«El individualismo ha perdido todo el sentido»

A pesar de que llevamos casi cincuenta días de confinamiento, a Noelia Fernández no le ha dado tiempo a cocinar bizcochos ni a hacer gimnasia con los vídeos de Patry Jordan. Al principio, esta actriz, que dirige junto a Esther Velategui Escena Miriñaque, se afanó en ayudar a sus hijos con los deberes, labor que últimamente ha delegado en su marido, y el resto del día anda enredada con el ordenador que la conecta con el resto de salas de teatro de España y con otros creadores de Cantabria. Trabaja con ellos para que su proyecto, que aborda la creación, formación y exhibición de las artes escénicas desde hace diecinueve años, sufra lo menos posible.

-¿Cómo se vive esta crisis sanitaria en Escena Miriñaque?

-Como un tsunami. No es una crisis de la cultura, es una crisis sanitaria y nuestro sector que venía ya enfermo lo tiene muy complicado y tendrá que pasar por cuidados intensivos para salir.

-Apunte una posible salida.

-Necesitamos la complicidad entre el sector y la Administración pública y no sólo con el apoyo económico, si no también que el sector cultural pueda ser interlocutor en estas fases de apertura para que nadie se quede atrás y el dinero que sea necesario invertir llegue donde más se precisa y no se derroche. Aunque estamos todos y todas en el mismo barco no en la misma situación.

-El sector cultural ya ha presentado sus demandas a las distintas Administraciones. ¿Alguna respuesta?

-Estamos convencidas de que la Administración Estatal será sensible a las demandas y podrá implementar las iniciativas mínimas necesarias para garantizar la continuidad de los agentes privados que desempeñan su labor en el Tercer Sector Cultural como están haciendo otros gobiernos europeos donde la Cultura se ha catalogado como bien de primera necesidad. Sin embargo, es necesario que el resto de Administraciones de los distintos niveles asuman también la corresponsabilidad de proteger al tejido creativo frente a su más que real riesgo de desaparición en estos momentos tan traumáticos. El próximo día 5 de mayo se verá en que se concreta a nivel nacional.

-¿Y a nivel autonómico?

Algunas autonomías y ayuntamientos ya han sacado las medidas propias y las de comunidades como Valencia o Catalunya o el Ayuntamiento de Sevilla son muy interesantes. Esperamos que Cantabria y el Ayuntamiento de Santander puedan concretar las medidas lo antes posible y que sean eficaces.

-¿Hay lugar para el optimismo?

-Sí, poco, pero aún queda. Tenemos que confiar en nuestro trabajo de tantos años. Espacios creativos como el nuestro refuerzan la idea de actividad cultural continuada, pues realizan una planificación a lo largo del tiempo que permite articular estrategias con los públicos a medio plazo, creando así comunidades y un mayor grado de fidelización, mientras que la mera suma de eventos puntuales y efímeros no puede trabajar ni incidir en esto. Es pan para hoy y hambre para mañana. El Ayuntamiento de Santander, carente de espacio municipal, no contiene un programa de apoyo a las estructuras de centros de creación que sí hay en otros municipios. Nuestro Ayuntamiento no considera a los que hacen cultura de base. Apuestan por los proyectos de repercusión, pero efímeros, son hechos que se han visto acentuados en los últimos meses donde el Plan de Cultura, a fecha de hoy es una incógnita. A todo esto se suma la incertidumbre de qué pasará con el presupuesto de la Fundación Santander Creativa que era el órgano de recursos público con el que hasta ahora hemos contado.

-¿Y eso cómo les afecta?

-En estos momentos se habla de limitar la circulación por lo que tendremos que recurrir al trabajo con artistas locales y esto es competencia directa de nuestra Administración autonómica y local ya que las materias de cultura y educación están transferidas. La relación coste-beneficio social y cultural que realizamos es difícilmente superable por lo público. Somos catalizadoras y grandes gestoras de recursos de otros niveles de la Administración debido a nuestra reconocida proyección. Somos una de las diez salas nacionales que ha logrado la ayuda bianual del Ministerio para programar a compañías nacionales.

-¿Qué ayudas necesitarían?

-Para nosotras la solución no pasa por moratorias o ICOS, somos conscientes que para algunos compañeros sí. Nosotras no tenemos beneficios, luego los gastos del periodo de inactividad pasa ser una deuda que con este futuro tan incierto no tiene sentido. ¿Con qué beneficios vamos a poder pagar esa deuda si nos piden disminuir a un tercio los espectadores? o de dónde vamos a sacar nuevos recursos para cumplir con las medidas higiénicas? Ya era poco viable en condiciones normales y ahora sería inviable. Necesitamos ayudas a fondo perdido para los gastos de la estructura y que se nos tenga en cuanta nuestras especificidades en las convocatorias generales como el cheque resistencia.

-¿Están solas en sus demandas?

-No. Escena Miriñaque realiza trabajo asociativo desde hace muchos años. Formamos parte de la junta directiva de la Red de Teatros Alternativos y ocupamos la Vicepresidencia de la Asociación Nacional de Teatro para la infancia y Juventud (Teveo) También hemos trabajado en esta crisis a favor de nuestra región en la mesa de Covid de Pecca.

-¿Cuando volverá a abrir las puertas su sala?

-Las salas de teatro estamos incluidas en la Fase 2, para el 25 de mayo, pero lo vemos inviable.

-¿Saldrá algo positivo para el teatro de esta crisis?

-Llevamos tiempo hablando de reinventarnos y creo que ahora no nos va a quedar más remedio. Es el momento de trabajar todos juntos y de forma transversal. Es la hora de la colaboración. El individualismo ya no tiene sentido.