Secciones
Servicios
Destacamos
Una evocación. Un centenario. Un vínculo de memoria, imaginativo, poético. Y una velada para fundir y compartir públicamente estas referencias en el tiempo. La figura y la huella de José de Ciria y Escalante regresa a través de la Fundación Gerardo Diego. Bajo el epígrafe ' ... Reflector en sombra. Un monólogo póstumo de José de Ciria y Escalante', concebido por Santiago Mazarrasa, la nueva velada impulsada por la Fundación tendrá su puesta de largo el próximo jueves, día 21, a las 19.30 horas en la sala Casyc-UP de la Fundación Caja Cantabria.
Para recordar al poeta santanderino José de Ciria y Escalante (Santander, 1903-Madrid, 1924), a los cien años de su muerte, la Fundación Gerardo Diego ha organizado esta nueva cita literaria inspirada en su vida y obra. El monólogo póstumo ha sido imaginado y escrito por Santiago Mazarrasa y será interpretado por el actor Jorge Prieto. Durante el proceso de creación de esta obra, Mazarrasa ha recurrido a abundante bibliografía especializada sobre el ultraísmo y las vanguardias: ficciones (El movimiento V. P. de Rafael Cansinos Assens), antologías poéticas ('Las cosas se han roto' de Juan Manuel Bonet) y ediciones facsimilares de las revistas Ultra, Grecia y Reflector, con el objetivo de ser fiel al espíritu que animó una renovación estética.
Acto 'Un monólogo póstumo de José de Ciria y Escalante'. Escrito por Santiago Mazarrasa. Velada literaria. Jueves, 21. A las 19.30 horas. Sala Casyc Up Fundación Caja Cantabria.
En datos. Texto Santiago Mazarrasa. Dirección: Lucía Alvear. Interpretación: Jorge Prieto. Visuales:Marina Alonso. Organiza: Fundación Gerardo Diego.
«Una muerte temprana es, siempre y para cualquiera, una mala noticia. ¿Y para el poeta? ¿No deja una muerte precoz todo talento intacto? Sí, pero también toda ambición estéril». En el Centenario, el poeta recibe en su habitación del Palace la ansiada visita del público. «Si vienen a celebrarlo, no lo sabe, porque él, cien años después de muerto, aún espera el reconocimiento que cree merecer. Ante esta última oportunidad, Ciria se arma de memoria y de poemas para convencer al público, quizás para convencerse a sí mismo, de que existe un sitio para él en la historia de la poesía española». Sin embargo, se encuentra con dos obstáculos infranqueables: «Su escasa obra y su muerte temprana, que lo enfrentan sin remedio con la maldición de una fama perdida y una inmortalidad anónima». El poeta propone «una reflexión típicamente literaria», aquella que confronta las aspiraciones, el talento y la juventud, con los miedos de quien, en palabras de sus célebres amigos en un homenaje póstumo, gozó «de una mente despierta, de una mano delicada, de un corazón generoso», según expresa Mazarrasa.
Amigo de Gerardo Diego, los dos poetas se conocieron en su primera juventud en su Santander natal y ambos fueron los responsables de traer a la ciudad las fórmulas literarias más avanzadas del momento. En 1920 Ciria fue director del primer y único número de la revista internacional de literatura, arte y crítica, Reflector. En 1921 participó en las dos veladas ultraístas celebradas en Madrid. Publicó sus poemas en las revistas de vanguardia Grecia y Ultra. Gerardo Diego le dedicó la sección 'Epigramas' de su libro Imagen (1922). Falleció en junio de 1924 a causa de un ataque de tifus. Federico García Lorca evocó su figura en una elegía. Diego, además, le dedicó el libro 'Manual de espumas', obra que acaba también de cumplir cien años.
u
u
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.