Secciones
Servicios
Destacamos
La obra de Jesús Pardo, su vida, su trayectoria y su trabajo incansable da para mucho más que una sesión de los 'Martes literarios', tribuna de la UIMP que este martes cerró la edición de 2020 con una mesa redonda en la que ... tres destacados representantes de la Cultura en Cantabria glosaron su figura a modo de retrato plural. El poeta Juan Antonio González Fuentes, el catedrático y traductor Dámaso López García y el crítico y gestor cultural, Luis Salcines lograron destacar durante casi dos horas algunas de las características más relevantes del periodista, escritor, traductor, ensayista y poeta santanderino -aunque a él le gustaba mucho más definirse como 'sardinerino'- fallecido el pasado mes de mayo a los 93 años.
Fue Salcines, además amigo personal de Jesús Pardo, el que vino a resumir lo que dio sentido a su trayectoria. «Era un gran amante de la palabra desde que se enamoró de ella en la biblioteca de su casa de El Sardinero», aseguró. Y ese amor, esa pasión, le llevó al periodismo, a la poesía, a conocer idiomas, y a jugar con la etimología durante toda su vida.
Salcines, como el resto de compañeros de mesa que fueron presentados por Guillermo Balbona, redactor jefe de Cultura de El Diario Montañés y coordinador del ciclo, quien también dio paso a las intervenciones con distintas preguntas.
Y las respuestas, desde las distintas perspectivas, coincidían en casi todos los casos. Fue un trabajador incansable, «su máquina de escribir echaba humo», tal y como recordó Dámaso López García quien también le definió como un hombre «implacable con todos empezando con él mismo» y un autor que supo dotar de tal riqueza a sus personajes «que era imposible parar de leerle», en opinión de González Fuentes.
Salcines destacó también que «vivió intensamente» y tal vez por eso sus novelas «tienen mucho de biografía y sus memorias mucho de ficción». Y pese a ser «un maniático de Dante, hasta el punto de coleccionar ejemplares de 'La divina comedia'» los tres coincidieron en que su forma de narrar recuerda a las novelas Benito Pérez Galdós y de Pío Baroja.
También hubo unanimidad a la hora de destacar 'Ahora es preciso morir' como su mejor novela. Su debut en la narrativa con 55 años. Una obra ambientada en Santander y que López García comparó con 'Los Buddenbrook' de Thomas Mann. Un libro «estremecedor» que para este catedrático encierra muchas de las «contradicciones personales» del cántabro además de estar escrita con un «extraordinario rigor».
La historia de esa saga familiar santanderina que como el resto de la sociedad cayó en picado con la guerra civil, fue objeto de una buena parte de la sesión y, a juicio de González Fuentes, «una de las grandes obras ambientadas en Santander». Una ciudad que para este poeta, vinculado al Centro de Estudios Montañeses y al Archivo Lafuente, «ha tenido la gran suerte de ser escenario de algunas de las grandes novelas de la historia de la literatura española».
Durante el acto se habló también del paso de Jesús Pardo por Londres, donde trabajó como corresponsal y de su estancia en Madrid, ligada entre otros lugares al Café Gijón. También se recordó su vertiente más poética y su relación con el cántabro Manuel Arce. Publicó dos poemas en 'La isla de los ratones' y, pese a que coincidió en Santander con otros poetas de su tiempo como Julio Maruri o Beltrán de Heredia apenas tuvo relación con ellos ni llegó a publicar en 'Proel'.
De su «riqueza de vocabulario», su «facilidad narrativa» y su «claridad expresiva» dieron fe los tres componentes de la mesa redonda en la que también se recordaron sus memorias, que plasmó sin ningún tipo de apunte y en la que se recogen muchas de sus inquietudes.
Guillermo Balbona destacó su importante labor como periodista. Su lúcida y necesaria ironía que ejerció en cada uno de los artículos que llevaron su nombre, muchos de ellos en El Diario Montañés.
Y una última coincidencia. «Le faltó tiempo». Aún tenía muchos artículos, historias, críticas literarias, historias que escribir y memorias que dar a conocer porque el gran «vitalista» que tuvo como padrinos de su primera novela a Juan Benet, Jaime Gil de Biedma y a Chumy Chúmez «no daba pausa a las teclas de su máquina de escribir».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.