Fervores barrocos

Una noche en la que piezas pensadas para un pequeño grupo de cuerda con clave se fueron alternando con arias y recitativos en la voz de Lucía. Dirigía el ensemble el violinista Jesús Merino, eficaz en sus diálogos con la viola y el segundo violín, respetuoso con oberturas de rescatados compositores (Vicente Baset, 1719-1764) y dinámico con los movimientos sin tempo de ese desconocido 'señor Blasi', autor de Las amazonas de España. Más conocidos eran Francisco Corselli (1705-1778), maestro de la capilla real, y José de Nebra (1702-1768), organista y maestro de infantes, cuyas arias y canciones fueron interpretadas con pasión por Lucía Caihuela, expresiva y dominadora de las sensibilidades de unas piezas muy melodramáticas. Lamentos, tristezas, amores a la rebuscada manera de la época ('Adiós prenda de mi amor que tú lograrás vencer, pues mi alma has de temer y ella te dará valor') se sucedieron en una voz privilegiada que hacía sencillo el acompañamiento de los fervorosos músicos. Gran noche barroca que tuvo su premio en una propina alegre, con zapateado incluido de la artista vocal: una seguidilla y fandango de Nebra. Excelente comienzo de los Marcos Históricos del FIS, siempre con descubrimientos del presente rescatando el arte del pasado.