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Cuando el empresario cántabro de origen gallego, José María Lafuente (1957) firmó la venta de su colección, en julio de 2022, tenía planeado no volver a iniciar ningún proyecto artístico de gran envergadura. El Archivo Lafuente, «una rareza», según él mismo reconoce, pasó a pertenecer ... al Museo Reina Sofía y será el eje central del centro asociado que la pinacoteca abrirá en el edificio de la antigua sede del Banco de España. Su idea, por entonces, era dedicarse, «por lo menos durante un par de años», a leer, escuchar ópera, visitar exposiciones o asistir al cine, además de seguir con la dirección de su quesería, distribuida en cinco fábricas y con 1.200 empleados. Esas eran sus prioridades y los que le conocen bien saben que Lafuente siempre tiene un plan. Sin embargo, dos semanas después de aquella rúbrica ya estaba metido en otro gran proyecto artístico, que ha llamado Cultura Material y que difiere mucho del Archivo pese a que también es una propuesta singular, y sin paralelismos –por concepto y dimensión– y que, en unos meses, presentará públicamente en Santander. De esa iniciativa, de sus colecciones, del Archivo, de su venta al Ministerio de Cultura y, por su puesto del arte –«que para mí está por encima de todo»– conversó este jueves este coleccionista y editor, con Guillermo Balbona, redactor jefe de Cultura de El Diario Montañés. Fue en el primero de los encuentros de la segunda edición de los 'Cafés en el escenario' que organiza este periódico en la Sala Argenta del Palacio de Festivales. Un encuentro que contó con medio centenar de invitados como público, pertenecientes a distintos ámbitos culturales de Cantabria, quienes, junto a la alcaldesa de Santander Gema Igual, fueron los primeros en escuchar el nuevo plan de José María Lafuente.
Se trata de una iniciativa que no tiene nada que ver con el Archivo, según él mismo recalcó. «Ni con papeles ni documentos», sino con el objeto como lugar de memoria y huella del conocimiento. «El término que contiene la comprensión y proyección cultural, histórica y patrimonial de los objetos es el de Cultura Material. Un concepto que se refiere a la producción tangible del ser humano, al estudio de los valores, ideas, actitudes y suposiciones de una comunidad en un tiempo dado», explicó el coleccionista.
A este concepto dedica su nuevo proyecto que parte de una colección de 30.000 elementos y miles de piezas que ha distribuido en decena de apartados culturales y artísticos relacionados con el objeto. El más impresionante, por singularidad y cantidad, el de Antoni Miralda (Terrassa, 1942) plasmado en su 'Food Cultura', una selección compuesta por unos 11.500 elementos y piezas, entre objetos tridimensionales y publicaciones que adquirió en Barcelona, «casi al tiempo que ultimábamos la venta del Archivo».
En contra que su anterior colección, está se exhibirá públicamente y para ello como ya es conocido, ha adquirido el local donde se ubicaba la firma empresarial Moisés, en la calle Lope de Vega de Santander. Un espacio que abrirá en unos meses con la primera de las exposiciones con las que quiere visibilizar la importancia de ese papel patrimonial de los objetos. «El local ahora está en obras, pero van mucho más adelantadas de lo que suponíamos, así que creo que en verano, o como muy tarde en otoño, podremos inaugurarlo. Aún no se puede hablar de una fecha concreta, pero lo que sí tengo muy claro es que va a ser lo primero que quiero exponer», adelantó.
Será una muestra que se va a titular 'Infancia de las vanguardias con el dibujo y la pintura material como eje central.
Durante la charla coloquio que mantuvo con Guillermo Balbona, Lafuente también recordó los inicios de su colecciones y como se fraguó el Archivo que, en el momento de la venta al Ministerio de Cultura, se componía de 140.000 objetos y documentos y que está considerado como una fuente indispensable para entender las vanguardias artísticas del siglo XX. De él destacó que es «irrepetible y sin parangón», que «es verdad que nadie ha hecho un archivo igual» y que es una gran suerte para Santander que el Museo Reina Sofía haya decidido mostrarlo en esta ciudad.
El empresario y coleccionista es consciente y así lo dijo, que «quizás todavía hay gente que no entiende su importancia. Pero ya lo harán cuando lo conozcan. Se trata de materiales muy especiales que han tenido mucho éxito en cada una de las exposiciones en las que han estado».
Tampoco negó la falta de apoyo en algunos momentos del proceso de venta al Ministerio de Cultura por parte del Gobierno de Cantabria para que su colección acabase conviertiéndose en el eje de ese nuevo espacio museístico. «Fue un tema político», reconoció y «sí, me dolió e hizo que en algunos momentos me sintiera el muñeco del pim pam pum de los políticos», señaló cuando se le recordó la oposición al proyecto que la alcaldesa y por entonces diputada del PRC en el Parlamento de Cantabria, Teresa Noceda, verbalizó en uno de los plenos llegando a decir que era un simple archivo privado «unos papelucos» sin el atractivo artístico de otro tipo de exposiciones.
«Al final el enfrentamiento de entonces entre regionalistas y socialistas con el Partido Popular me cogió en medio. Y es curioso porque mientras en Cantabria se desaprobaba, en Madrid contaba con todos los parabienes», dijo.
Lafuente también confirmó que no existe una intrahistoria detrás de la venta de esa colección que fue reuniendo desde el año 2002 cuando adquirió los legados del crítico de arte Miguel Logroño y el escritor, profesor y editor Pablo Beltrán de Heredia. En 2022, cuando finalmente se firmó ese contrato de compra-venta por 30 millones de euros, «todas las piezas estaban tasadas» dijo, algo que no fue difícil gracias a que cada una de ellas estaba catalogada. «Lógicamente si lo hubiera vendido a precio de mercado la cifra se habría duplicado o triplicado».
Los 'Cafés en el Escenario' de El Diario Montañés, que patrocina la Sociedad Regional de Cultura, continuarán el próximo miércoles, día 11, en la Sala Pereda con el cántabro José María Lassalle, escritor, ensayista y exsecretario de Estado de Cultura como nuevo protagonista.
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