Lassalle reivindica la figura de Pancho Pérez González como la de un «intelectual del libro»

El profesor y ensayista político resaltó, además, que «Pancho se aproximó al libro desde una estética de la modestia y la discreción que aprendió de Rafael Gutiérrez Girardot. Fue un intelectual discreto y modesto, siempre un paso por detrás de su socio Jesús Polanco, pero trabajando la retaguardia intelectual». A juicio de Lassalle, «Pancho Pérez fue, junto a Jesús de Polanco, el editor más importante de la segunda mitad del siglo XX, y Taurus el proyecto en el que plasmó de una manera muy clara su capacidad para generar un relato editorial centrado en el ser del libro. Las decisiones que tomó en la segunda mitad del siglo pasado para conformar el catálogo de la editorial, con la publicación de autores como Walter Benjamin, supusieron un riesgo intelectual altísimo en aquella época».

Todas esas decisiones ayudaron, según Lassalle, a convertir a Taurus en uno de los grandes proyectos de regeneración intelectual que España afrontó a partir de los cincuenta. Lassalle, que actualmente es director del foro de Humanismo Tecnológico de Esade, destacó también la curiosidad como el rasgo más marcado en la personalidad de Pancho, «un hombre que siempre intentaba adivinar lo que se encontraba oculto al otro lado de la esquina».

Oliva Arauna, por su parte, recordó al Pancho más familiar y generoso en el ámbito privado a través de anécdotas personales que ayudaron a conocer la faceta más humana e íntima del editor. La galerista y coleccionista rememoró una infancia rodeada de los intelectuales que acudían a su casa para conversar con su padre, un privilegio que la llevó a dedicar su vida a la cultura y a tener un carácter que ella misma definió como rebelde. El próximo mes de octubre se cumplirán doce años de la muerte de Pancho Pérez González, fallecido en 2010 a los 84 años. María Ángeles Osorio, vicepresidenta de la Asociación Plaza Porticada, aseguró que el homenaje, que tuvo lugar ayer al mediodía, «será el primero de diversos actos que se celebrarán, entre ellos un curso de verano, para rendir homenaje a un hombre que durante medio siglo llevó a cabo, junto a Polanco, una aventura empresarial que dio lugar al mayor grupo editorial y de comunicación del mundo en lengua española.

Al término del diálogo, los asistentes al encuentro visitaron la exposición 'Cultura=Capital', que fue inaugurada el pasado mes de mayo y que está configurada por fondos de la Colección Oliva Arauna. La propia coleccionista dirigió la visita y comentó las obras. Entre los fondos se encuentran artistas como Alfredo Jaar, Per Barclay, Susana Solano, Helena Almeida, Santiago Sierra o Mateo Maté. Hay que recordar que la exposición temporal convive con la permanente, que reúne piezas de la Colección Rucandio y en la que están presentes artistas como Rafael Canogar, Jaume Plensa, Jorge Oteiza o Juan Genovés, entre otros. El encuentro tuvo lugar en la Torre de Don Borja, que en los setenta Polanco y Pancho Pérez convirtieron en sede de la Fundación Santillana.

Desde 2019 la Torre es un proyecto de las familias Polanco y Pérez Arauna, que se centra, entre otras cosas, en recordar las trayectorias vitales y profesionales de estas figuras. Ambos crearon en los sesenta la editorial Santillana y, con posterioridad, el Grupo Santillana, que acogió sellos como Alfaguara, Taurus, Aguilar o Altea.