Ruscalleda reabre Sant Pau en clave informal el próximo 1 de julio

«No le llamaremos restaurante, sino cocina, porque los fogones son lo único que se mantiene intacto respecto al anterior Sant Pau», explican Carme Ruscalleda y Raül Balam. La que llegó a ser la cocinera con más estrellas Michelin del mundo y su hijo han pasado este martes por el Congreso de Gastronomía, Mujeres y Medio Rural Féminas que se celebra en Asturias para contar algunos detalles de su próximo proyecto. Si en 2018 Ruscalleda sorprendió a propios y extraños al anunciar que cerraba su buque insignia, ahora es su hijo el que se pone a los mandos de la casa familiar para recuperar Sant Pau en un tono diferente.

Abrirá «si o si» el viernes 1 de julio, una fecha simbólica para la familia, «porque fue el 1 de julio de 1988, también viernes, cuando abrió por primera vez Sant Pau». El espacio ha sido sometido a una profunda remodelación -respetando eso sí su esplendida cocina acristalada- para ajustarlo a la idea de negocio que han ido madurando en los últimos años los Balam Ruscalleda. En realidad Cuina Sant Pau «será más parecido al proyecto que pensaron mis padres en los 80 que al tres estrellas que llegó a ser cuando cerró», explica Raül. Un espacio dedicado a la cocina de producto de la región del Maresme, «muy pendiente de las estaciones y de la temporada», sin menú degustación, con platos pensados para disfrutar compartiendo y donde el precio no sea una barrera.

Un escaparate para el agro de esta comarca costera de Barcelona que Ruscalleda ha conseguido llevar por el mundo gracias a su posición privilegiada en la gastronomía internacional. De hecho, aunque hace cuatro años cerrara el restaurante de su tierra, la chef sigue al frente de sus restaurantes en Barcelona y Tokio, donde da rienda a su creatividad a través de menús temáticos inspirados en las especias, grandes musicales o los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU. «Nos gusta contar historias a través de la gastronomía», presumen madre e hijo.

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