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La santanderina Berna González Harbour dice sentir la misma sensación que la que sienten los trapecistas «cuando superan el triple salto mortal». El pasado ... viernes recibió en Gijón el premio Premio Dashiell Hammett a la mejor novela negra en español por 'El sueño de la razón', un galardón que considera «el top» de los premios de este tipo de novelas y que le llega apenas unos días después de que se hayan vendido los derechos de su primera novela, 'Verano en rojo' para hacer una película de la que ya está escribiendo el guión. «Así que no puedo estar más contenta», asegura desde Santander donde permanece estos días.
González Herbour ha sido premiada por la que es la cuarta entrega de su serie policiaca protagonizada por la comisaria Ruiz justo cuando está inmersa en la escritura de otra narración bien distinta y en la que prescinden de su protagonista. «Es una novela corta centrada en el deterioro del periodismo, en el periodismo del espectáculo que, por desgracia, estamos viviendo. Una novela no muy extensa que estoy acabando ya», señala. Un tema del que, sin duda, puede escribir con conocimiento pues compagina la escritura de sus novelas como periodista, una profesión que lleva por bandera y que defiende en distintos foros. «Y luego volveré a recuperar a mi comisaria María Ruiz», asegura refiriéndose a su personaje, protagonista precisamente de 'El sueño de la razón'. Un personaje que, durante la saga -es es la cuarta entrega- ha evolucionado al tiempo que ella misma lo ha hecho como escritora. «Al principio, en 'Verano en rojo' era mucho más rígida. Una policía que quería ser perfecta y cumplir con todas las reglas y que con el tiempo se ha ido haciendo más humana y más recursiva», reconoce la cántabra.
Gijón, y su Semana de Novela Negra fue, precisamente el marco elegido por Berna González Harbour para presentar esta novela. Es una muestra a la que la autora tiene especial cariño y por eso considera que «es un sueño» recibir el premio que, además lleva el nombre de uno de los autores referentes en este género. «Hammett y Chandler pertenecen a esa escuela de escritores norteamericanos que no sólo nos han dejado una forma de escribir, sino también una forma de pensar». Ellos, según explica, «han dejado los cánones escritos y consolidaron el género como una forma de retrato social, de denuncia a la vez que entretenimiento. «Nuestra tarea ahora es romper esos cánones. Innovar, romper los límites y avanzar».
Para ello, las pautas que esta escritora pasan, en primer lugar «por retratar mi tiempo. Un autor no puede verse bloqueado por los anteriores escritores porque aquellos reflejaron sus choques y sus conflictos. Su propio tiempo. No es lo mismo el Londres del siglo XIX que el Madrid del XXI. Eso implica el manejo de otras herramientas de investigación como las tecnológicas», indica. Además a la hora de plantear una novela González Harbour también intenta reflejar «las desesperanzas propias de este tiempo. El mundo ahora y gracias al poder que te da la tecnología es mucho más complejo que el que vivieron Chandler y Hammett».
Otra forma de romper los límites con sus predecesores de novela negra es «intentando trabar diversas tramas en un sólo libro» y por ello, en la novela premiada maneja tiempos históricos distintos. «Se desarrolla en la época actual, pero también en la de Goya. Y eso implica tener más platillos en movimiento y, sobre todo, poder mantenerlos en movimiento a la vez».
«Espero que no tardéis tantos años en dar este premio a una mujer» dijo el jueves a los organizadores de la Semana Negra cuando le entregaron el galardón. ¿La novela ya es cosa de mujeres? se le pregunta. «En realidad siempre lo ha sido. No hay que olvidar a Patricia Highsmith, que para mi es la gran maestra, y por supuesto a Agatha Christie, entre otras. Siempre ha habido muchas autoras y buenísimas. Otra cosa es que los circuitos institucionales transcurren en entornos muy masculinos y, como en toda la sociedad ha costado mucho que acepten que ahora somas muchas mujeres escribiendo».
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