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Imagen de Pilar Cossío, fotografía de Juan Dolcet, realizada para el Museo Reina Sofia y destinada a su colección.
Las iluminaciones de Pilar Cossío

Las iluminaciones de Pilar Cossío

La artista cántabra inaugura esta semana en Altamira y la Biblioteca Central una exposición que indaga en una iconografía simbólica que abarca sus raíces y su última etapa

Guillermo Balbona

Santander

Domingo, 23 de agosto 2020, 07:51

«Mi propuesta estética nace de una actitud esencial, espiritualmente tensa (el arquero y su arco a punto de disparar la flecha), en la que la pasión conecta con el universo». De esta unión, 'pasión-universo', «surge la fuerza (reserva) necesaria para generar una aventura vital y estética. Una leyenda». Entre claroscuros, asombros, resquicios y exploraciones, la obra de Pilar Cossío viene edificando una de las trayectorias más coherentes del arte surgido desde Cantabria durante casi cuatro décadas. Lejos de cualquier asentamiento acomodaticio, Pilar Cossío continúa abriéndose camino en una búsqueda incesante por territorios donde permanecen las constantes vitales de su creación, pero afloran técnicas diversas, juegos y diálogos. Artista de ciudades, trayectos, civilizaciones, reconstrucciones icónicas, ruinas y composiciones, partituras visuales donde la pintura, los objetos, el collage, la fotografía, los lenguajes mestizos invitan a un viaje permanente.

A través de su doble parada París –donde está afincada desde hace más de veinte años– y Santander, su ciudad familiar y emocional, Cossío regresa como ya se avanzó con una triple comparecencia: Altamira, Biblioteca Central –ambas esta semana–, y Juan Silió/PHotoEspaña, en otoño.

Bajo el epígrafe 'Claritate Siderum. Illuminatios' la claridad de sus obras alumbrará estos espacios. El próximo martes será inaugurada la primera de las citas en el Centro de Investigación y Museo de Altamira, en Santillana del Mar y el miércoles la de la Biblioteca.

Organizada y coordinada por la galería Juan Silió, y comisariada por Miriam Callejo y Lidia Gil, se considera una sola exposición conjunta. Para ello se ha editado un catálogo que recoge ambos proyectos.

En octubre la artista expone también en la galería Juan Silió en el contexto de PHotoEspaña, Festival Off Santander.

Cossío, afincada en París, salvo dos años de estancia en Londres durante sus becas formación, está profundamente ligada a Italia como revela su obra y su senda expositiva, además de a Marruecos y Líbano que han acogido sus creaciones, libros de arte y participación en convivencias artísticas y talleres.

La creadora cosmopolita viaja ahora hacia su propio origen artístico en los años ochenta. En la gestación de un lenguaje personal y auténtico investiga sobre «el poder transformador del arte a través de un particular bestiario que enlaza con el pensamiento mágico y el arte simbólico». Para la artista, el arte es su particular búsqueda de conocimiento.

En el título de este proyecto conjunto, como subraya la historiadora del arte Lidia Gil, «ya nos apunta la idea del arte como iluminación, como algo que nos conecta con un sentido profundo y misterioso de la existencia que nos acompaña desde los albores de nuestra especie; los astros que nos rigen son los mismos desde entonces y nuestra biología también». A través de una iconografía simbólica que relaciona al ser humano y al animal, se establece en Altamira un interesante diálogo con el arte de nuestros ancestros del Paleolítico. «Los animales se convierten en mensajeros que nos conectan con arquetipos comunes a la humanidad, no importa el tiempo ni el lugar».

La exposición, repartida en dos espacios, prosigue en la Biblioteca Central. En este caso se incluirán piezas de los años ochenta y noventa manteniendo el recorrido cronológico de la carrera de Cossío, pero predominará la creación correspondiente a la primera década de este siglo hasta el presente. El «fotocollage y las intervenciones fotográficas, los ready-made y el material audiovisual» marcan una línea más vanguardista, «en la que el color, muy relacionado con el lenguaje alquímico, también es protagonista». Estas obras amplían el concepto de trashumancia, algo que ha ido muy estrechamente vinculado, no solo a su vida artística, sino a su camino vital y a los procesos alquímicos que sufre todo aquello que nos rodea. El regreso se plasma así en una síntesis de la Cossío cosmopolita y la artista que siempre vuelve a sus raíces.

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