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Entre todas las obras que José Antonio Barquín (Los Corrales de Buelna, 1958) ha realizado en su vida, hay una a la que tiene un ... especial cariño. Se podría decir que en ella confluye su vocación artística y también que es a la que más tiempo ha dedicado. Finalmente la ha llamado 'La puerta de Cantabria' y lleva más de cuatro años trabajando en ella, aunque la idea rondaba en su cabeza desde su primera visita a Roma hace más de treinta años. Entonces, sobrecogido al contemplar la Columna de Trajano por su cabeza pasó la posibilidad de realizar una puerta en la que apareciera la historia de Cantabria, desde las Cuevas de Altamira hatsta la actualidad, haciendo hincapié en los momentos más icónicos o relevantes de la configuración de la región.
En el año 2011 el Parlamento de Cantabria acogió una de sus exposiciones -se trata de un artista con una larga trayectoria como escultor urbano y es autor entre otras obras del Busto del cardenal Herrera Oria, en la iglesia de la Bien Aparecida, o de los monumentos a todas las pescadoras en Comillas, al peregrino en Astillero y al pescador en Santoña- y allí encontró el lugar idóneo donde podía ser colocada esa puerta que soñó en Italia.
Título 'La puerta de Cantabria'
Dimensiones Mide tres metros y veinte centímetros de altura por un metro sesenta de anchura.
Composición Destinada a ser fundida en bronce, consta de dos hojas con seis paneles historiados en cada una de ellas y un zócalo compuesto de hojas de roble. A diferencia de otras puertas la temática es civil.
El próximo día 8, por fin, la pieza que mide tres metros veinte de altura por un metro sesenta de anchura se desplazará de su estudio de Elechas al emplazamiento para el que fue ideada si bien, y aunque su sueño se vería cumplido si la obra se instalase definitivamente en uno de los accesos al edificio, de momento permanecerá expuesta hasta el día 25.
'La puerta de Cantabria', destinada a ser fundida en bronce, consta de dos hojas con seis paneles historiados cada una de ellas y un zócalo compuesto de hojas de roble y, a diferencia de otras puertas de bronce artísticas, la temática es civil.
En ella la historia de Cantabria se va relatando en las distintas áreas. La dedicada a la Prehistoria, por ejemplo, recoge las escenas cotidianas de la vida en el Paleolítico: la caza, las labores de recolección...
Las guerras cántabras son objeto de otro de los paneles, por medio de un grabado de lucha capitaneada por el general Agripa.
Barquín también considera que las fiestas ancestrales perviven a través de los siglos en los valles de la región. Es por ello que no podían faltar en su puerta una imagen de La Vijanera que se completa con personales de la mitología.
Siguiendo el recorrido histórico, otro de los paneles se inspira en el descubrimiento del Nuevo Mundo, con el trasfondo de las guerras de religión, las grandes peregrinaciones y el nacimiento de la Cantabria moderna, su vocación naval y su desarrollo económico. Figuran en ella Beato de Liébana, Juan de la Cosa, el almirante Bonifaz o Pero Niño.
Los oficios de Cantabria son objeto de otros dos paneles de esta puerta. Los modos y oficios tradicionales de la vida rural, destacando algunas particularidades de los pasiegos también aparecen reflejados e incluso la guerra de la Independencia, tomando como mayor exponente de este desastre la toma de Castro Urdiales, y la emigración con su máximo exponente en esta región pues los indianos, también tienen sus espacio de esta portalada. En esta última plasma además las transformaciones sociales que implicaban estos viajes con una escena protagonizada por los triunfadores que regresaban cargados de dinero y los que parten a la aventura cargados de ilusiones.
La Cantabria actual, con una alegoría al Centro Botín, aparece en otro de los paneles junto a construcciones como la Colegiata de Santillana de Mar, el Capricho de Gaudí en Comillas o la Torre del Infantado en Potes.
No olvida el artista incluir en este recorrido por la historia de Cantabria a una serie de personajes célebres como Juan de Herrera, José María Pereda, María Blanchard, Leonardo Torres Quevedo o Ataúlfo Argenta.
Y además de cumplir un sueño, ¿qué otro objetivo ha llevado a Barquín a trabajar tanto tiempo en esta obra? «El de acrecentar el rico patrimonio cultural y artístico que poseemos en Cantabria a la par que concebir un elemento de propaganda y difusión permanente de nuestros valores históricos, etnográficos y culturales», asegura el artista cántabro.
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