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Está al frente de la Galería de las Colecciones Reales, destinada a exponer los tesoros de titularidad pública vinculados históricamente a la Corona de España y que son custodiados por Patrimonio Nacional, abierto al público desde finales del pasado junio. Doctora en Historia del Arte, ... conservadora de museos por oposición y anterior jefa del departamento de Pintura Española del Renacimiento en el Museo del Prado, Leticia Ruiz Gómez (Santander, 1961) fue nombrada directora por una comisión de expertos. La cántabra hace un balance provisional del nuevo centro, las cifras y los planes de futuro.
–336.000 visitantes en los seis primeros meses son un buen resultado. Pero también se ha escrito que algunos contratiempos han hecho que la Galería tenga un despegue lento. ¿Le parece que ha sido así?
–Yo creo que no. Quizás sea la respuesta a una pregunta periodística, a esa de calcular de antemano cuántos visitantes íbamos a tener. A lo mejor era una valoración errónea. O quizás también se planteaba teniendo en cuenta los visitantes del Palacio Real (1.421.428 en 2023). Ahí existía igualmente la duda de si nos íbamos a hacer la competencia a nosotros mismos. Pero no ha sido así.
–¿Quiere decir que la Galería y el Palacio Real se complementan?
–El visitante de los museos es diferente al del Palacio, al igual que es distinto del que visita catedrales. Pero en cierta forma se complementan. En general estamos incrementando los visitantes de los Reales Sitios, con el Palacio Real a la cabeza, pero también con la nueva Galería.
–¿Aspira la Galería a convertirse en otro gran foco cultural de Madrid?
–Madrid es una gran capital cultural que tiene que sumar, nunca restar. La Galería ha incrementado la visibilidad de ese otro eje cultural formado por el Palacio Real, la catedral de la Almudena, los monasterios de las Descalzas Reales y la Encarnación; o incluso, el Palacio de Liria.
–Y, ¿no compite la Galería con el Museo del Prado, con todas esas pinturas de El Bosco, Tiziano, El Greco, Ribera, Velázquez o Caravaggio que ahora exhibe?
–En absoluto, no se pueden comparar, Yo creo que la Galería explica todo lo demás, incluso el propio Museo del Prado, porque lo que tratamos de contar de una forma ordenada es el aporte fundamental de cinco siglos de coleccionismo regio, con todo lo que eso significa. Es un relato de nuestra propia historia.
–Parece que la gente no acaba de entender ese concepto del Patrimonio Nacional, la titularidad de estos tesoros.
–En efecto, a veces nos dicen: veláis los bienes del Rey. Y no es así. Estos bienes fueron patrimonio de los Reyes de España, pero desde la Segunda República son un patrimonio de todos los españoles. El Patrimonio Nacional es un organismo público, dedicado al cuidado y el mantenimiento de estos bienes. Otra cosa es que la ley establezca que están al servicio del Jefe del Estado, en la alta representación que le confiere la Constitución.
–Otra de las críticas sobre la Galería es que desviste un santo para vestir a otro, es decir, que traen cosas a Madrid de La Granja o de El Escorial, devaluando el potencial turístico que tienen esos otros Reales Sitios.
–Yo creo que es todo lo contrario. Me duele decirlo de esta manera, porque parece que nuestros fines son turísticos y no es así, pero es que con la Galería dotamos a los Reales Sitios de la mejor oficina turística que podrían tener. Mire, en La Granja tenemos casi 14.600 piezas. Es un edificio bellísimo, lleno de obras de arte. Pero, si hay algo que le da un contenido propio, eso son sus fuentes. Pues bien, de La Granja hemos traído solo 35 piezas y algunas son llaves de su hidráulica. Otro caso es el del Monasterio del Escorial, que es en definitiva uno de los grandes museos de pintura española. De allí hemos traído el 'Cristo crucificado' de Tiziano, que el público no lo visita porque está donde lo colgó Velázquez, en la sacristía. En cambio, no hemos traído 'La túnica de José', de Velázquez, que también está en esa sacristía. Hemos sopesado mucho lo que podíamos traer y por supuesto las piezas volverán a su lugar de origen.
–¿Cómo van a hacer esa anunciada rotación de una tercera parte de las cerca de 600 piezas que ahora exhiben sobre las 170.000 que custodia Patrimonio Nacional?
–Eso ya está ocurriendo. Es algo normal en los museos. Por ejemplo, hemos expuesto la primera edición de 'El Quijote' o el 'Libro de la Vida', de Santa Teresa de Jesús. Cuando el conservador o el bibliotecario de El Escorial nos recomiendan su rotación, lo hacemos. Ahora estamos trabajando en la 'Sala de la Dormición', en las Descalzas Reales. Como es una zona de clausura, solo se ve diez días en agosto. En su techo hay una bellísima 'Asunción de la Virgen', de Luca Giordano. La estamos restaurando y antes de su devolución al monasterio expondremos en la Galería algunas de sus piezas.
–Y acaban de inaugurar el programa 'La obra invitada', con el 'Felipe II' de Antonio Moro, que es del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
–Sí, es una obra espléndida que encaja por el retratado y por su autor en nuestro discurso expositivo. Estamos viendo con qué periodicidad haremos este programa. Pero es muy satisfactorio para nosotros que la obra del Bellas Artes de Bilbao lo haya inaugurado. Ya estamos dialogando con otras instituciones como el Museo de Artes Decorativas, la Biblioteca Nacional o la National Gallery de Londres.
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