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La relación entre el arte y la naturaleza se ha vuelto cada vez más confusa. Ya no sabemos que se entiende por naturaleza. «Hay un ... paso extraño en el que el arte y la naturaleza se mezclan de lo que los ingleses denominan 'still life'(vida detenida) y nosotros llamamos directamente 'naturaleza muerta'. En ese acercamiento a la naturaleza, característico del bodegón, hay algo de entomológico, de disección, de botánico, así como de sorprendente interacción entre la mirada del arte y la de la ciencia». La reflexión es de Miguel Cereceda, comisario de una exposición colectiva que lleva por título 'Vida silenciosa' y que se compone de las obras de siete artistas, uno de ellos la cántabra Gloria Pereda (Santander, 1966). Y es que, tal y como señala Cereceda: « Nos interesa la naturaleza que se encuentra ahora más bien en el jardín, en el estanque o incluso en el balcón y en las macetas, y hasta esas otras formas vegetales que apenas sobreviven en jarrones, vasos y botellas. Esa vida callada y silenciosa que nos acompaña y a la que podríamos llamar 'paisaje de interior', que va de la naturaleza viva a la que hemos dado en llamar 'naturaleza muerta'. Pero también nos interesa acercarnos a la naturaleza de las cosas, a esas botellas y jarrones, a esas vasijas. A lo que podríamos denominar la vida secreta de las cosas». La idea por tanto es recuperar de algún modo el calor perdido de las cosas, acercándonos a su vida secreta. ¿Y cuál es la aportación de la artista cántabra? «Sus representaciones de montañas, indica Cereceda, suelen aparecer atravesadas por andamios o escaleras. Pero es curioso que un procedimiento pictórico semejante le sirve para presentar naturalezas muertas, con cosas tales como coladores, recipientes o botellas. También estos aparecen pintados sobre estructuras reticulares de fondo, que funcionan al modo de manteles. Sus cazuelas parecen así cobrar vida sobre el papel, como si ejecutasen una pequeña danza, mientras que sus vasos y botellas conmemoran también la vida espiritual (o tal vez tan solo espirituosa) que alguna vez llevaron dentro, en forma de coloridas burbujas. Vida silenciosa».
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, Gloria Pereda completó su formación en la Akademie der Bildenden Künste de Munich. En los 90 inició su trayectoria expositiva con el Grupo Antozoo, y, desde entonces, participa en numerosos proyectos expositivos, individuales y colectivos, nacionales o internacionales en diferentes espacios artísticos de Alemania, Eslovenia, Italia, Argentina, México, Estados Unidos, Polonia o Bélgica.
'Vida silenciosa'. Con la participación de Gloria Pereda, Marta Barrenechea, Montserrat Gómez-Osuna, José María Lillo, Coro López-Izquierdo, Aníbal Merlo y Guillermo Summers. Comisario Miguel Cereceda.
Galería Mados. C/Conde de Xiquena, 12. Madrid
Fechas Se podrá visitar hasta el día 10 de febrero.
Sus últimas comparecencias individuales han sido en 2021, 'De tal palo tal astilla', en la sala Mauro Muriedas de Torrelavega, y 'Still Alive', en Artesantander 2021. En 2022 protagonizó una gran muestra individual en el Centro Cívico de Tabacalera con el título de 'Colonizar el espacio'. Ese mismo año expuso 'Vigilantes' en la Galería Espiral de Noja.
Ahora en Madrid comparte exposición con otros seis artistas bien distintos tal y como se puede apreciar en sus propuestas. Marta Barrenechea quien dice que a ella le interesan los paisajes cuando aparecen, como en las camisas de palmeras o en las mesas de plástico que imitan la madera, rememorados o recordados en las cosas. Otra es Montserrat Gómez-Osuna. Pinta cuencos, vasijas, recipientes y botellas, pero en su caso estos presentan una doble particularidad. Por un lado, se trata de las vasijas elaboradas, esmaltadas y cocidas por la propia creadora en su taller, de modo que los jarrones, platos y cuencos formados a partir del barro adquieren una segunda vida, al convertirse en objetos de la representación pictórica.
Aníbal Merlo, por su parte, es un artista que ha trabajado mucho en torno a la idea del jardín. Toda su obra gusta de coquetear con las formas sinuosas vegetales. Trabaja tanto con la escultura, como con la pintura y la fotografía, como Coro López-Izquierdo quien vive muy cerca de La Granja de San Ildefonso por lo que uno de sus paisajes favoritos son los jardines de ese palacio. Pero el modo de presentar la imagen, repartida en el interior de una cuadrícula geométrica, tal vez alude a un intento de racionalizar y de domesticar un poco un espacio exterior que quiere ser interiorizado. Es curioso que sea el mismo procedimiento utilizado por Guillermo Summers para pintar un árbol. También él descompone la imagen, dibujada en una estructura reticular, diferenciada en nueve cuadros diferentes. Y por último, expone en esta muestra José María Lillo. Su 'Níspero de Jesús Pobre', un retrato dibujado de un árbol de jardín, trata de acercarse a una naturaleza humanizada.
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