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«Quiero que mis fotos transmitan la realidad sin adornos ni transformaciones, yo me impongo mis propias normas, enseño exactamente lo que veo. No reencuadro. Quiero descubrir y describir el mundo como es». El suyo fue un trayecto del docente rural al documentalista, del objetivo ... íntimo a ver la vida a través de la fotografía. Pedro Palazuelos (Limpias, 1951) ha dejado en espacios, publicaciones, exposiciones y lugares toda una colección de miradas únicas. Bastaría un repaso por sus publicaciones sobre Cantabria para certificar la personalidad visual de su cámara y la aportación al fondo gráfico colectivo de la comunidad. En la última década muestras como las que recorrieron su trayectoria (en el MAS) o la del «viaje gráfico por la escuela rural» (en el CDIS) han permitido acercar la diversidad creativa de Palazuelos que desde los ochenta ha abarcado series y trabajos sobre el puerto, la ciudad, o la intrahistoria de hechos y acontecimientos. Otra de las entidades, junto a las citadas y los espacios portuarios, que ha destinado actividades y convocatorias a las imágenes de Palazuelos, es la Fundación Bruno Alonso que edita ahora la obra 'Huellas dactilares'. El libro, que será presentado en el Casyc de la Fundación Caja Cantabria el próximo día 13, tendrá su reflejo expositivo este mes en la sede de la Fundación. Un proyecto impulsado por Luis Salcines que tiene su origen en 2022. Palazuelos intervino entonces en un Taller de Arte organizado por Salcines en el que los artistas invitados comentaban su trayectoria creativa.
«En esa oportunidad, fue leyendo breves textos que expresaban su actitud con la cámara fotográfica y a la vez que se iban proyectando las imágenes que los subrayaban». Eran reflexiones sencillas, describe Salcines, «escritas para la ocasión la mayoría de ellas, si bien recuperó algunas de cuadernos y hojas sueltas. Al acabar el acto pensé en la posibilidad de editarlas acompañadas de las imágenes con las que dialogaban».
El libro 'Huellas dactilares', impulsado por Luis Salcines, recoge una treintena de imágenes y otros tantos textos de Pedro Palazuelos. Presentación día 13 en el Casyc.
Muestra En la Fundación Bruno Alonso desde el día 19.
Plasmado el proyecto, su reflejo es un itinerario por textos y fotografías que se entrelazan y se revelan a modo de declaración de principios. «Las referencias a sus comienzos, la persecución de la belleza, el tratar de fijar una luz determinada, el intento de captar lo fugaz, el instante, sin adornos, sin poses, el impulso que se desata ante la emoción que se produce en un momento dado, la importancia de la geometría en sus composiciones, la atracción de la naturaleza, la afirmación en un estilo propio sin seguir modas o tendencias...» son algunos de los temas que aborda.
Las fotografías son inéditas, no se han visto en ninguna exposición ni publicadas, pero corresponden a diferentes etapas, series y momentos de su larga trayectoria. La Fundación Bruno Alonso se ha apoyado en el diseño de Mer Guevara, más la colaboración de Fernando Bringas. Son treinta las huellas a través de la luz, la belleza, la autenticidad, el azar, el silencio, la cotidianidad, la composición y la sencillez.
Palazuelos inserta reflexiones confesionales como «busco lo interior, lo íntimo, el mundo sutil que desprenden las escenas (no lo obvio ni lo espectacular)» y dice «creer en la belleza y la emoción que se transmiten en el trabajo cotidiano -tipo bodas u otros actos- más que en el hacer fotos pretendidamente artísticas como, por ejemplo, para una exposición». Ajeno a modas y tendencias, Palazuelos asegura que no le gusta repetir temas. «Intento trabajarlos todo lo que puedo cuando tengo oportunidad por si no vuelvo a tener ocasión o por la dificultad que supone encontrarlos con la misma luz».
El blanco y negro prima en la selección, aunque hay notas trascendentes de color. Y, sobre todo, el reflejo a una fidelidad a la forma: «Compongo frecuentemente con líneas geométricas: diagonales, paralelas, simetrías, ritmos, repeticiones, etc. Tengo tendencia a ordenar las cosas en el espacio (frase de mi padre: «Un sitio para cada cosa y una cosa para cada sitio»)». Y dos declaraciones reveladoras incluidas en la obra: «La fotografía es a veces un reflejo en el que confluyen las múltiples variaciones del mundo exterior con los diferentes momentos personales de quien mira». A su juicio, «el ojo selecciona a través de un visor la parcela de realidad y el momento que más le importa. Para ello hay que abrir bien los ojos y también cerrarlos, y dejar entrar el azar por el encuadre, y así ocurre algo -nunca se sabe qué- que nos sorprende, nos asombra, y... ahí está la fotografía». Palazuelos ha realizado durante su fecunda trayectoria numerosos trabajos tanto para prensa escrita (Efe, Grupo Zeta, El País, El Mundo, National Geographic Viajes, Hola, Cambio 16...) como para instituciones y empresas privadas. Como creador artístico se ha prodigado tanto en el retrato como en el paisaje. Junto con sus numerosas exposiciones individuales y colectivas, Palazuelos ha desplegado una intensa actividad con la fotografía como columna vertebral. Posteriormente a su faceta de maestro rural -durante cinco años, entre 1975 y 1980, impartió clases en la escuela unitaria de Bielva-, fue profesor de fotografía del I.C.E. de la Universidad de Cantabria y en el Vicerrectorado de Extensión Universitaria (1982-87). Su fotogalería ZOOM constituyó uno de los espacios pioneros y determinantes en el resurgimiento y acercamiento de la fotografía en la región.
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