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«José fue un hombre ilustrado». Esta sencilla y escueta definición fue una de las muchas con que sus amigos y compañeros de profesión retrataron ayer la figura del productor santanderino José Sámano. En realidad hubo muchas más: unas centradas en su capacidad para ... narrar anécdotas tan absorbentes como inacabables, otras en su fino sentido del humor, o en su pasión por el cine y la expresión creativa, o en su sensibilidad para con las mujeres con las que trabajaba... Todas ellas se escucharon ayer en un Ateneo abarrotado para rendir homenaje al productor cántabro, y todas ellas partieron de destacados profesionales del mundo del cine, la televisión y el teatro como la directora y Premio Goya de Honor Josefina Molina, la actriz Lola Herrera, el realizador Fernando Méndez Leite, el director y guionista Joaquín Oristrell, la presentadora Mercedes Milá o los actores José Sacristán y Miguel Ángel Muñoz (estos dos últimos intervinieron telemáticamente). Si algo quedó claro en el emotivo acto al que asistieron también la viuda del productor santanderino, Marisol García-Bango, y varios de sus familiares, fue que la calidad de José Sámano como profesional comprometido, valiente e innovador solo estuvo a la altura de su profunda calidad humana.
«Era un productor insólito, alejado del estilo ambicioso que a veces se da en esta industria, y cuando decidió dejar de hacer cine perdí a un valioso cómplice de mi trabajo». Para la directora Josefina Molina, una de las grandes pioneras del cine y la televisión en España, la figura de Sámano fue un apoyo fundamental en muchos de sus proyectos de referencia. «Por suerte el amigo seguía ahí para recordar, para reír y para hablar interminablemente». Molina fue la primera en trazar con su memoria los trazos iniciales del retrato del productor santanderino que a lo largo del acto realizaron los participantes. Tras ella tomó la palabra la actriz Lola Herrera, quien trabajó con él en diferentes proyectos -especialmente escénicos pero también televisivos- gracias a la capacidad de Sámano para adaptarse a cualquier formato de expresión.
Josefina Molina | Directora de cine
«Todos vamos a coincidir en lo mismo: hemos perdido a un ser absolutamente irrepetible». Fue con Herrera con quien Sámano se introdujo en la producción teatral gracias a la obra 'Cinco horas con Mario', basada en el libro homónimo de Miguel Delibes. Allí surgió una conexión que trascendió lo profesional y cristalizó en una profunda amistad: «Fui a llorarle mis penas porque el director del proyecto no encajaba y no dudó un instante para decirme que adelante con ello». Gracias a aquel proyecto, Herrera descubrió «algo que no había visto en treinta años de carrera, un productor que cuidaba su producto hasta el menor de los detalles, que cuidaba a su gente al máximo y que siempre trataba a todo el mundo con buen tono».
Joaquín Oristrell | Director y guionista
En el caso del realizador Fernando Méndez Leite, toda su intervención partió de un constante -e irremediablemente irónico- reproche: cada vez que Sámano le hablaba de alguno de sus proyectos, él pensó que por fin iba a poder dirigir una película, pero nunca fue así. Amigos desde que tenían poco más de veinte años, cinéfilos empedernidos y «compañeros de agenda», Sámano y Méndez compartieron una estrecha amistad que trascendió con mucho el ámbito profesional: «Cuando hablábamos de algún proyecto y él discrepaba con el director, al final te dabas cuenta de que en realidad era él quien estaba dirigiendo la película, porque suplía las carencias de éste con su enorme talento, porque José era un auténtico cineasta». Un talento que le llevó, según explicó Méndez, a consagrarse como «uno de los productores emergentes más destacados hacia el año 1976, en un momento de enorme trascendencia de la transición en el cine español». El aprecio que el destacado realizador llegó a sentir por el productor santanderino quedó retratado cuando explicó el fatídico instante en que la propia Josefina Molina le comunicó el fallecimiento de Sámano: «Fue uno de los momentos más tristes de mi vida».
Lola Herrera | Actriz
Entre las muchas anécdotas que los asistentes al homenaje dejaron, se contó la que describió el director y guionista Joaquín Oristrell, quien explicó que el cántabro siempre llevaba consigo durante sus proyectos la lista de temas y escenas que debían aparecer: «Cuando rodamos la película 'Esquilache', dirigida por Josefina Molina, eran más de cuarenta, y al acabar nos dimos cuenta de que faltaban tres... Ahí nos vimos un poco 'acojonadillos'», explicó entre las risas del público. Fue Sámano quien confió en Oristrell cuando era un joven ayudante y de esa confianza surgió, como en todos los casos, un fuerte vinculo que se mantuvo e incrementó con el paso de los años: «José era por encima de todo un seductor, y también alguien enormemente meticuloso, que lo preparada y estructuraba absolutamente todo».
Fernando Méndez Leite | Realizador y crítico de cine
Para el realizador catalán, la principal virtud del cántabro fue la de «ser un hombre que amaba todo lo que hacía y que por encima de todo tenía la necesidad de expresar y de contar, no cosas suyas sino de todos, cosas que nos pasan y que nos retratan». Aunque no pudieron acudir al acto, también participaron en el homenaje con sendos vídeos los actores Miguel Ángel Muñoz y José Sacristán. «No he conocido a nadie en mi vida con la calidad humana de José, a quien tanto debo profesionalmente», dijo el primero. Sacristán, por su parte, destacó «su talento como director, como productor y como adaptador».
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