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Unos días antes del inicio de la 72 edición del Festival Internacional de Santander (FIS), su directora Valentina Granados explicaba a El Diario Montañés que la programación buscaba recuperar las raíces clásicas, las de las grandes obras de nuestro repertorio con la idea de ... que el público recuperase el hábito de acudir a los conciertos. Así, el pasado día 5 comenzó un programa en el que Beethoven ha marcado un buen número de compases desde el concierto inaugural, con la interpretación de la 'Novena Sinfonía' -posiblemente la obra más conocida del genio de Bonn- a cargo de la Rotterdams Philharmonisch Orkest bajo la dirección del israelí Lahav Shani, hasta la clausura, en la noche de ayer con la que también es más que probable sea una de las más desconocidas, la 'Primera Sinfonía' con la Deutsche Kammerphilarmonie Bremen en el escenario. Y los espectadores -más de un 90% del aforo- respondieron con su asistencia a un concierto con el que, en palabras de la Dirección del Festival, culmina el retorno de público a la Sala Argenta. Las cifras de asistencia, y en un primer balance a falta de los datos definitivos, parece darle la razón a la directora. El FIS estima un claro incremento de la ocupación en la Sala Argenta y del número total de espectadores que han sido cerca de 24.000, -el año pasado fueron 22.000-, incluyendo los que asistieron a los dos espectáculos ofrecidos en el Centro Botín.
El Festival también celebra los tres llenos absolutos registrados en esta edición, el primero, el mismo día de la inauguración con la Rotterdams Philharmonisch. El segundo de los llenos llegó con la danza, en concreto con la representación de 'El lago de los cisnes' a cargo del Ballet Preljocaj. La Sala Argenta se volvió a llenar el día 14 para escuchar al tenor Juan Diego Flórez acompañado por la Oviedo Filarmonia. Además, una gran parte de los conciertos, superaron el 70% del aforo, lo que hace que el FIS recibiera una media de 900 espectadores al día.
Anoche se cerraba así una edición «de la que nos sentimos muy contentos por la excelente respuesta del público», según expuso Valentina Granados. «Ha sido emocionante volver a ver llena la sala Argenta una y otra vez, y comprobar cómo los asistentes han disfrutado de los espectáculos programados, porque así nos lo han trasmitido tanto con los aplausos como por los comentarios que personalmente he recibido», añadió.
«El objetivo de recuperación de normalidad se ha completado así en 2023, después de tres años de excepcional complicación no solo para las representaciones, incluso para la propia planificación de la programación», resumió.
En cuanto al concierto de clausura, dirigido por el israelí Omer Meir Wellber, incluyó además la 'Misa Nelson' (Misa in angustiis Hob. XII/11) de Franz Joseph Haydn, con la participación de la Coral Andra Mari, dirigida por Andoni Sierra y, como solistas, la soprano estadounidense Heidi Stober; la mezzo-soprano italiana Cecilia Molinari; el tenor del Tirol Martin Mitterrutzner, y su compatriota el bajo vienés Stefan Cerny.
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