La huella romana en Cantabria permanece en los restos de nueve «pequeñas ciudades»

Sí de lo que se trata es de «poner al día» los conocimientos sobre Cantabria, está claro que los ponentes que participan en los Encuentros de la Historia que esta semana celebran el Parlamento y la Universidad (UC) están aportando muchas novedades. En la primera de las sesiones celebradas en la tarde de ayer, Alejandro Fernández González, doctor en Historia y arqueólogo, y Juan José Cepeda Ocampo, profesor contratado y doctor en Historia Antigua, pusieron sobre la mesa nuevas evidencias. Lo que sí dejaron claro es que los trabajos que se realizan en las excavaciones son los que permiten que cada vez conozcamos un poco mejor cómo fue la presencia de los romanos en Cantabria, donde se asentaron, cómo vivieron, incluso cuando se inició el proceso de cristianización en esta comunidad. También quedó de manifiesto que Julióbriga sigue siendo fuente de grandes descubrimientos, pero que en lo que a ciudades se refiere hubo muchas más ciudades romanas de las que hasta ahora se pensaba.

Fue Juan José Cepeda el encargado de abrir la primera de las dos sesiones para referirse a la romanización y la conquista de la Cantabria prerromana, así como la transformación que esta supuso para el territorio. Aseguró que en los últimos años se ha avanzado mucho en estas investigaciones gracias a la labor de campo que se realiza en los yacimientos. «Se puede decir que los trabajos que se hacen con respecto a este periodo gozan de muy buena salud», señaló. Parece claro que la mayor parte de los restos encontrados en este periodo -cuando el emperador Augusto inició la conquista de Cantabria- pertenecen a campamentos temporales, una serie de estructuras que servían principalmente para cobijar a los soldados y, sobre estos, aseguró, que a lo largo de la geografía cántabra hay unos 40 lugares que se pueden considerar campamentos temporales. Cuando las guerras concluyeron, Roma reorganizó el territorio naciendo así las ciudades y la red de comunicaciones -como Julióbriga- aunque en las últimas excavaciones evidencian que en Cantabria hubo entre ocho y nueve ciudades romanas. Unas ciudades «pequeñas», si bien la mayoría de las que fundaron los romanos, se cree que unas dos mil por todo el mundo, eran pequeñas.

Por su parte, Alejandro Fernández González, habló de los trabajos en otro periodo: entre el siglo III y la instauración del reino visigodo, o lo que también se conoce como la Antigüedad Tardía. Una época en la que «se vivió un proceso de desurbanización o ruralización, sobre todo a nivel paisajísitico», tal y como indicó.

Este doctor y arqueólogo reconoció que se han encontrado nuevos patrones de población que buscaron elementos de supervivencia autosuficientes y aportó una contradicción fruto de las últimas investigaciones: no todos los restos considerados villas tardorromanas en Cantabria lo son y, sin embargo, sí se puede afirmar que el yacimiento de Santa María de Hito, en Valderredible sí lo es. «Con este se evidencia la necesidad de hacer nuevas investigaciones en busca de villas», afirmó.

Alejandro Fernández González también se refirió en su intervención al asentamiento de los primeros cristianos y afirmó que pese a las dudas de muchos investigadores hay enclaves que muestran que la cristianización ya estaba presente en Cantabria en los siglos VI y VII.

La segunda jornada del Encuentro concluyó con otra sesión en la que el doctor y arqueólogo José Ángel Hierro y el catedrático Jesús Ángel Solórzano abordaron la construcción de los espacios de dominación en la época medieval.

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