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La Orquesta Sinfónica del Cantábrico (Oscan) vuelve hoy al escenario del Palacio de Festivales, a las 19.30 horas, para ofrecer un concierto en el que se rendirá homenaje a Clara Schumann y Florence Price, dos destacadas compositoras que vivieron en diferentes épocas, pero que ... sobresalieron y lograron reconocimiento en un ámbito musical predominantemente masculino, y en el que también sonará la música de Johannes Brahms. Dirigido por Paula Sumillera, la intérprete gallega Isabel Pérez Dobarro interpretará la pieza de Clara Shumann, una figura a la que admira, que la ha acompañado en los últimos años y que considera se debe aún reivindicar. Recientemente reconocida como 'Mujer a Seguir en la Cultura' y nombrada profesora visitante en la London Performing Academy of Music en Londres (Reino Unido), Dobarro apuesta por la interconexión de la música clásica con otras disciplinas y reivindica su papel como laboratorio de las emociones.
Intérpretes Orquesta Sinfónica del Cantábrico (Oscan). Isabel Dobarro, piano. Paula Sumillera, directora. La velada introduce las artes visuales y digitales de la mano de los artistas Jon Astorquiza y Jacobo Noboa del colectivo Elektr.art.
Programa. Parte I Brahms 'Sinfonía nº 2 en re mayor, Op. 73' Celebración del 190 aniversario de su nacimiento.Parte II: Price «'Andante Moderato'. Celebración del 70 aniversario de su fallecimiento. Clara Schumann 'Concierto para piano en la menor, Op. 7'.
Escenario y hora Sala Argenta del Palacio de Festivales. 19.30 horas.
-Esta tarde interpreta junto a la Oscan el Concierto para Piano de Clara Schumann. ¿Cómo es esa obra?
-Es una obra muy especial que he tenido la suerte de tocar en varias ocasiones y me ha acompañado en estos últimos años. Es una pieza que debería conocerse y reivindicarse más. Por muchos motivos, primero por sus innovaciones técnicas - y no debemos olvidar que Clara Schumann tenía trece años cuando la compuso- como la inclusión de un chelo junto al piano, un dúo que sería luego muy imitado. Es un concierto muy energético, muy positivo y con muchísima luz. Creo que el público se va a ir más feliz del concierto.
-Hasta estos últimos años Clara Schumann solo era conocida como la mujer de Robert Schumann que tocaba bien el piano, aunque parece que otros músicos como usted han recuperado su figura.
-Así es. Y es una pena pero tanto ella como el impacto que tuvo en su tiempo son aún muy desconocidos. También es verdad que se está avanzando en este camino, pero todavía queda muchísimo trabajo por hacer. Cuando estudié Historia de la Música no se hablaba de ella mucho más allá de su matrimonio y de que fue fundamental para promover la obra de su marido, pero se obviaba su labor como compositora, su genialidad y lo respetada que era en la época. Y esto último es importante pues no deja de sorprender que compositoras como ella, Francesca Caccini, Pauline Viardot, Mariana Martínez y muchas otras eran muy conocidas en su tiempo y luego han sido borradas de la Historia de la Música. Clara Schumann era considerada la gran pianista de la época y una gran compositora a la que Brahms, por ejemplo, acudía siempre para que revisase sus piezas.
-Durante el concierto se proyectarán elementos audiovisuales para introducir al público en la partitura. Este tipo de elementos, tan de moda, ¿no llegan a desconcentar a los músicos y a los espectadores?
-Es una vía y que se está trabajando mucho últimamente, la de añadir elementos visuales en los conciertos, y a mí me parece muy interesante. Vivimos rodeados de pantallas y creo que la parte visual puede ayudar, de alguna manera, a transmitir mejor el significado que la música confiere. Me parece una idea muy innovadora, muy original y un camino que probablemente va a ser el futuro de los conciertos de música clásica. La Oscan ha demostrado ser muy innovadora y estar en la vanguardia de lo que realmente se está empezando a perfilar como una opción de conciertos. Yo he realizado un programa con elementos audiovisuales en la Fundación Joan March, pero es algo en lo que me gustaría seguir explorando porque siempre he sido una gran defensora de cualquier tipo de conexión de la música clásica con otras disciplinas artísticas.
-Empezó a tocar el piano a los tres años, pero además es graduada en Derecho y ha estudiado relaciones internacionales en Harvard. Sin embargo el piano sigue siendo su principal forma de comunicarse. ¿Qué significa para usted?
-Es toda mi vida. Me ha acompañado desde que tengo uso de razón y espero que siga haciéndolo toda la vida. Es absolutamente necesario para mí y además creo que, por sus posibilidades acústicas y por el gran repertorio de calidad que tenemos, ofrece una serie de posibilidades emocionales y de transmisión de valores increíbles.
-Además imparte clase, ¿qué intenta inculcar a sus alumnos?
-Fui profesora en la Universidad de Nueva York con 19 años y ahora estoy dando clases en Londres y aquí en España en el Katarina Gurska. La parte pedagógica para mí es fundamental. Y estoy convencida, porque así lo vivo, que cuando doy clases mis alumnos aprenden, pero yo también. Vivo los éxitos de mis alumnos casi con más emoción que los míos.
-Es la primera vez que actúa en el Palacio de Festivales y también la primera que lo hace junto a la Oscan y Paula Sumillera. ¿Cómo ha sido el encuentro con estos músicos?
-Ya conocía el trabajo de Paula y me encanta el proyecto artístico de esta orquesta y su vocación de innovar siempre con la excelencia artística como bandera. Tienen una forma envidiable de usar la innovación para acercarse al público de una manera diferente con unos programas muy atractivos, muy bien hechos y muy bien pensados. Así que cuando me invitaron para este concierto ni me lo pensé.
-Vivimos una época en la que se está rescatando a grandes compositoras, se programan muchos conciertos y hay intérpretes españoles triunfando por el mundo. ¿La música clásica está viviendo su mejor momento?
-Es obvio que por fin la música clásica en España está ocupando ese puesto de laboratorio de emociones que debe de ser. Me gusta decir que los músicos somos científicos de las emociones y percibo que la gente se está volviendo a acercar a ella para experimentar un viaje emocional. Además se están abriendo nuevos caminos para la música relacionados con sus interrelaciones con otros sectores. Yo misma participo en muchas conferencias en las que se pone de manifiesto los beneficios de la música en campos como las relaciones internacionales o el desarrollo sostenible. En España, por fin, se está empezando a ver como un fenómeno que trasciende de los conciertos.
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