El fotógrafo santanderino José Luis Arauna fallece a los 91 años

Los cambios sociales, los acontecimientos, los personajes, el pulso periodístico se reflejan en la huella gráfica de este profesional que hace cinco años realizó una importante donación de su fondo al Centro de Documentación de la Imagen de Santander. El fotoperiodista ya fue protagonista de referencia durante el año de conmemoración del incendio de Santander, en su 75 aniversario.

Sus imágenes y las de su padre, el reportero gráfico de El Diario, Joaquín Arauna (1903-1965), centraron buena parte de la publicación que el CDIS y El Diario editaron con motivo de la efeméride de ese hito histórico. Una aportación que estuvo acompañada por fotografías inéditas y que contó con el testimonio personal de José Luis Arauna. El profesional gráfico, para quien la fotografía era «como un veneno que se mete dentro y ya no se suelta», formó parte, junto a su padre, de esa extensa nómina de testigos gráficos a lo largo del siglo XX. Fotógrafos como Angel de la Hoz y Pablo Hojas Llama, que también están vinculados al CDIS desde su creación, Pablo Hojas (hijo) y los integrantes de la Asociación profesional hoy en activo.

En el caso de José Luis Arauna La Gaceta del Norte, la Hoja del Lunes, El Diario, como colaborador, Europa Press... formaron parte de su hoja de ruta configurada por noticias, testimonios y exclusivas. Su donación, más de 4.000 nuevas fotografías de la ciudad, incorporaron al CDIS lo que es hoy el Fondo Fotográfico Joaquín y José Luis Arauna.

El fotoperiodista santanderino, el segundo que dona sus imágenes al CDIS –el primero fue Hojas Llama–, entregó fotos centradas principalmente en temas vinculados con Santander y realizadas durante los años en los que ejerció como fotógrafo de prensa para La Gaceta y la agencia Europa Press.

El pasado año la historia reciente de Santander, bajo la mirada de Joaquín y José Luis Arauna, quedó reflejada en la exposición que celebró en sus salas el CDIS. Más de 50 imágenes captadas por padre e hijo, desde 1925 y 1973, respectivamente, y que forman parte de ese Fondo donado al Centro. En paralelo editaron un libro catálogo diseñado por Daniel Rubio, nieto del fotógrafo fallecido hoy,

Arauna, como su padre, también abordó numerosos trabajos documentales de fotografía médica. Ambos ejercieron en el Hospital Valdecilla la labor gráfica destinada a documentar los trabajos de investigación de los médicos y plasmar en imágenes la vida y la historia del hospital. Su mirada forma parte ya de la fecunda historia del fotoperiodismo de Cantabria. Arauna, redactor gráfico con especial sensibilidad y depurada técnica, se inició en la fotografía a los 11 años ayudando a su padre en el laboratorio, precisamente durante el incendio de 1941.En 1956 inició la titularidad de fotógrafo en la Casa Salud Valdecilla en sustitución de su padre. En prensa, tras algunas colaboraciones en El Diario, ingresó en la delegación en Cantabria de La Gaceta del Norte en 1963 donde permaneció hasta su cierre en 1981.