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Gloria Torner (Arija, Burgos, 1934) se levanta cada día a las siete de la mañana para ver el amanecer y ese trozo de la bahía de Santander que se ve desde la ventana de su casa, en el Paseo de Canalejas, y que tantas veces ... ha pintado. Ayer, lunes, se presentaba oficialmente el que va a ser su año artístico. Una importante exposición itinerante que ha organizado la Vicepresidencia y Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, que dará comienzo el próximo día 9 en la Casa de Cultura de Torrelavega y que luego llegará a Potes, Laredo, Comillas y Santander. Y de camino de su casa al Palacio de Festivales, donde se celebró el acto, Gloria Torner comprobó que la niebla prácticamente tapaba Pedreña, Peña Cabarga, los barcos «y no pude dejar de pensar en Pepe Hierro que cuando yo empezaba a exponer dijo de mi obra que yo era una pintora fauvista sobre cuyos cuadros ha caído la niebla», comenzó su intervención.
Alegre, agradecida, sabía, maravillosa... Su testimonio y su alegría conquistaron ayer a los informadores que asistieron a la presentación de su Año, a la que también acudieron el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga; la directora general de Acción Cultural, Gema Agudo y el comisario de la exposición Jesús Mazón. «Y es que, escuchar sus grandes experiencias nos hace más grandes a todos», tal y como destacó Zuloaga.
Gloria Torner nació muy lejos de esa bahía que tanto la inspira. En Arija, junto al pantano, pero pronto su madre que era maestra de escuela pidió el traslado a Santander para que sus hijas, Ana y la propia Gloria, pudieran ver el mar, tal y como rememoró la pintora quien reconoce que pasaba las tardes en Puertochico pintando la bahía y los barcos. «Me gustaría que me recordaran como la pintora del mar. Me lo he ganado de tanto insistir», aseguró la artista que llegó acompañada de su hija la también pintora Gloria Pereda.
LA BAHÍA
Sobre el que será su año, que toma el relevo del de Pedro Sobrado quien protagonizó en 2020 las mismas exposiciones, Torner solo tiene palabras de agradecimiento. «Para mí supone una gran ilusión, y más estar después de Pedro que volvió a Cantabria después de formarse en París y yo llegué desde Arija», aseguró risueña. Sin embargo, su trayectoria la sitúa igual de alto, como la última gran artista de una generación brillante de artistas de la que también formaban parte Gerardo Diego, Pepe Hierro o Julio de Pablo y una superviviente de todos los movimientos pictóricos que se han implantado en estas últimas décadas. Y todo ello sin dejar de defender su propio estilo y su manera de concebir el arte.
Para esta muestra itinerante ha elegido con ayuda de su hija, siempre cómplice, y de Jesús Mazón una treintena de cuadros de gran formato de su propia colección, por lo que la mayoría de ellos, como su propio autorretrato, se verán por primera vez. ¿Y qué le gustaría que sintiese el público que se acerque a contemplarla? «Alegría, la alegría de vivir», aseguró
SU FILOSOFÍA
Ella no deja de reírse y tampoco para de dibujar. Siempre acompañada de una libreta, ayer mismo esbozaba una paloma mientras se celebraba la presentación. Además se ha propuesto no permanecer en casa ni un solo día. No es difícil verla con su hermana Ana - «ella prefirió estudiar psicología»- en una cafetería o paseando del brazo de su hija. «Y a veces pudo ser frívola -dijo- porque es una forma de no gastar mi mente», aseguró.
Desde que en 1958 comenzara su trayectoria en el mundo del arte, Gloria Torner es una de las pintoras con mayor proyección nacional e internacional que ha dado el arte cántabro en el último medio siglo. Sus obras son ventanas al infinito y al mar, un cantábrico que está lleno de azules y grises, pero también de morados y, sobre todo, de amarillo, una de sus señas de identidad. «Si uno se fija bien en el mar se ven reflejos de amarillo cadmio limón», aseguró.
SU TRAYECTORIA
De sus primeros dibujos en Puertochico, a donde bajaba en autobús con bata para no manchar la ropa de pintura; del primer cuadro que vendió a un cónsul alemán; de la bahía y del arte conversó con los periodistas que también tuvieron la oportunidad de ver alguna de las imágenes del documental que acompañará las exposiciones. No olvidó una reflexión sobre los artistas jóvenes a los que les animó a seguir luchando. «No seguir es terminar y nosotros no elegimos nuestra terminación». Y es que la lucha, el trabajo son fundamentales para esta artista que asegura que «el orgullo no sirve para nada. Por eso tengo la costumbre de luchar».
La exposición permanecerá expuesta en el Aula de Cultura de Torrelavega durante marzo y abril y posteriormente se trasladará al Espacio Observatorio de Potes (mayo y junio), la antigua sede del Ayuntamiento de Laredo (julio y agosto), El Espolón de Comillas (septiembre y octubre) y Los Arenales de Santander, en la Biblioteca Central, (noviembre).
LOS JÓVENES ARTISTAS
Zuloaga, explicó que este ciclo cultural, puesto en marcha por la Dirección de Cultura en 2020, tiene el objetivo de homenajear la trayectoria de los creadores cántabros o vinculados a la región. Y destacó la figura de Torner por ser clave en la historia de Cantabria y de España a finales del siglo XX y principios del XXI, en una época en la que luchó por ser artista «pese a la dificultad por ser mujer».
Jesús Mazón dijo además que la bahía de Santander ya se conoce como «la bahía Torner».
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