
«A muchas generaciones de españoles nos han robado la memoria»
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Carlos Hernández, periodista y escritor, presenta hoy en Santander su segundo libro, 'Los campos de concentración de Franco', fruto de tres años de investigaciónConocer el pasado es la mejor receta para poder afrontar el presente y el futuro con mayores garantías, pero eso no siempre es posible. En ... el caso de España, de su Guerra Civil y de la dictadura de Franco, ese objetivo se torna más difícil si cabe. El periodista y escritor Carlos Hernández (Madrid, 1969) ha publicado su segundo libro, 'Los campos de concentración de Franco', una obra que presenta esta tarde, a las 19.30 horas, en la librería La Vorágine (Santander) y en la que ha invertido más de tres años de trabajo e investigación para tratar de ofrecer una visión completa del sistema de concentración de prisioneros que existió en España desde la guerra hasta la Dictadura.
-¿Cuándo surge la motivación para escribir este nuevo libro?
-Surgió mientras estaba investigando para mi libro anterior, sobre los españoles que habían estado en los campos de concentración nazis y, curiosamente, fueron algunos de esos supervivientes, hombres con más de 90 años que había sufrido el infierno de Mauthausen o de Buchenwald, los que me animaron a escribirlo. Me dijeron que debía investigar los campos de concentración que hubo en la España de Franco, que son todavía más desconocidos que los campos nazis.
-¿Qué le llevó a dar el paso y comenzar la investigación?
-La clave fue que me di cuenta de que no tenía ni idea de esta realidad. No me lo habían contado en el colegio, no me lo habían enseñado en la facultad de periodismo, ni siquiera después de 20 años trabajando como periodista el tema se había abordado prácticamente en ningún medio de comunicación. Fui consciente de que a muchas generaciones de españoles nos habían robado la memoria, la historia real que había ocurrido en España, y eso me impulsó a convertir esa investigación personal en un proyecto que me permitiera poner mi granito de arena para que las generaciones actuales y futuras no pasen por lo que nosotros pasamos.
-¿Cómo ha sido el proceso de documentación y escritura?
-He desarrollado dos líneas de investigación. La primera ha sido la más dura, ardua y larga, que ha sido la archivística, la de buscar documentos. La investigación está centrada en los campos de concentración oficiales, y por eso mi trabajo ha recaído sobre los archivos, principalmente los grandes archivos militares españoles, y en los de las fundaciones privadas. La otra gran vía de investigación ha sido la de los testimonios. He buscado el mayor número de supervivientes posible, aunque he encontrado muy pocos por su edad.
-¿Cómo resumiría el retrato que ofrece en este libro de los campos de concentración franquistas?
-Fue un sistema de campos de concentración perfectamente diseñado en el que encerraron a cerca de un millón de prisioneros en los 296 campos que he documentado, todo ello con cinco objetivos específicos. El primero, un exterminio selectivo de aquellas personas más vinculadas a la democracia republicana. El segundo era investigarles para que ningún prisionero quedara en libertad sin haber sido antes depurado. El tercer objetivo fue la explotación laboral de esos cautivos para que contribuyeran de diferentes formas en el esfuerzo de guerra. El cuarto objetivo era el de reeducar a los prisioneros, intentar lavarles el cerebro para, después de haberles vencido en el campo de batalla, derrotarles también intelectual e ideológicamente y reconvertirles. En cuanto al quinto y último, es el puramente punitivo, que los prisioneros sufrieran, que purgaran sus culpas por haber permanecido leales a la democracia republicana.
-¿Cómo fue esa realidad en el caso de Cantabria?
-Cantabria es una región especialmente significativa. En primer lugar, debido al tamaño del territorio y de la población, podríamos decir que probablemente fue la región que tuvo proporcionalmente una mayor densidad de campos de concentración y una de las cifras de prisioneros más importantes. Estamos hablando de 10 campos de concentración en el territorio cántabro. En cuanto a la cifra de prisioneros estaríamos hablando de entre 50.000 y 100.000. En esta región existieron dos grandes núcleos concentracionarios como Santander y Santoña, ambos con varios campos de concentración. De los diez campos varios tuvieron una duración relativamente corta pero otros duraron varios años, como el de la Magdalena o alguno de los que existieron en Santoña.
-¿Cómo podemos superar la fractura social que aún existe en la sociedad española?
-Con la verdad. No se puede vivir en un mundo construido a base de mentiras, como ocurre en España en este caso.
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