![La Fundación Bruno Alonso reúne obras inéditas en la muestra del centenario del pintor Ángel Medina](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/10/27/99279796-U2201624784351DPI--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
![La Fundación Bruno Alonso reúne obras inéditas en la muestra del centenario del pintor Ángel Medina](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/10/27/99279796-U2201624784351DPI--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Un joven Ángel Medina, en el histórico retrato generacional de Ángel de la Hoz, tiene algo de marinero en tierra, pero también de explorador a través de una mirada que parece ausente y escudriña lo invisible. El pintor de Ampuero, nacido hace ahora un ... siglo y fallecido en 2009, paradójicamente se dedicó inicialmente a la escultura. Por ello, lo objetual y tridimensional subyace en su posterior obra pictórica, entre la búsqueda de profundidad y un espíritu de libertad y distanciamiento respecto a todo lo que pudiera significar encasillamiento. Ahora para celebrar su centenario la Fundación Bruno Alonso, que en otras ocasiones ha reivindicado su legado, inaugura hoy una exposición con fondos de colecciones particulares en la que no faltan obras inéditas. El pintor, uno de esos referentes sumergidos en el mar de la cultura santanderina que despuntó desde los cincuenta, fue uno de los artistas más personales y que sembraron mayor personalidad en los caminos de la creación. Su pintura enérgica y vital, es rescatada de nuevo por la Fundación, a cuyo frente se halla Luis Salcines, que reúne un conjunto de obras de colecciones particulares. Del artista y su colorista obra destaca una significativa sentencia de José María Moreno Galván: «No se toma demasiado en serio como pintor, pero toma rigurosamente en serio la pintura».
La Fundación Bruno Alonso celebra esta exposición dentro de la línea de recuerdo de artistas de largo recorrido, ya fallecidos. En este caso, al cumplirse cien años de su nacimiento se reúnen estas obras, entre las que no falta la huella de su escultura, integradas en una programación artística que combina las muestras de creadores jóvenes con el recuerdo y homenaje a los que han tenido una trayectoria más larga. En ese sentido, se inscriben las dedicadas a modo de homenaje a Miguel Vázquez, Cecilio Fernández Testón, Enrique González, Rufino Ceballos, Mauro Muriedas y Jesús Otero.
Dos citas han precedido a esta recuperación. Antes de la pandemia, con motivo del décimo aniversaro de la muerte del pintor, tras un periodo de silencio y olvido, la propia Fundación reunió una decena de óleos de gran formato y una escultura pertenecientes a varias etapas de su trayectoria. De la serie dedicada a objetos del desván, con una carga entre sentimental y poética, a su poderoso expresionismo colorista. Y hace apenas dos años, un corpus de 33 obras que abarcaba la mayor parte de etapas y temáticas creativas del artista, desde los años 50 a los 90, configuraron la muestra que exhibió la Sala del Antiguo Ayuntamiento de Laredo. En su larga trayectoria artística realizó múltiples exhibiciones desde su primera individual en la histórica Sala Sur de Manuel Arce en 1953, galería a la que estuvo muy vinculado exponiendo en varias ocasiones. Asimismo mantuvo estrechos vínculos artísticos con la galería Kreisler Dos de Madrid. Sus últimas muestras fueron en la galería Cervantes de Santander. El espacio expositivo de Francisco Revilla fue el auténtico valedor de su obra y el que sostuvo la proyección y el pulso público del artista.
Su generación, a la que él llamaba «del bache», incluye artistas como César Montaña, Martín Chirino, Julio Castro de la Gándara, Demetrio Gascón, o Gloria Merino, entre otros. Su trayectoria puede estructurarse en ciclos de unos cinco años de duración cada uno, que alumbraron sus pinturas de sillas, objetos del desván, copas, mujeres y flores, desguaces, seres humanos en el agua, o toreros....
En 1995, el antiguo Museo de Bellas Artes santanderino acogió la gran muestra, cerca de la antológica, de la pintura de Medina al reunir más de cuarenta obras que representaban creaciones desde 1950 a lienzos de los noventa. Una suerte de «ensayo autobiográfico», con un Medina en primera y tercera persona, completaba con un cuaderno de arte la exhibición de sus obras.
Tras la cita con Medina, la Fundación ultima una excepcional exposición del legado de Ricardo Bernardo, proyecto bajo comisariado de Esther López Sobrado. Esta muestra se inaugurará el 12 de noviembre. En esa fecha se cumplen 84 años del fallecimiento del pintor (Solares, 1897-Marsella, 1940) en el exilio francés. Entonces no recibió reconocimiento alguno en su tierra natal que le había ensalzado, cuando era muy joven, como «el Pereda del lienzo». López Sobrado subraya que desde su fallecimiento, pocas han sido las ocasiones en las que su figura y obra se han mostrado al público cántabro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.