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Su actividad literaria comenzó a una edad muy temprana tras publicar en 1918 su primera obra, el cuento 'La caja del abuelo', precisamente en El Diario Montañés. La número 928 de La Caja de las Letras del Instituto Cervantes acoge ya el legado del ... poeta santanderino Gerardo Diego. Publicaciones y materiales de archivo, entre fotografías, mecanoscritos, invitaciones y programas, configuran el inventario de lo depositado en la institución. Bajo el epígrafe 'Gerardo Diego, in memoriam' la entidad que dirige el poeta Luis García Montero, celebró un emotivo acto en el que no faltó la palabra del poeta (Santander, 1896-Madrid, 1987). Voz clave de la Generación del 27 y Premio Cervantes, entre el homenaje y la memoria, durante la simbólica ceremonia se leyó la carta de Diego a Max Aub, cuando este se hallaba exiliado en México y dos poemas del también pianista santanderino. El conjunto donado supone un fondo selectivo, rotundo y representativo de la creación y trayectoria del poeta y de la calidad de una obra clave en el siglo XX, que pasa a formar parte del patrimonio del Instituto Cervantes.
En el acto intervinieron Luis García Montero; Elena Diego, en nombre de los herederos; y Juan Cuesta Diego, vicepresidente de la Fundación. Además estuvieron presentes dos de los colaboradores y amigos de la Fundación que protagonizaron las citadas lecturas: el poeta y periodista Javier Lostalé de los poemas de Gerardo: 'Primavera' de Manual de espumas (1924) e 'Insomnio' de 'Alondra de verdad' (1941). El poeta e investigador José Teruel leyó fragmentos de esas cartas cruzadas entre Diego y Aub. También estuvo en el acto el otro hijo de Elena Diego: Pablo Cuesta.
La primera edición de 'Manual de espumas' (1924), un manuscrito y un facsímil de 'Antología: poesía española', obra emblemática del 27, son algunos de los elementos del legado del poeta depositados en la Caja de las Letras. La caja de seguridad de la antigua cámara acorazada bancaria recibió el fondo. En el último año se celebraron actos similares vinculados a la creación y el mundo académico de Cantabria: los legados del poeta José Hierro en su Centenario, el del inventor e ingeniero Leonardo Torres Quevedo y el de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. La actividad literaria de Gerardo Diego comenzó a una edad muy temprana, publicando en 1918 su primera obra, el cuento 'La caja del abuelo', en El Diario Montañés. Durante estos primeros años colabora en distintas publicaciones, como la Revistas Grial, Castellana y vanguardistas : Grecia, Reflector o Cervantes. En el legado, escenificado ayer, también se incluyen fotografías personales, un mecanoescrito con anotaciones, el discurso de entrada en la RAE, tres separatas numeradas de poemas : 'El escultor' (1961), 'El maestro de obras' (1961) y 'El jándalo' (1963), publicados en la revista Papeles de Son Armadan», fundada y dirigida por Camilo José Cela, más el original del último número de su revista 'Carmen'. En el depósito destaca la primera edición de 'Manual de espumas', con un retrato de Diego por José Moreno Villa. El legado del que fuera premio Nacional (1925), que compartió con Rafael Alberti, se ha completado con objetos personales y escritos del poeta. Entre ellos un texto mecanografiado y firmado por él, 'La Academia y la Literatura', que escribió en 1955 para Panorama Poético Español, un programa de RNE en el que colaboró semanalmente durante 40 años y que recuerda su «fecunda labor como periodista en unos años de difícil comunicación tanto en radio y prensa», recordó Elena Diego. Un texto que incluye, en el reverso de su última página, un incompleto 'Soneto a Violante'.
Precisamente García Montero se refirió a que Gerardo Diego es el autor «de algunos de los mejores sonetos y romances de la cultura en español, tras considerar al autor de 'Versos Humanos' «una figura fundamental porque que recibió a manos llenas las herencias del pasado para proyectar el pasado al futuro de la poesía».
Otro manuscrito incorporado ha sido el borrador de una reseña de la edición del 'Romancero gitano' de Federico García Lorca, con litografías y palabras de Rafael Alberti y escrita en tinta roja.
Otras de las aportaciones a la Caja son: 'Variación 2. Santander, 1966' (Taller de Artes Gráficas de Gonzalo Bedia); ediciones facsímiles de la revista Carmen, fotografías familiares o la Diego con Rafael Alberti y Andrés Amorós en la Fundación Juan March en la exposición de Picasso, de 1977.
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