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«Escribo novelas de amor porque es el tema fundamental de la existencia». Después de la noche de Reyes se falla el Premio Nadal, por lo que Manuel Vilas tuvo un regalo extra para comenzar el 2023. Lo recibió por su novela, 'Nosotros' (Destino), que ... presentó ayer en el Aula de Cultura de El Diario Montañés.
Acompañado por Luis Revenga, presidente de Editorial Cantabria, Manuel Ángel Castañeda, director del Ateneo y el crítico Javier Menéndez Llamazares, Vilas expuso en primera persona algunos detalles sobre la novela que ahonda en una historia de amor «más allá de la muerte».
'Nosotros' es una novela que parece de rabiosa actualidad pero hunde sus raíces en la literatura clásica del Siglo de Oro, una de las pasiones de Vilas, que durante muchos años ha enseñado esa materia a alumnos adolescentes. Cuenta cómo es el amor en tiempos del capitalismo, a través de una protagonista singular; Irene, que acaba de enviudar de Marcelo a los 50 años y decide que la mejor forma de reencontrarse con él será a través del éxtasis carnal. Así, recorrerá el Mediterráneo buscando a su difunto marido en otros cuerpos y un tratamiento en el que a través del humor, describirá la sociedad y las relaciones que la habitan.
Los últimos libros que ha escrito Vilas tienen como base, según dijo, el amor. 'Ordesa' (2018), novela que relata el amor de un hijo hacia sus padres, un trabajo autobiográfico que le dedicaba el autor a sus progenitores. Amor en el ámbito de la familia. 'Alegría' (2019) era una consecuencia del amor de un hijo que de repente se convertía en padre. «La familia es uno de los grandes sitios donde el amor se manifiesta». Pero después llegaron 'Los besos', una novela de amor en tiempos de pandemia, «una tabla de salvación para los protagonistas ante una catástrofe que llega al mundo». La asignatura pendiente era que una mujer fuera protagonista de una de sus obras. Ahí apareció Irene, la protagonista.
«Cuando empecé a escribir la novela, buscaba casi una utopía; una historia de amor de larga duración en la que un hombre y una mujer hubieran vivido 20 años de matrimonio perfecto, en los que hacían el amor todos los días». Alegría, euforia, entusiasmo, conversaciones apasionadas. Eso cree Irene haber vivido con su marido fallecido. Lo que les convierte en un prodigio de la naturaleza. En un viaje en el Ave, Vilas, le contó a un amigo el argumento de la historia, que la bautizó como 'El milagro'. Y como todos los milagros, Vilas entendió que debía crear grietas. «Esta es una novela muy peligrosa porque no se puede mentir sobre ella; por el giro de guion más allá de la mitad, no puedes simular haberla leído».
Como curiosidad, el autor ha pasado por todos los hoteles que aparecen en la novela, «salvo uno». Un historia en la que «el Mediterráneo es un personaje más». Una road movie, en la versión anglosajona, que va de Málaga hasta Cerdeña. No lo dice en español, porque «parecería un escritor del páramo». En el diálogo con el mar, Irene encontrará muchas visiones sobre sí misma. «La literatura recuerda de una forma muy expresiva y lateral lo que todos vemos cotidianamente», añadió.
Tenemos una idea del placer que nos asusta un poco, «porque venimos de una época compleja y lo asociamos a la corporeidad, que genera cierta incomodidad», especificó. Pone como ejemplo a cualquier político, que cuando decide presentarse al cargo esgrime argumentos de responsabilidad, bien común, servicio público o vocación, pero «se presentan a presidentes del gobierno porque les da placer». En la conversación pública «la idea del placer nos sigue resultando incómoda y quien lo busca parece que está buscando la perversión y lugares reprobables».
Le dio muchas vueltas a la edad de la protagonista. Hay una belleza física que se adapta a unos cánones, pero la que buscaba Vilas es «la de aquellas personas que han vivido, de carácter espiritual, que se posa en una forma de mirar, de cruzar las manos o de sus arrugas. Una belleza maravillosa de las personas maduras», destacó, que se encarna en Irene.
El ser humano es razón y pasión, según Vilas. El escritor presta gran atención a mirar cómo vive la gente. «Un ser humano, si solo lo habita la racionalidad, no consigue alcanzar plenitud en la vida», argumentó. La protagonista está obsesionada con ese concepto. La plenitud que descansa en las pasiones. «Ella no ha encontrado una pasión más grande que el amor y yo no sé si hay otra mayor. El amor a lo que sea».
'Nosotros' toma el título de un bolero de Los Panchos «que tiene una idea muy romántica detrás», pero también porque es la construcción de ese nosotros «la que le da plenitud a un ser humano». Nosotros puede ser una pareja, un amigo, una familia o, como le decía un lector, «un nosotros con mi perro y también eso es posible».
Del amor de sus poemas iniciales al actual, Vilas ha dejado «el nihilismo más punk» para evolucionar hacia algo más convencional. «Los temas se me imponen, no los elijo», explicó. Por ejemplo, «¿Cómo no va a salir el dinero si estamos obsesionados con ello en la vida real». Las novelas reflejan aquello «de lo que está llena la vida y el que no tiene una relación amorosa la está buscando y en eso se gasta la mayor parte de nuestra energía».
El lujo está vinculado a la frivolidad, algo que al autor no le interesa nada, y con la belleza, la parte que desarrolla la protagonista que se fija en los relojes de los hombres con los que se acuesta. A su marido le regaló el diseño Santos de Cartier el día de su boda. «En realidad es una obsesión mía», bromeó Vilas. «Esto coincide con la canción de Shakira aunque yo lo había escrito antes», detalló.
El lujo está vinculado a la frivolidad, algo que al autor no le interesa nada, y con la belleza, la parte que desarrolla la protagonista que se fija en los relojes de los hombres con los que se acuesta. A su marido le regaló un Santos de Cartier el día de su boda. «En realidad es una obsesión mía», broméo Vilas. «Esto coincide con la canción de Shakira del Rólex y el Casio, aunque yo lo había escrito antes», detalló. Preguntado por qué reloj lleva, respondió «¡Yo soy pobre y lo que hacemos es fijarnos en las cosas de los ricos!». Con esa actitud entró Vilas en la tienda de Cartier en Nueva York, para ver y probarse la gama más alta de relojes de la firma, «disfrutando de ello gratis». «Os animó a que vayáis a probaros relojes», dijo al público entre risas.
La novela, que incluye versos de Juan Ramón Jiménez, Jorge Manrique y se inspira en Quevedo y su soneto 'Amor más allá de la muerte', con la utopía de que esa posibilidad sea real, intenta, todo el rato, «visualizar dónde hay belleza que no es inalcanzable; no es la Capilla Sixtina», y defender el legado español del Siglo de Oro, porque «somos depositarios de una tradición literaria espectacular y no debe quedarse como algo abstracto». «Me gusta meter cosas para decirle al lector que hay grandes páginas de la literatura española que son universales. No hay otro soneto como el de Quevedo en otras literaturas. Ese es el significado más hondo», concluyó.
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