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Andrés de la Pinta, Nacho Zubelzu y Pedro Díaz, acompañados del burro Isidro, posan junto a la Cabaña del Monte. DM
Isidro, entre colegiatas
Un burro viajero

Isidro, entre colegiatas

. Una acción del artista Nacho Zubelzu, plasmada en un recorrido durante tres jornadas entre San Martín de Elines y San Pedro de Cervatos, reivindica «las culturas rurales y la trashumancia»

Guillermo Balbona

Santander

Jueves, 16 de mayo 2024, 07:19

Tras un intenso trayecto, rural y cultural, entre caminos y joyas románicas, Isidro ya tiene su merecido descanso. El itinerario comenzó en San Martín de Elines y concluyó en San Pedro de Cervatos. Así entre emblemáticos templos, convertidos en origen y final de un viaje singular, simbólico y reivindicativo, el burro Isidro ha encabezado su propia trashumancia casera y doméstica por la geografía cántabra.

Los campurrianos Andrés de la Pinta, Pedro Díaz y Nacho Zubelzu han acompañado a Isidro en este recorrido. El burro, tras pasar el invierno en la Fundación Agro y Cultura de San Martín de Elines, ahora disfrutará de los pastos de verano en el puerto de Palombera. Ataviados a la vieja usanza y con albarcas, los caminantes han pretendido, una vez más, reivindicar las culturas rurales y la trashumancia. Además, la travesía por la comarca de Campoo ha coincidido con la celebración del Día Internacional del Burro (este 8 de mayo), con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de proteger y conservar este animal. En ese contexto, entre el reclamo y el homenaje, Isidro se ha alzado como exponente de una especie que tanto hizo «por la prosperidad del campo español».

Durante tres jornadas, en caminatas de seis y siete horas, los tres viajeros han recorrido el Monte Hijedo, la Cabaña del Monte y el Monasterio de Montesclaros. Una marcha a la intemperie entre la historia, lo monumental, la belleza del románico, el arte y el ecosistema rural. El artista cántabro Nacho Zubelzu es el impulsor de este singular nomadismo con mensaje, estrechamente vinculado a muchas de sus acciones y performances que han configurado la identidad de su trayectoria en la que la tierra y la naturaleza están presentes.

Los tres días, durante la pasada semana, los viajeros se vieron beneficiados por el buen tiempo. Al margen de las causas que han presidido esta iniciativa, Zubelzu considera que las propias rutas elegidas en esta ocasión poseen un valor intrínseco del paisaje que debe ser vindicado.

Hasta ser homenajeado a través de estas singulares etapas por algunos de los espacios y rincones con mayor identidad de Cantabria como territorio rural, el burro Isidro permanecía en la Fundación Agro & Cultura con sede en San Martín de Elines, que nació con el objetivo de crear y mantener ecosistemas económicos, sociales y medioambientales sostenibles en los entornos rurales de España que más lo necesitan. El reinosano Zubelzu, que recientemente ha publicado 'Tinta salvaje' (Contenidos), lleva tres largas décadas de intervenciones e instalaciones, sin descuidar la intimidad del dibujo y el trazo de las pinturas o los collages, ya trasladó el pasado año una veintena de sus pinturas a un espacio insólito: la cuadra de la Fundación Agro y Cultura. Una de las acciones e instalaciones de Zubelzu más recurrentes es la de sembrar en la tierra su propio cuerpo, integrándose funcionalmente en el lugar del paisaje elegido.

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