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La violinista Celia Bueno (Laredo, 1993) es la única cántabra que participa esta edición en el Encuentro de Música y Academia de la Fundación Albéniz. Completa su formación musical en la Escuela de Música Reina Sofía al tiempo que investiga en la recuperación las partituras ... de los autores españoles a los que no se suele incluir en los programas de conciertos pese a su gran calidad. Uno de ellos es el santanderino Miguel Ángel Samperio (1936-2000) al que considera «uno de los compositores españoles más importantes del siglo XX y con toda probabilidad el más importante de la segunda mitad del siglo XX». Esta noche (20.30 horas) subirá al escenario de la Sala Pereda del Palacio de Festivales para interpretar su 'Sonata para violín y piano núm.2'. Lo hará acompañada de la pianista Elena Frutos, con la que tiene un proyecto musical con un recorrido que va más allá de este Encuentro.
Celia Bueno tenía siete años cuando sus padres, ambos miembro de la Coral Salvé, le animaron a probar con el violín como actividad extraescolar, y desde entonces no se ha planteado estudiar ninguna otra cosa que no esté relacionada con este instrumento y con la música. Inició sus estudios en el Conservatorio de Laredo, luego pasó por el de Jesús de Monasterio en Santander bajo la tutela de Paula Bolado y después le siguieron el Conservatorio Superior de Aragón, donde completó la formación, y un posterior máster de interpretación en el Conservatorio de la Suiza Italiana con el profesor Massimo Quarta. Paralelamente, se formó con el Cuarteto Quiroga y Sasaki en música de cámara, su verdadera pasión, así como con Nacho de Paz y Arturo Tamayo en música contemporánea. Como muchos otros de los participantes en esta cita musical tiene varios premios en su trayectoria y ha formado parte de la Joven Orquesta Nacional de España y la Joven Orquesta Gustav Mahler (Alemania), entre otras.
Programa Se interpretarán obras de Scarlatti, Barber y Samperio, entre otros, y se acompañará con la voz de la soprano Vivien Józan.
Intérpretes Sonja Kowollik (piano). Celia Bueno (violín) y Elena Frutos (piano). Duncan Gifford (piano)
El concierto Tendrá lugar hoy a las 20.30 horas. Patrocinado por El Diario Montañés.
Se considera «una privilegiada por haber sido seleccionada para participar en esta edición del Encuentro con todo lo que conlleva, principalmente «recibir clases con profesores de primera línea y, al mismo tiempo, compartir experiencias con otros jóvenes músicos de toda Europa. Es todo muy enriquecedor», explica. Y asegura que se siente muy feliz de reencontrarse con el maestro Jaime Martín, que el pasado jueves llevó la batuta en el concierto inaugural en el que era una de las violinistas, porque también fue una de las integrantes de la Joven Orquesta de Cantabria (Joscan) que él dirigió hace casi una década. «Recuerdo que tocamos la primera sinfonía de Mahler y que entonces, como ahora, nos transmitió una gran pasión».
El Encuentro le permitirá además mostrar en el escenario su nuevo proyecto musical, que está relacionado con la investigación sobre Miguel Ángel Samperio que lleva a cabo en el máster de Investigación de Música Española que sigue en la Universidad Complutense, «uno de esos compositores españoles olvidados que merece la pena recuperar».
«A pesar de su proyección nacional, Samperio es un gran desconocido en este país y malamente conocido en esta región», indica. Esto podría deberse a tres motivos. El primero «porque su corpus creativo es escaso ya que tuvo otras muchas ocupaciones como la pedagogía o la musicoterapia, de la que fue uno de los pioneros en España, así como la gestión y la dirección de varias instituciones»; el segundo, indica, «por su prematura muerte» y el tercero «porque su apego por Cantabria hizo que se quedara a vivir aquí y como se sabe a los compositores de la periferia les cuesta mucho más abrirse un hueco que los que están en los grandes centros musicales como son Madrid y Barcelona». ¿Y qué le hace tan especial? «Pues que sus técnicas de composición mezclan la tradición con la vanguardia y, sobre todo, bebe de los cancioneros populares cántabros en sus composiciones», señala.
De cara al futuro, Celia Bueno es de las que preferiría formar parte de una orquesta de cámara que ser una reconocida solista. «Para mí este tipo de agrupaciones tienen un gran valor y son el mejor ejemplo de música democrática. Cada miembro aporta sus ideas y escucha las de los demás», reconoce.
Y sí algo tiene claro es que le gustaría tocar nuevos repertorios pues es partidaria de «modernizar el formato de música clásica» ya que, en su opinión, «hay una gran tendencia a programar los mismos repertorios una y otra vez». Por eso trabaja junto a la pianista Elena Frutos en recuperar piezas de compositores «más olvidados» para tocarlas en conciertos. «Entiendo los prejuicios porque es cierto que el público pide siempre los mismos cánones, pero ahí está la labor de los músicos de sacar la música clásica de toda esa normativa y llevar a los escenarios nuevos repertorios». Pero todo esto, según señala, hay que ponerlo en un contexto: «En España se ha dado una situación peculiar, por un lado porque geográficamente está más alejada del resto de Europa, y porque la marcha de maestros, músicos y compositores durante la Dictadura provocó un vacío que dejó musicalmente a nuestro país en una situación muy difícil. Durante el Franquismo la música se utilizó como una herramienta política porque todo aquel que se saliera de la tradición y usara un nuevo lenguaje compositivo considerado de vanguardia no era aceptado por el Régimen», dice.
Por eso cree que «tiene mucho mérito que en España las generaciones posteriores no solo hayan asimilado en un tiempo récord todos los lenguajes que habían surgido en el resto de países de Europa sino que encima han logrado crear un lenguaje propio y original» Aún así cree que «toda esa sensación que teníamos de retraso con el resto de países de Europa ha creado muchísimos prejuicios hacia nuestra propia música que se siguen perpetuando en la actualidad. Pero nada más lejos de la realidad porque en España hay grandes compositores y los músicos deberíamos de aportar nuestro granito de arena en recuperarlos tras hacer una investigación previa si las obras merecen la pena o no».
En la región
El Encuentro de Música y Academia de la Fundación Albéniz comienza su periplo por la región y hoy llega a la iglesia de San Martín en Sigüenza (Alfoz de Lloredo). El programa del concierto, que dará comienzo a las 20.00 horas, se compone de obras de Brahms, Schumann, o Strauss entre el heterogéneo repertorio, y con una variedad de instrumentos que crearán en el templo una impecable sonoridad. La entrada es gratuita. Participarán: Juliet Wolff (violonchelo), Omar. J. Sánchez (piano), Manuel Ángulo (fagot), Karla Martínez (piano), George Strivens (trompa) y Karla Martínez (piano).
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