El pasado 31 de julio Fernando Savater (San Sebastián, 1947) adelantaba en Santander, durante su participación en los Martes Literarios de la UIMP, algunos detalles del que iba a ser su nuevo libro 'La peor parte. Memorias de amor', dedicado a su mujer Sara Torres, ... fallecida en el año 2015. Este miércoles llegará a Santander para presentarlo durante un acto que tendrá lugar en el Ateneo y que organiza el Aula de Cultura de El Diario Montañés. Se trata de una obra en el que la pérdida, la ausencia, el derecho o no al olvido conviven con la lucha, el sexo, las bromas y las complicidades. Un libro que, según asegura, será el último que publique.
-De 'La peor parte' su editorial dice que no es una autobiografía aunque contiene lo mejor y lo peor que le ha pasado en su vida. ¿Cómo lo definiría usted?
- 'La peor parte' es un libro de memorias y de recuerdos de la vida con mi mujer Sara Torres. Un libro que recoge cómo nos encontramos, cómo vivimos, su enfermedad final y cómo murió.
«Escribir nunca ha sido mi vida. Lo que realmente me apasiona es leer»
-¿Qué es más difícil escribir sobre lo peor de su vida o sobre lo mejor ahora que ya lo ha perdido?
-El libro se titula 'La peor parte' porque aunque lo que se cuenta en él es la mejor parte de mi vida y los años maravillosos que pasé con Sara, escribirlo, sin embargo, ha sido lo peor que me ha pasado. La peor parte de mi vida. He tenido que escribir sobre algo perdido y también hablo sobre la mejor parte de mi vida, que por desgracia al darla por perdida se ha convertido en lo peor.
-En la obra comparte experiencias personales. ¿No le da algo de pudor?
-Realmente si me causara algún pudor no hubiera escrito este libro. Me parecía absurdo hacerlo si no hubiera tenido intención de contar cosas de mi vida. Tampoco creo que haya en este libro algún exhibicionismo, no está hecho con esa intención y ni siquiera con la de escandalizar a nadie. Soy más pudoroso respecto a ella, respecto a Sara, que es la protagonista. Además creo que no se debe tener miedo a contar cosas que son verdad.
-¿Le sorprende la gran acogida que está teniendo hasta el momento?
-Es agradable que un libro como este, especialmente intimo y personal esté teniendo esta acogida. Uno piensa siempre cuando presenta una obra que aunque para mí es interesantísima igual no le interesa a nadie más. Así que en ese sentido el eco que está teniendo sí que resulta muy sorprendente. De todos los libros que he publicado en los últimos años, quizás no ha habido ninguno tan bien recibido como este.
-Tras la muerte de un ser querido se produce una situación de duelo. ¿Hay tantos duelos como personas?
-No soy un teórico del duelo y el libro, al menos esa es mi intención, no trata de mis penas ni de como me encuentro ahora. Es un libro sobre Sara. Sobre su vida, sobre lo que hizo y también sobre sus luchas y como se abrió paso en la vida. También refleja el tándem que formamos los dos todo el tiempo que estuvimos juntos. Nuestras vivencias, nuestras luchas políticas. No sé cómo vivirán el duelo otras personas. Yo sólo he vivido este.
-¿Alguna vez pensó que sería tan duro?
-No. Pero la verdad es que nunca pensé que esto iba a ocurrirme. Nunca pensé que fuera Sara la que moriría primero, mi preocupación más bien estaba centrada en no morirme yo y dejarla en una mala situación. Que fuera ella la que me dejara a mí ha sido mucho peor de lo que pensaba.
-¿Y cuántas veces le han dicho eso de que el tiempo todo lo cura?
-Uf. Muchísimas. Desde el principio e incluso antes de que ocurriera ese fatal desenlace y siempre me pareció una majadería. Es como si a alguien que tiene un accidente de moto y pierde una pierna se le dice que no se preocupe que con el tiempo le saldrá otra. El tiempo cura tan pocas cosas como el espacio. No es un bálsamo.
-Desde el principio del libro asegura que es el último. ¿Sigue pensando lo mismo después de esta gran acogida?
-Sí, sí. No voy a volver a escribir más, pero tampoco he tenido nunca una gran vocación por hacerlo. Escribir no ha sido nunca mi vida. Lo he hecho porque formaba parte de mi trabajo y también porque me ha permitido ganarme la vida. Pero no tengo ninguna necesidad intima de escribir. Lo que no puedo es vivir sin leer. Eso si forma parte de mi vida. Pero escribir no. Eso no quita que presente algún articulito que pueda calmarme algún ansia. Pero ponerme a escribir otro libro no. Siempre lo he vivido como una cosa trabajosa y cansada. Créame si le digo que no volver a publicar no me supone ningún trauma ni ningún esfuerzo.
-De 'La peor parte' ha llamado mucho la atención cuando recuerda la vinculación de su mujer con el terrorismo.
-Es cierto que cuando tenía 17 años, en la época de la Dictadura, Sara estuvo en ETA como otros muchos. Hay un gran grupo de personas que lo hicieron y que posteriormente han ocupado puestos relevantes para la sociedad y que han luchado contra el terrorismo como Mario Onaindia, Teo Uriarte o Jon Juaristi. Hay un gran grupo de personas que conocieron el terrorismo porque se dedicaron a defender la democracia hasta que llegó. Sara militó en ETA cuando había dictadura y cuando llegó la democracia lo dejó. y además ha sido muy crítica con ella.
-Más de medio siglo después ¿sigue haciendo falta defender la democracia?
-Siempre. La democracia no es una cosa establecida que una vez conseguida se pueda poner el piloto automático. Hay que tener en cuenta que la democracia es un instrumento para conseguir cosas. Para conseguir libertades y poder luchar contra males sociales. Es una herramienta que hay que emplear y que defender siempre ante posibles agresiones.
-¿La situación que se vive en Cataluña es una amenaza para nuestra democracia?
-Sí, ahora mismo tenemos en Cataluña un proceso en marcha en contra de la democracia de este país, aunque esté más o menos disimulado.
-Se habla mucho de política y de economía y muy poco de amor. ¿No le parece que no se le da la importancia que tiene hasta que no lo perdemos?
-No sé los demás, pero yo le doy muchísima importancia al amor. Entiendo que es una cosa interior y que es difícil que en los titulares de un periódico aparezca una noticia sobre el amor de alguien, aunque para uno mismo siempre será mucho más importante que la mayor parte de las cosas que se cuenten en las páginas de ese diario.
-¿Y qué va a hacer ahora? ¿Cuáles son sus proyectos inmediatos?
-Propiamente ahora no estoy viviendo, simplemente sobrevivo. Así que no tengo ningún proyecto. Vivo tratando de superar la tristeza. Leo, escucho música, veo películas... No hago nada ni tengo ningún objetivo especial. Doy por cerrada la etapa más activa de mi vida y el resto lo pasaré sobreviviendo.
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