

Secciones
Servicios
Destacamos
Conocer de primera mano los aspectos más sórdidos de la sociedad es un gran ventaja a la hora de escribir una novela negra. Lo sabe ... bien el cántabro Julio Arroyo (Santander, 1979), policía de profesión y que acaba de publicar su primera novela, 'Ferro', con la editorial Dolmen. El narrador presentó su título en la pasada Feria del Libro de Santander con una mezcla de emoción y nervios.
-¿Qué se van a encontrar los lectores en 'Ferro'?
-Una historia tan real como la vida misma. La descripción de los lugares y los personajes llegan a ser tan reales que podrá llevar al lector a identificarse de muchas formas, empatizar y vivir así la novela como si de un personaje más se tratara. Personajes creados en tinta y papel, pero que podemos encontrarnos en cualquier momento.
-¿De dónde surgió la idea de escribir esta novela?
-De mi propia inquietud. Siempre me gustó escribir, pero hasta el momento tan solo había realizado relatos cortos que no me facilitaban adentrarme de manera minuciosa en los detalles que quería plasmar. La novela me pareció el medio adecuado para ese fin.
-¿Qué retos ha supuesto su desarrollo?
-Destacaría la fase de documentación, que duró cerca de un año, a la vez que he contado con la ayuda un juez, una forense, una psicóloga, un compañero experto en policía judicial y miembros de otras ramas. También me he encontrado con la dificultad de desplazarme a los lugares donde transcurren los hechos para tomar fotografías y sentir en primera persona el ambiente. Según la propia novela avanzaba en su desarrollo, los propios personajes iban cobrando vida y adquiriendo una personalidad que ni yo mismo intuía al comienzo. Uno de los mayores retos ha sido crecer de la mano de ellos.
-El libro trata la historia de un comisario. Usted, como policía, conoce muy bien ese mundo. Aunque es un 'thriller' y ficción, ¿qué parte de su experiencia vital y profesional contiene o se refleja en este título?
-Efectivamente, más que una novela policíaca donde buscamos al causante, es una novela negra donde se relacionan personajes variopintos como un sacerdote, una prostituta, una psicóloga... Siendo más importante sus relaciones y motivos que los actos que realmente realizan. Haber trabajado en Policía judicial y Policía científica me ha ayudado, porque la observación es una característica fundamental. No cabe duda que el trabajo de calle me hace tener una visión más cercana de determinados factores como lugares en los que he residido, la jerga utilizada o ciertos procedimientos. Pero el contacto con los ciudadanos resulta esencial para conocer historias tan distintas de personas tan variadas. A nivel personal cada uno de los personajes lleva algo de mi esencia por el mero hecho de haberles creado. Algunos presentan rasgos de lo que fui, otros de lo que soy y otros de personas que me rodean, tanto conocidos como desconocidos que he observado durante la fase de documentación.
-¿Qué ha aprendido escribiendo esta obra sobre usted mismo, sobre la labor policial, sobre el oficio de escritor...?
-Escribir esta novela me ha demostrado que la constancia y el tesón forman parte de mí también. El oficio de escritor resulta dificultoso si realmente quieres escribir algo que guste al público y atrape al lector. Lo que más me ha sorprendido es el mundo editorial, donde existe una maquinaria increíblemente pesada pero perfectamente engrasada. Que una editorial como Dolmen adquiriese la novela para publicarla a nivel nacional fue una alegría, pero más increíble resultó conocer a todo el gran equipo de profesionales que la componen.
-Asesinatos, traiciones, intrigas... Realiza un oscuro retrato de la sociedad y del ser humano. ¿Por qué? ¿Cómo son esos retratos?
-Por desgracia los asesinatos, las traiciones y las intrigas los podemos ver todos los días en los medios de comunicación. El amor, la lealtad, la pasión y el compañerismo también son protagonistas de la obra. Los personajes que aparecen tienen una amplia gama de grises porque nada es negro o blanco. En la novela se recogen un amplio abanico de personalidades que los lectores podrán identificar en su vida diaria. Una moneda implica la cara y la cruz de la misma forma que un ser humano se compone de los sentimientos más puros y de los más bajos, y cada uno decide cuál desarrolla con más ahínco.
-El desarrollo psicológico de la figura del protagonista es uno de los aspectos esenciales de la novela. ¿Cómo plantea este aspecto?
-Los 'flashbacks' permiten conocer al protagonista años atrás en comparación con el actual, saber su evolución hasta el momento en que se desencadena la historia. Pero en el corto espacio de tiempo en el que se desarrolla la novela, que es menos de un mes, el protagonista se ve inmerso en tantas situaciones que no puede controlar y sometido a tantas decepciones y giros de otros personajes que se aprecia un cambio interno en él muy superior en comparativa al que ha tenido a lo largo de toda su vida.
-¿Cómo vivió la presentación de su novela este domingo en la Feria del Libro?
-El hecho de poder participar en un acto alrededor de una obra de mi creación resultó una alegría porque se hacía realidad un sueño. Y con un toque de ansiedad por ser una situación nueva en mi vida en la que puedo presentar al mundo a unos personajes con la ilusión de que formen parte de la vida de otras personas durante su lectura.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.