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Los adjetivos, elogios y definiciones para aludir a la excelencia, relevancia e identidad singular de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, una de las grandes joyas del patrimonio cultural de Cantabria, son interminables. La paradoja es que se trata de un centro mal conocido, ignorado ... en ocasiones, con varias asignaturas pendientes y a la espera de una modernización integral de su sede que la sitúe plenamente en el siglo XXI. Pese a que las circunstancias han aplazado o modificado las fases, desde la anterior crisis a la actual situación de pandemia, desde la Concejalía y la Dirección general de Cultura del Ayuntamiento de Santander se sigue trabajando en la puesta en marcha del proyecto de rehabilitación del edificio histórico. La reforma, sumada a la convocatoria de la plaza para dirigir la biblioteca del polígrafo santanderino, más las diferentes acciones de conservación, catalogación, digitalización y difusión, configuran los pasos necesarios para que este espacio de referencia bibliográfica, intelectual y patrimonial se adentre en el sigo XXI. En paralelo a la puesta en marcha y avances en esa rehabilitación, se trabaja en un ambicioso proyecto expositivo para difundir la identidad de la BMP con el punto de mira en 2021. Una muestra complementada con la edición de un libro divulgativo.
La mejor biblioteca patrimonial de fondos históricos de Cantabria, considerada la primera de España con origen en una colección privada, así como una de las diez más importantes del mundo en este ámbito, necesita -como subraya la técnica del centro, Paz Delgado-, «la difusión y conocimiento de su rica colección» . Una obligación con la sociedad, «con el fin de atraer la atención hacia un frágil patrimonio cultural que debe de conservarse para las generaciones futuras, teniendo presente que cualquier elemento que se pierda es irrecuperable». El proyecto expositivo es clave para que la Biblioteca se convierta «en un elemento cultural de primer orden en la ciudad». Su potencial «debe ser el elemento que sirva para dar impulso a la institución y sacarla del ostracismo en el que ha vivido, y que la ha llevado hasta el límite de poner en peligro su supervivencia», apunta Delgado.
En el epicentro de toda la actividad en torno a la BMP se halla la puesta en marcha del proyecto de rehabilitación en su conjunto, cuyos detalles ya se conocieron en 2017, cuya intervención prevé una mejora de las instalaciones y sistemas, así como un adecuado acondicionamiento de la biblioteca: prevención de incendios, monitorización de agentes ambientales, sistema de vídeo vigilancia, es decir, aplicar los adelantos y tecnologías de la información a su disposición.
No obstante la difusión del centro bibliotecario se plasmará, en paralelo, en esa exposición en el centro de la ciudad que permitirá dar a conocer la historia de la Biblioteca y su creación, la figura de Marcelino Menéndez Pelayo, y una selección especial de su valioso contenido. Resaltar la institución cultural y su patrimonio bibliográfico es el fundamento de esta iniciativa con «el foco de atención en su reapertura y su proyección como referente cultural de Santander».
Tras concluir el traslado temporal a las instalaciones del Archivo Histórico Provincial de Cantabria, donde sus fondos se encuentran albergados en un depósito, el personal continúa trabajando en ese espacio. Otro objetivo es disponer de un catálogo informatizado para poder conocer la totalidad de los fondos y su localización. Una labor que va a suponer «una considerable mejora en el servicio de acceso ofrecido por la biblioteca y en las condiciones de trabajo, puesto que facilitará las búsquedas, y el número de usuarios potenciales que puedan acceder a consultar e investigar sus fondos, sin olvidar la cooperación bibliotecaria», apunta Paz Delgado.
La BMP ha comenzado, además, la catalogación de sus fondos bibliográficos en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, perteneciente al Ministerio de Cultura, siguiendo los estándares de catalogación establecidos, el formato Marc21, y las guías de uso del citado Catálogo. En estos momentos se continúa trabajando vía internet.
Por otro lado, se considera «absolutamente imprescindible» acometer trabajos de restauración que garanticen la permanencia de la colección. En este sentido, el mencionado traslado a la Biblioteca Central permitió detectar que «el estado de conservación de algunos de los fondos era crítico y necesitaban una intervención urgente a corto-medio plazo». El primer paso fue someter a toda la colección al proceso de «anoxia para eliminar riesgos biológicos, y a continuación, se han empezado varios trabajos de restauración que se encuentran en marcha en estos momentos». El objetivo es conseguir el establecimiento de un Plan de Conservación plurianual con una dotación presupuestaria que permita la mejora de los fondos.
En lo que se refiere a investigación, tras las fases recientes, se procedió al cierre del acceso a la consulta directa de los fondos, pero el servicio ha proseguido, hasta la parada obligatoria por el estado de alarma, mediante la petición de documentos vía web, en la siguiente dirección: biblioteca-mp@santander.es.
A finales de 2019 se acabó la digitalización de 20.000 páginas del fondo de teatro que complementan a los ejemplares que se encuentran disponibles en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Para acometer esta labor, así como trabajos de restauración y catalogación, se ha contado con la ayuda del Gobierno de Cantabria, según el convenio firmado con el Ayuntamiento firmado el pasado verano.
Cabe recordar que los fondos de la Biblioteca, destinados a investigadores y estudiosos, están integrados por tesoros bibliográficos que van desde códices del siglo XIV hasta libros impresos y manuscritos de principios del siglo XX. Sus recursos excepcionales se plasman en la colección de libros antiguos y, por otro lado, en el conjunto de libros o la colección. Una biblioteca, resalta Paz Delgado, que tiene otra característica que la hace única en su conjunto y es que se trata de un fondo cerrado, según las especificaciones de su creador en el testamento, por lo que es el reflejo de una biblioteca de un momento histórico concreto, finales del XIX y comienzos del XX.
La Biblioteca, por otra parte, colabora en la exposición 'Burgos, Tierra de orígenes', organizada por la Fundación Impulsa Castilla-La Mancha, que estaba previsto se inaugurase este mes en el Museo de Santa Cruz de Toledo. La situación de emergencia sanitaria actual derivada del Covid-19 ha provocado su aplazamiento mínimo hasta el próximo mes de septiembre.
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