Un festival para desnudar lo cotidiano

El tedio y la rutina de las relaciones de pareja, la soledad de los mayores, los amores difíciles... La escena como geografía de búsqueda y hábitat para mostrar inquietudes y diseccionar preocupaciones y problemas. Y una combinación de lenguajes, entre el teatro y la danza, conforman el microcosmos del 'Indifest'. Veterana propuesta de referencia, desde el próximo fin de semana y durante un mes, dará cabida en Santander a una gran diversidad de historias, representaciones y retratos de lo cotidiano. Del 3 de febrero al 3 de marzo, esta decimocuarta edición del Festival de Teatro y Danza Independiente 'Indifest' reunirá a cinco compañías de reconocido prestigio, cuatro nacionales y una internacional, para mostrar los problemas y las preocupaciones de la sociedad actual a través de varios relatos.

Perfiles como los de Palmira y Jenaro, un matrimonio de jubilados que se resiste a abandonar su casa; Antón, un joven que se sube a un ciruelo para declamar la insignificancia de la vida; o historias como el complicado cuento de amor entre una costurera y un tipógrafo en Uruguay, en los sesenta.

Cinco compañías, cuatro nacionales y una internacional, presentarán sus propuestas. Todos los espectáculos se podrán ver en la sede de la compañía en Isaac Peral, a partir de las 20 horas. Las entradas se pueden adquirir en taquilla, una hora antes de cada obra, y en la web. Esther Velategui, una de las artífices de Escena Miriñaque, la compañía que organiza este ciclo con el apoyo de Santander Creativa, cree que «el teatro independiente tiene que reflejar los problemas de la sociedad y por eso, precisamente los montajes que presentamos este año abordan cuestiones como el paso del tiempo, la complejidad de las relaciones, el vacío, la pérdida de identidad o la tristeza».

Después de catorce años, Velategui cree que «el 'Indifest' es un proyecto necesario e importante porque acerca a la ciudadanía espectáculos de vanguardia a los que, de otro modo, resultaría más difícil acceder». La iniciativa ha ido creciendo e incorporando nuevas actividades. El festival, por el que pasaron unas 350 personas en 2018, arrancará el próximo domingo, día 3, con la compañía Ultramarinos de Lucas, que nació en Guadalajara en 1994 y entre otros reconocimientos, recibió el Premio Nacional de Artes Escénicas en 2015. Recalan en Santander para representar 'Nada', una producción para la que han trabajado con el Teatro de la Abadía en Madrid basada en la novela homónima de Janne Teller, en la que tres actores y una actriz interpretan a dieciocho personajes. Ya el domingo 10, la programación continuará con 'Felicidad', el sexto montaje de la compañía Tenemos gato con el que se convirtieron en finalistas a los premios Max 2018.

En esta comedia de noventa minutos plantean una reflexión teatral sobre los intentos fallidos de ser feliz en la madurez. La danza se asoma al festival a partir del día 17 de la mano de la compañía que dirige Inés Narváez Arróspide, Esta intérprete y coreógrafa presentará la pieza 'Y quizás sonría', un trabajo de luces y sombras acerca de la memoria, el recuerdo y la tristeza. Una semana después, la compañía Perigallo Teatro mostrará al público 'Espacio disponible', una comedia lúcida y actual que reivindica el poder de las cosas aparentemente inútiles pero hermosas. El Indifest culminará con la obra 'Lo que mi mamá quería a mi papá', un monólogo del uruguayo Franklin Rodríguez, el 2 y el 3 de marzo. Además, esos días, este actor, dramaturgo y profesor de trayectoria internacional, impartirá el taller 'Guía de dramaturgia para tiempos actuales'. La entrada general tiene un precio de diez euros, siete para estudiantes o personas en desempleo y seis para alumnos de Escena Miriñaque y suscriptores de El Diario. Este año, como actividad paralela al festival, se plantará en la sala 'El árbol de los pensamientos', «una instalación con la que pretenden recopilar de forma anónima, las opiniones y sensaciones de los espectadores».