Paso de Marías por Cantabria: Del foro 'Lecciones y Maestros' de la UIMP a la Tribuna Literaria de Caja Cantabria

No obstante en 2007 el autor de 'Todas las almas' regresaba a la ciudad para presentar un libro significativo en su carrera, en un espacio fuera de la instiuciónde La Magdalena. El narrador y académico presentó su obra en la Tribuna Literaria de Caja Cantabria, que vivía un periodo de gran actividad y resonancia mediática. A lo largo de ocho años, Marías había trabajado en uno de los más ambiciosos proyectos de la literatura española de las últimas décadas, 'Tu rostro mañana' que, con Veneno y sombra y adiós', alcanzaba la tercera y última parte de su trilogía.En esa comparecencia el escritor se mostró aliviado por su finalización y algo triste por abandonar una ficción que le mantuvo ocupado una etapa tan larga de su vida.

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Pero la referencia por excelencia del paso de Marías por Cantabria se concretó en el exitoso foro 'Lecciones y maestros' que se celebró en 2008 en la Torre de Don Borja de Santillana del Mar, café literario que reunió a Mario Vargas Llosa y Arturo Pérez-Reverte junto al autor de 'Los dominios del lobo'. Unas sesiones que tuvieron su colofón en el Paraninfo de la Magdalena ante el público. Un encuentro, en torno a la identidad de la literatura iberoamericana, lgada al 75 aniversario de la institución académica, bajo el mandato del rector Salvador Ordóñez. El autor de 'Mañana en la batalla piensa en mí' se sirvió de la figura de su bisabuelo cubano y el eco de una maldición familiar para reivindicar «el filtro de la imaginación» como una de las «claves de la literatura». Javier Marías recurrió en aquellas jornadas a las raíces familiares, apeló a los recuerdos y se regodeó en el territorio fértil de las mujeres como verdaderas garantes y casi únicas de la transmisión de lo sucedido e inventado, para abordar una radiografía reflexiva, a veces irónica, siempre lúcida y caudalosa en sus juicios sobre los mundos entrecruzados, deformados o mezclados de la realidad y la ficción.

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De Marías ya se subrayaba entonces que era «un eslabón esencial de la renovación de la narrativa española de las últimas décadas». Elide Pittarello, catedrática de la Universidad de Venecia, trazó la cartografía de «analogías» a través de personajes, novelas, procedimientos y ejes de la narrativa del autor de «'Tu rostro mañana'»; y críticos y estudiosos como Jordi Gracia, Manuel Rodríguez Rivero y Fernando Valls recorrieron la narrativa de Marías. Una obra plagada de resonancias literarias, de homenajes y reminiscencias de tradiciones literarias muy diversas, de «personajes que habitan un espacio de posibilidades a medio camino entre la realidad y lo que es simplemente verosímil, un espacio de provisionalidad donde lo imaginado consigue ascender al territorio de lo real y determinarlo de forma inevitable».

Javier Marías se preguntó por qué uno dedica tantas horas a escribir. «Por qué uno las emplea en escribir invenciones o fabulaciones; por qué, en fin, cuando uno toma elementos prestados de la realidad no se limita a contarlos tal como fueron, o los hechos como sucedieron, sino que se los atribuye a personajes que no han existido y los mezcla o los inserta en una historia eminentemente, como si quisiera diluir lo acontecido o contagiarlo de ficción».