Secciones
Servicios
Destacamos
Lo que para los adultos es muy normal, para una niña de nueve años puede ser algo muy extraño. En 'Los abismos', el nuevo libro de la escritora colombiana Pilar Quintana (Cali, Colombia, 1973), por el que ha recibido el prestigioso Premio Alfaguara ... de Novela 2021, la autora recorre el filo que separa ambas formas de mirar y entender el mundo y la vida. La inocencia y la cándida inteligencia de la pequeña Claudia confluyen y contrastan con la caótica realidad de unos padres cuya relación deja muchas más sombras que luces a ojos de su hija. Con un original estilo narrativo, marcado por «una prosa sutil y luminosa» -en palabras del jurado del premio- y la obsesión de profundizar constantemente en la psicología de sus personajes, Pilar Quintana presenta su quinta novela, en la que el universo femenino es protagonista, que la ha llevado a alcanzar «el punto más alto» de su carrera como escritora.
-Una mirada inocente que vislumbra un mundo sórdido, duro y complejo, la vida al encuentro de la vida. ¿Qué, cómo es su nueva novela, 'Los abismos'?
-Es una novela sobre el despertar de una niña al mundo de los adultos, una niña que empieza a entender que sus padres, especialmente su madre, no existen solo por y para ella, que descubre el mundo secreto de los adultos y que al final, aunque solo tenga nueve años, en el fondo ha dejado de ser niña, pues ha perdido la inocencia.
-¿Por qué escogió como protagonista a una niña?
-Quería contar el conflicto familiar desde un punto de vista cándido, con una narradora que no juzgara sino solo nos contara lo que le pasaba y lo que sentía. Los adultos nos armamos discursos, nos formamos opiniones y desde allí miramos. Para mí como escritora resultaba más creíble que una niña todavía no haga eso y sea capaz de contarnos los eventos sin tanta carga.
-En su obra destaca la alternancia entre la voz luminosa de una niña y el caótico y destartalado mundo de los adultos. ¿Qué le permitía retratar ese encuentro y ese contraste continuo?
-Un libro de ficción, creo yo, es siempre una mirada sobre algo, sobre un tema o un hecho, por ejemplo. En 'Los abismos' quería retratar las complejidades de una maternidad, aquella que quizá no fue escogida libremente sino impuesta por la obligación o la sociedad, con sus claroscuros.
ENFOQUE
OBJETIVO
-El jurado del Premio Alfaguara ha resaltado su estilo narrativo, su capacidad simbólica. ¿Cómo definiría su estilo?
-Yo diría que soy una escritora de corte realista a la que le gustan las historias íntimas y complejas y que se esfuerza por explorar hasta los confines la psicología de sus personajes.
-¿De dónde surge esta historia y qué retos ha supuesto escribirla?
-Me parece que 'Los abismos' es un intento por conjurar los miedos de la infancia, el miedo a la muerte de los padres, a la orfandad y a quedar desamparado, a los monstruos que nos habitan a todos y a los fantasmas con los que tenemos que convivir, a los demonios de los que me hablaron de niña, a la neblina y a las alturas. El mayor reto fue el personaje de la madre, lograr darle dimensión y que yo y el lector pudiéramos no simpatizar con ella, pero sí sentir empatía, y lograr una narradora que contara desde el punto de vista de una niña.
-Las mujeres juegan un papel protagonista en la novela. ¿Por qué? ¿Qué retrato hace de ellas?
-'Los abismos' es una historia sobre ser hija de una madre que quizá no quería serlo. Entonces las protagonistas tenían que ser la madre y la hija. Supongo que hice esta historia porque yo misma tenía que resolver asuntos con mi propia madre. Esto no significa, sin embargo, que los personajes de mi novela seamos mi madre y yo. Son personajes ficticios creados para explorar la compleja naturaleza de la relación madre-hija.
-¿Qué supone para usted haber sido galardonada con el Premio Alfaguara?
-Es el punto más alto de mi carrera como escritora.
-Un día soñó con ser escritora. Ahora que lo es, ¿qué siente?
-He dedicado mi vida a la escritura y todas mis decisiones importantes han sido tomadas para poder serlo: la carrera que estudié, los primeros trabajos que tuve luego de graduarme, mis viajes, mi vida en la selva del Pacífico colombiano. Decidí ser madre porque quería tener un hijo, por nada más, pero hasta esa decisión fue fundamental para la escritura, pues le dio rienda suelta a un nuevo caudal creativo. Me siento contenta y agradecida con el resultado de mi carrera. Estoy en un buen lugar. Tengo lectores y reconocimiento.
-¿Cuáles son sus proyectos de cara al futuro?
-El año pasado Antonio García Ángel y yo terminamos una obra de teatro. Estamos revisándola con el director. Esperamos que la pandemia nos deje estrenarla algún día. También estoy trabajando en la Biblioteca de Escritoras Colombianas, un proyecto con el Ministerio de Cultura de Colombia, para recuperar las obras olvidadas de las más grandes autoras de mi país.
-¿Cómo ha afrontado usted la pandemia?
-Ha sido muy difícil escribir y trabajar con mi hijo en la casa. Está en edad preescolar y necesita a sus compañeros y su espacio propio.
-¿Qué cree que debemos aprender de esta situación? ¿Cree que lo estamos haciendo?
-A tener vidas sencillas que podamos llevar nosotros mismos: una vivienda pequeña, por ejemplo, en la que nos bastemos solos. No sé si lo estamos logrando.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.