Carlos Hipólito

Actor

«Al final, lo que más emociona al público del teatro son las buenas historias»

-El próximo sábado recibirá el Premio Duende Zahorí. He contado cuantos galardones ha recibido en su trayectoria y superan los cuarenta. Entre ellos, varios Max, la Medalla de Oro al Mérito de Bellas Arte, ocho veces el de la Unión de Actores, un Valle Inclán... ¿Hace más ilusión cuando el premio lo conceden los espectadores de un teatro como en esta ocasión?

-Estoy encantado de recibir este premio al que tengo una gran consideración porque por el Teatro Concha de Espina de Torrelavega pasan muy buenas compañías y muy buenos intérpretes, así que el hecho del que el público me haya elegido a mí es muy emocionante.

-¿Ha cambiado mucho el público desde su debut?

-El público se va renovando, pero básicamente nos seguimos emocionando por las mismas cosas. Y lo digo en primera persona porque yo también formo parte del público teatral. Al final lo que nos emociona son las buenas historias, las que nos hacen pensar, así que te diría que el público no ha cambiado especialmente o al menos yo no lo noto. Lo que sí es cierto es que hay épocas en las que está más entregado y otras menos. Depende un poco de las situaciones. Pasamos una época muy mala con todo lo de la pandemia, pero luego volvió a las salas con un carácter casi militante y para mí eso fue muy emocionante. Sigo notando el mismo calor de la gente y la misma ilusión en las caras que están sentadas en el patio de la sala de butacas antes de que empiece la función.

-Además recibe este premio por la obra 'Burro' de la que dijo cuando pasó por el Palacio de Festivales que es muy especial para usted. ¿Le parece que el público también la siente así?

-Sí, sí. Además en 'Burro' no hay cuarta pared y me dirijo directamente a los espectadores desde el escenario. Les miro a la cara y eso me permite percibir sus gestos y sus ganas de pasar un buen rato y luego a media que va transcurriendo la función he notado en todos los sitios en los que la he representado como se van entregando y se van dejando influenciar por la enorme carga poética que tiene este texto. Así que me hace mucha ilusión que este premio me lo den coincidiendo con esta obra.

-Es un monólogo y a usted siempre le ha gustado compartir escenario. ¿Se encuentra muy solo?

-No porque aunque es verdad que el espectáculo tiene estructura de monólogo, estoy acompañado en escena por tres músicos extraordinarios que tocan en directo y que además, como dos de ellos son actores, me acompañan en algunas escenas. Afortunadamente no estoy solo, no, y su ayuda además es enorme. Son buenísimos.

-Los textos que interpreta en esta obra son grandes clásicos de la literatura española. Ahora que está tan de moda la Inteligencia Artificial, ¿cree que acabará con la literatura tal y como la conocemos ahora?

-Sinceramente creo que no. Me imagino que lo único que puede hacer es almacenar datos, aunque sean millones y millones y mezclarlos por tanto nada de lo que se cree con esa herramienta será original y tampoco tendrá la chispa de un autor, de un creador, la Inteligencia Artificial nunca la tendrá por mucho que se avance en ella.

-En marzo vuelve a Santander, al Palacio de Festivales y con un estreno además.

-Así es. A finales de febrero acabamos la gira de 'Burro', después de 14 meses de vida y 140 funciones que nos ha llevado a 80 ciudades y antes de que acabemos, la semana que viene ya comienzo a ensayar esa nueva obra 'Música para Hitler' que, efectivamente, estrenamos en el Palacio de Festivales.

-De alguna manera y en sentido figurado pasa de los rebuznos de los burros más famosos de la literatura a los de Hitler.

-No tienen nada que ver estas dos obras. 'Música para Hitler' también es un texto hermoso escrito por Juan Carlos Rubio y Yolanda García Serrano. Yo interpreto el personaje de Pau Casals, el gran violonchelista que se convirtió en una estrella internacional y que fue un hombre muy militante de izquierdas en el sentido de que se manifestó siempre de una manera muy clara respecto a su ideología. Se exilió al sur de Francia tras el triunfo de Franco. En esta obra se habla de un suceso real que le ocurrió precisamente cuando vivía en Francia y entraron las tropas nazis. Un oficial de las SS se presentó en su casa para invitarle a tocar para Hilter en un acto que se había organizado para gloria del Tercer Reich y él se negó a hacerlo. Es una función muy bonita. Pero no tiene nada que ver con lo que cuento en 'Burro'. Es como dar un salto mortal.

-Tengo la sensación de que le encantan esas piruetas

-(Ríe) Es que imagínate pasé de hacer el personaje de Josef K en 'El Proceso' de Kafka a hacer 'Burro' y de esta a hacer de Pau Casals así que estoy dando unos saltos tremendos, pero efectivamente eso es lo que más me gusta de este oficio, cambiar lo más posible.

-Y hablando del oficio. No sé si en este año le veremos en cine o televisión.

-Ahora voy a rodar un capítulo para la segunda temporada de la serie de 'Atasco' y eso es lo que tengo previsto hacer, de momento, en audiovisual. Bueno también se estrenará, aunque no sé exactamente en que mes, una película que rodé este año pasado: 'La bala' que está dirigida por Carlos Iglesias. Pero la verdad es que sigo muy centrado en el teatro que es mi pasión.