«Aún hay mucha gente que no visita exposiciones por si no las entienden»

- 'Mírame!' ¿Ese título es una invitación o una provocación?

-Es una invitación a mirar y también a que te miren porque está llena de rostros que también te van a observar. Se trata de una muestra que examina el género del retrato en el arte contemporáneo que está compuesta por 36 obras que exponen diferentes estrategias de representación en función de la imagen humana.

-Entre los autores hay algunas 'joyas' como una pintura de Jean Michel Basquiat.

-Así es. Se trata de la pintura de una máscara muy especial, pero hay muchas más joyas, como la serie de la artista norteamericana Roni Hort que se compone de 36 imágenes de un payaso blanco. La verdad es que me cuesta elegir entre unas u otras obras porque creo que todas son muy interesantes. También hay unas esculturas hiperrealistas de Stefan Hablützel que son tan reales que crean un sentimiento de extrañeza.

-¿De alguna forma todos estas obras podrían ser un retrato de la sociedad en la que vivimos?

-Exactamente. Además tienen una cosa importante en común: No son retratos de personas conocidas. Se podría decir que con estas obras los artistas hacen una especie de ensayo sobre el género abordando distintos temas. Nosotros los hemos reunido para esta exposición y resaltan más los rostros, pero también tratan otros temas. Por ejemplo, la muestra se inicia con una pintura de Marlene Dumas ('El profeta') que en realidad es una obra bastante política porque es un personaje que parece que nos está dando la bienvenida abriendo su chaqueta y en realidad es una imagen que el artista cogió de un periódico y que retrataba a una persona saliendo de un hospital psiquiátrico en Bagdad. Hay artistas que se interesan por la anonimidad del retrato mientras que otros desarticulan roles sociales y abordan la problemática que entraña la representación de la identidad.

-¿Cómo surgió la idea de reunir estos retratos en una misma muestra?

-La Fundación La Caixa tiene 1.040 obras y es tan variada que sus temas son inagotables, pero nos dimos cuenta de que había bastantes retratos y que podíamos hacer una exposición interesante que examinara ese concepto. Cuando la Fundación Enaire nos invitó y vimos el espacio de las Naves de Gamazo enseguida pensamos que esa idea quedaría fantástica en estas salas. Ha sido, está siendo, una colaboración maravillosa. Estamos muy contentos con el resultado y con todo el proceso.

-Las colecciones privadas se han abierto un hueco muy importante en el panorama expositivo. ¿El siglo XXI es el siglo de los coleccionistas?

-Sí. Aunque siempre han estado ahí, es cierto que de pronto se han destacado las colecciones. La Fundación La Caixa comenzó a coleccionar a principios de los años ochenta cuando no había museos de arte contemporáneo en este país. De hecho fue de las primeras en hacer una colección de arte contemporáneo internacional. Durante la pandemia las colecciones han salido más a la palestra porque aunque los museos han echado mano de sus propios fondos, que ya era hora, cada vez se valoran más las exposiciones temporales y con las colecciones se pueden hacer muestras de este tipo muy interesantes. De hecho, nosotros itineramos muchísimo nuestras obras. Hemos hecho 200 exposiciones desde que creamos esta colección. Pero no solamente en España, también en el extranjero. La pandemia nos cogió con una exposición en Londres. Es una colección que está muy solicitada en todas las partes del mundo.

-¿Cree que la pandemia va a cambiar el mundo del arte?

-Sí, por ejemplo en lo que respecta a los viajes. La pandemia, nos ha hecho ver todos los problemas medioambientales, la crisis climática, la huella de carbono y ahora transportar obras en aviones es algo que nos cuestionamos mucho más.

-Decía que hasta los años ochenta en España no había un lugar para exponer arte contemporáneo. ¿Por fin se está valorando como se debiera?

-No. Falta mucho. Es cierto que en los últimos años se ha avanzado mucho y se valora más, pero en este país especialmente falta mucho y si no, basta con mirar los números de visitas; las de arte clásico siempre tienen muchas más. Eso es algo que nosotros notamos en la Fundación La Caixa, que tenemos las dos líneas. Mucha gente sigue sin acudir a ver exposiciones de arte contemporáneo porque les ha calado ese mensaje de que no se entiende y nada más lejos de la realidad. Por ejemplo esta muestra, '¡Mírame!', los mensajes de los artistas y las obras se comprenden perfectamente. El retrato es el género artístico más antiguo, todo el mundo sabe lo que es. También te digo que todo es empezar, porque los que se animan a visitar estas obras y conocer estas propuestas acaban siendo fieles. Hay muchas personas entusiasmadas con las obras de los nuevos artistas.

-Cuando Picasso pintó 'Las señoritas de Avignon' también había mucha gente que decía que no se entendían.

-Sí y Van Gogh solo vendió un cuadro en su vida.

-Entre los creadores de esta exposición hay muchas mujeres. ¿Ya se codean con igualdad con los artistas hombres?

-Ha sido casualidad porque nosotros no trabajamos con cuotas, pero en esta exposición la nómina de artistas es paritaria: ocho y ocho. También hay que reconocer que a las mujeres les ha interesado mucho más que a los hombres trabajar sobre la identidad, que es el tema de esta muestra. En nuestra colección todavía hay muchos más hombres, pero a la hora de hacer compras tenemos muy en cuenta los trabajos de las mujeres, que por otro lado cada vez es más visible. No hay más que ver que en la última Bienal de Venecia todo eran mujeres.

-¿Desde fuera cómo ve el panorama artístico de Cantabria?

-Parece que se está animando bastante. Estas Naves de Gamazo y el trabajo de la Fundación Enaire es un gran proyecto que dará muchos frutos, pero hay otros planes bien interesantes que hacen que esta comunidad se esté convirtiendo en un lugar muy importante para el arte contemporáneo.