara este limbo.
- A veces ha dicho que la abstracción se nutre de la vida misma. ¿Cuál es ahora su inspiración?
- Sí, nunca he compartido del todo la idea de una abstracción pura que evita cualquier referencia a la naturaleza o al paisaje de la vida. Yo reivindico esa contaminación vital. Estos días trato sobre todo de reflexionar, de permanecer en calma, de transmitir optimismo, de compartir fuerza y buen rollo. Reconozco que no es fácil mirar cada mañana por la ventana y ver que la calle sigue vacía. Me he acordado mucho de Buñuel y los surrealistas; tengo a ratos la sensación de estar viviendo en una película. A veces, al observar el radical vacío pienso que quizás 'El ángel exterminador' sea yo mismo. Y entonces me giro, dejo la ventana, sonrío y busco los colores. La incertidumbre del arte se ve ahora unida a la incertidumbre de la vida. Pero sueño, trabajo y me digo a mí mismo que ya que no podemos salir y disfrutar de esta espléndida primavera, fabriquemos nuestra propia primavera dentro.
- ¿Quiere decir que en estos tiempos hay que imaginar la vida exterior desde un mundo interior?
- No creo que sea necesario sufrir de más para crear mejor, pero es cierto que el arte siempre ha respondido en los momentos de crisis y desesperanza social. La inquietud y el desasosiego son compañeros habituales del arte. Soy muy consciente de las prioridades y de lo importante que es ahora luchar contra la pandemia, pero el arte, la música y todo lo que ayude a fortalecer el espíritu son imprescindibles en estos momentos. Hace falta ahora, más que nunca, ser creativos, impulsando y fomentando la cultura y la higiene interior, una labor y un deber de los responsables políticos.
- ¿Habrá muchos cambios después de esta crisis?
- Va a ser difícil cambiar ciertos hábitos, dejar de depender de tantas estupideces rentables a un sistema tan perverso y desviado, únicamente centrado y dirigido hacia el consumo, política de puro capitalismo. Estamos demasiado manipulados y nuestros valores, nuestro sentido del gusto y el disfrute están muy mediatizados. Debemos pensar en las cosas realmente importantes e intentar recuperar valores aletargados. Las personas normales están dando ahora lecciones de sensatez, humildad y solidaridad. Espero que la reflexión y la solidaridad, que son dos cosas necesarias para sobrellevar estos momentos, continúen creciendo cuando todo esto termine.
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