Gruber explora en Sianoja las decisiones de carácter creativo

El foro Sianoja prosigue y crece mientras sus artistas invitados este año mantienen su pulso creativo. Su proceso artístico continuará hasta el próximo día 15 al que seguirá la exhibición de las obras. Pese al conflicto con el Ayuntamiento Sianoja celebra una edición intensa en actividades y en su programa cultural paralelo. Hoy lunes llega el turno del artista santanderino Eduardo Gruber que intervendrá con la ponencia '37 pasos y 7 pasos más', una reflexión, apoyada en imágenes, sobre el porqué de las decisiones creativas tomadas en el estudio del pintor, «en un contexto de intimidad y a la vez de contienda». La cita tendrá lugar hoy a las 19.30 horas en el hotel Torre Cristina de Noja, nueva sede del encuentro.

Pintor pero también escritor, escultor y escenógrafo, indagará sobre lo oculto en el proceso de creación, un misterio que, como tal, «tiene mucho que ver con la decisión de encaminarse siempre hacia lo desconocido, una duda e incertidumbre que es, según Gruber, la base de la creación y sobre la que este creador ha tratado en numerosas ocasiones», como en la exposición titulada 'El buscador de oro' en 2013 en la que hablaba metafóricamente de las búsquedas y hallazgos del pintor en el estudio.

Dice Gruber, aún sabiendo que la elección es importante, y uno selecciona entre todo un universo personal, «mi experiencia, los sedimentos que ésta ha ido dejando en mi memoria, las lecturas o conversaciones la influencia de lo que me rodea en el estudio, por mi ojo o mi pensamiento, incluso por mi mano, todo ello se mezcla, se superpone, pero no termina de explicar algunos de los pasos que espontáneamente surgen. Ese es el misterio en el camino hacia lo desconocido que marca mi trabajo».

Gruber (Santander, 1949) es conocido fundamentalmente como pintor, grabador y dibujante, pero es además novelista, autor entre otras de 'El devorador íntimo' (Desvelo Ediciones).

El artista realizó su primera exposición en 1970 en Santander, donde presentó óleos de pequeño formato del paisaje urbano de la ciudad. Desde entonces sumergido en una continua búsqueda, que le hace afrontar cada nueva etapa de creación con la intensidad de una primera o última vez, ha recorrido casi todas las vías expresivas en arte plástico: dibujo, grabado, óleo, collage, instalaciones, escultura, pasando por el hiperrealismo, la abstracción, el surrealismo y hasta la realización de decorados.

En 1993 recibe el Premio Nacional de Escenografía 'Ciudad de Oviedo' por los decorados y vestuario de la ópera 'Der Freischüz' de Carl Maria Von Weber, que dirigió Pilar Miró.

En su última muestra en el Palacete del Embarcadero, 'Purgatorio', reunió dibujos, collages, acuarelas y una escultura; piezas con diferentes técnicas pero con la conexión de ser parte de la serie llamada 'Garaje Gesamtkunstwerk', la palabra que habla de la ópera como una obra de arte total y que ha estado de alguna manera siempre presente en su quehacer.

Gruber, uno de los artistas más relevantes de su generación, tiene en su haber el Premio Internacional de Dibujo 'Luis Morales' (1974) y el IV Premio 'Blanco y Negro' (1976). Sus trabajos han sido expuestos en el MAS, las galerías Sur Siboney, Aele, Estampa ferias como ARCO, Art Cologne, Basilea; o la galería Artline de La Haya.

Su última comparecencia se ha celebrado este invierno en Bilbao donde presentó su muestra '5.7. lo oculto' en la galería Juan Manuel Lumbreras.