

Secciones
Servicios
Destacamos
Confiesa sentirse narradora «tanto cuando escribo como cuando dibujo». La ilustradora de trayectoria consolidada y distinguida da paso poco a poco al animal literario que ... lleva dentro, a la autora que funde lenguajes y a la contadora de historias. Sara Morante (Torrelavega, 1976) publica estos días 'Flor fané' (Astiberri), una obra tan personal en su concepción como elaboradacon mimo, estilizada en su trazo y en su palabra y defensora de «la imaginación como refugio y la fortaleza como salvación».
La ilustradora cántabra retrata el universo de la infancia, plasmado en la mirada de una niña, Olga, que vive una situación familiar asfixiante con un padre controlador en un hogar donde los días tranquilos pertenecen al pasado. Su poderosa imaginación, unida a su instinto de supervivencia, la acompañarán hasta la adolescencia.
Morante firma así su segunda obra como autora completa tras su novela 'La vida de las paredes' (Lumen, 2015) con objeto de narrar esta historia «desde la mirada subjetiva de la protagonista, en primera persona, dejando que el lector haga sus propias reflexiones». «He querido explorar el efecto de la violencia y cómo contrarrestarla a través de la creación, de la imaginación, que es el refugio de la protagonista, pero dándole todo el espacio a quien la sufre, no a quien la ejerce».
En 'Flor Fané', por tanto, texto, ilustración y cómic forman parte de la misma narración. «He podido hacer algo que hacía tiempo que quería: contar una escena a través de secuencias de dibujos. Darle movimiento. Para los dibujos, he utilizado todas las técnicas que conozco evitando lo digital: lápices, gouache y acuarela, collage de dibujos...».
La autora sostiene que ha sido «como volver al principio, cuando empecé en la ilustración e incluso más allá, al dibujo de la infancia. Es algo intencionado: he encontrado el trazo suelto que me ha dado más libertad para contar esta historia».
Hace un año Sara Morante ya tenía el manuscrito de 'Flor fané' cerrado, fruto de «un proceso de tres años, «a fuego lento cuando me dejaba tiempo libre la ilustración. El último año lo dediqué sobre todo a corregir y pulir la voz del personaje, Olga, ya que para mí lo fundamental de este monólogo es su voz, su forma subjetiva de contar el mundo y muy especialmente el hecho de que no está contándoselo a nadie, ni tratando de explicar nada de lo que le pasa; es un monólogo interior y, por ello, no hace reflexiones porque no las necesita. Pero yo era consciente de que faltaban por escribir las partes más amables de su vida, porque el texto se centra en las más duras, y profundizar aún más en ese universo personal que no estaba escrito y en esas 'formas de matar a un padre', que me parecían muy interesantes para meterse en la cabeza del personaje».
Sobre la cocina de 'Flor fané' Sara Morante recuerda que «ni escribió con urgencia ni tampoco tuvo la urgencia a la hora de pensar en publicar. La autora pensó que el manuscrito de su narración podría completar con dibujos determinadas partes que faltaban. «Con viñetas. Y con viñetas que narraran con la misma prosa que el texto, que muchos de sus capítulos: frases cortas, directas. Escenas concretas». La editorial Astiberri se interesó en el proyecto y decidió su publicación.
En este sentido, «no se puede decir que sea una novela ilustrada, es una novela con ilustraciones y con viñetas». La Morante ilustradora de obras de Virginia Woolf, Lewis Carroll, Edgar Allan Poe,, Miguel Hernández, o Jane Austen, entre otros, considera que lo más particular de 'Flor fané' es la forma de mirar el mundo de la protagonista.
La voz de Olga, explica Sara Morante, «es muy importante porque no está contándole a nadie su vida, la está viviendo o la está recordando -no queda claro-, por ello es tan subjetiva su mirada. Y por ello es tan íntima: nadie la está escuchando. También refleja la voz de alguien que tiene tan normalizada la violencia que no se para a analizarla o reflexionar, simplemente sucede. Pero como la vive, entra en juego la observación y la curiosidad -para comprobar que tal vez lo suyo no sea lo normal- y la imaginación, que es la única herramienta de la que dispone para contrarrestar la realidad que le ha tocado vivir. Y su fortaleza se refleja en estas últimas condiciones: curiosidad e imaginación». A su juicio, «logra romper la rueda porque con observación, reflexiona y con la imaginación, escapa». La autora cántabra, que ya trabaja en un nuevo proyecto de similares características, subraya que 'Flor fané' «está dibujada de la forma más orgánica posible porque he acabado harta de zooms, ordenadores o tecnología pandémica. Necesitaba volver al lápiz, a la goma de borrar, a repetir dibujos una y otra vez».
En su libro, además de las viñetas, ilustraciones y texto, que están al mismo nivel en cuanto a peso narrativo, «hay dibujos de la protagonista desde que es muy niña hasta que llega a la adolescencia -van 'marcados' por un código visual, bien el estilo de dibujo infantil, bien el papel pautado, para que el lector los identifique-; un poco a modo de libro de artista, de diario, de cuaderno de notas, y aquí también he encontrado mucha libertad». En los dibujos «hay una lectura diferente; en esos que ella misma hace hay un lenguaje corporal, un uso de los colores; un léxico diferente, pero también están narrando su historia».
Trabajar con Astiberri «ha sido una gozada y puede ser también una declaración de principios: Ha sido un descubrimiento conocer a su equipo y me he sentido autora en todo momento».
'Flor fané' «habla de un tema que por desgracia va a tocar a mucha gente, que guarda un puñado de claves sobre lo que supone la violencia en casa y que tiende la mano a quien está ahí». Morante explora especialmente las consecuencias de la violencia sistemática vivida desde la infancia. Esa violencia en la privacidad del hogar que se esconde por vergüenza. Y cómo se puede contrarrestar para ser una adulta funcional.
Premio Nacional de Arte Joven del Gobierno de Cantabria en 2008, Premio Euskadi de ilustración por 'La flor roja', es autora de más de medio centenar de cubiertas de libros, entre ellas toda la obra de Carson McCullers. Fue la autora del cartel de la Feria de Libro de Madrid en 2019.
Sara Morante asegura que ni es metódica ni trata de ser pedagógica. «En realidad mi necesidad es la de crear historias para entretenerme a mí misma y para saciar mi curiosidad».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.