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Manuel Ángel Castañeda, presidente del Ateneo; Alicia Viladomat, nieta de Pilar de Valderrama y autora del libro, y Carlos Aganzo, escritor y presidente de la Fundación Vocento. Juanjo Santamaría
«Detrás de la musa de Machado había una mujer emblemática, inteligentísima y muy valiente»
Aula de Cultura de El Diario Montañés

«Detrás de la musa de Machado había una mujer emblemática, inteligentísima y muy valiente»

Alicia Viladomat, nieta de Pilar de Valderrama, y el escritor Carlos Aganzo han dado a conocer en el Ateneo a la «gran figura intelectual» que se escondía detrás de la conocida como Guiomar

Rosa M. Ruiz

Santander

Martes, 7 de mayo 2024, 18:50

Alicia Viladomat lleva más o menos una década intentando desmitificar a la última musa de Antonio Machado. Una mujer a la que en sus poemas se refería como Guiomar y de la que incluso se llegó a especular que era una personaje de ficción. Esa mujer era su abuela, Pilar de Valderrama, una escritora, dramaturga, académica de hispanoamérica y miembro del Lyceum Club Femenino que defendía el sufragio de las mujeres. «Esa era mi abuela, una mujer que además guardó hasta su muerte un secreto que jamás compartió conmigo en los 22 años que vivimos juntas, que era el amor del gran poeta». Así lo ha contado este martes, Viladomat en una nueva sesión del Aula de Cultura de El Diario Montañés, que tuvo lugar en el Ateneo y en la que presentó el libro: 'Pilar de Valderrama: Memoria de un gran secreto' (Sial Pigmalion). Lo hizo acompañada de Carlos Aganzo, poeta, escritor y director de la Fundación Vocento, quien también se ha convertido en el gran aliado de Viladomat en la recuperación de una figura, Pilar de Valderrama, que más allá de pasar a la historia por ser el amor secreto de Machado, tenía sobrados méritos para ser conocida y admirada. Ambos, la reivindicaron durante la presentación de esa obra que en realidad son dos. Por un lado Viladomat escribe en doce capítulos los años que compartió con su abuela, apoyada con la documentación que tras su muerte encontró en su archivo, anécdotas familiares y fotografías. Por otro, se incluye la reedición de las memorias que escribió la propia Pilar de Valderrama. Un libro que tras su muerte «como ella había pedido» publicó Plaza&Janés en 1981 con el título de 'Sí, soy Guiomar. Memorias de mi vida» y que hasta ahora era imposible encontrar.

Las frases

Autora

Alicia Viladomat

«Mi abuela se llevó su gran secreto a la tumba porque siempre quiso respetar a su marido y a sus hijos»

Escritor y poeta

Carlos Aganzo

«Pilar de Valderrama ya ha dejado de ser la musa Guiomar y es por fin una figura de gran valor con su propio nombre y apellido»

En 1950, Concha Espina, sorprende con la publicación del libro 'De Antonio Machado a su grande y secreto amor' en el que sin dar su nombre, pero sí los suficientes detalles para que los que la conocían supieran a quién se estaba refiriendo, da a entender que la Guiomar de los últimos poemas de amor de Machado era su íntima amiga Pilar de Valderrama. Esta última nunca confirmó ni desmintió hasta que a su muerte se hicieron públicas esas memorias. Ni siquiera se lo contó a su nieta. «Cosa que con los años entiendo y comparto. Ella estaba casada, respetaba intelectualmente a su marido –Rafael Martínez Romarate, fundador del Teatro Fantasio– y no quiso hacerle daño, ni a él ni a sus hijos. Quiso llevarse su secreto a la tumba y así lo hizo», explicó Viladomat.

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En estos últimos años, esta psicóloga decidió dejar su carrera para hacerse cargo del legado de su abuela. Un archivo inmenso «en el que todavía hay una gran documentación por descubrir» que da cuenta, a base de reseñas y sobre todo cartas de sus «confidentes», del papel de Pilar de Valderrama en el entramado cultural de los años anteriores a la Guerra Civil. Porque junto a las cartas del «gran poeta» –que es como se refirió Alicia Viladomat a Machado durante toda la presentación– también hay escritos algunos de esos confidentes animándola a revelar su «secreto». Esos amigos que además de la propia Concha Espina eran figuras como Gerardo Diego, Jorge Guillén, Luis Castillo Mora, Eliodoro Carpintero, José Luis Cano y Justina Ruiz de Conde. Pero además, en su larga vida, la Guiomar de Machado mantuvo relación de amistad con Juan Ramón Jiménez, Azorín, Unamuno...

Sin embargo su nieta, que ha tardado tres años en escribir el libro que ha presentado este martes en Santander, reivindica, con la ayuda de Aganzo que es el autor del epílogo, a esa mujer escritora, autora de poemarios como 'Las piedras de Horeb' y 'Holocausto' –en el que muestra la desolación por la temprana muerte de uno de sus hijos– y de varias obras de teatro. «Una autora defensora de los derechos de la mujer, pero nunca en detrimento de los hombres». Una mujer «valiente y sobre todo inteligentísima como demuestra toda la documentación que se conserva. Se ha llegado a decir que se había aprovechado del gran poeta para tener notoriedad, pero cuando se conocen en 1928 ella ya era académica», reclama.

Carlos Ganzo, por su parte, recordó que se acaba de clausurar una exposición en el Instituto Cervantes de Madrid con Pilar de Valderrama como única protagonista que ha demostrado que «ya ha dejado de ser Guiomar. Es una figura intelectual con su propio nombre y apellido que por fin se ha puesto en valor». En los cuatro meses y medio en los que ha estado abierta esa exposición ha sido visitada por 30.000 personas.

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