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El nuevo libro de Marcos Díez es un canto a una vida que devoramos al tiempo que nos devora. Celedonio Martínez
Una reflexión vital en 52 fragmentos, nuevo libro de Marcos Díez

Una reflexión vital en 52 fragmentos, nuevo libro de Marcos Díez

Valnera literaria publica mañana lunes esta serie de artículos escritos entre 2015 y 2017, a modo de apunte, sobre asuntos esenciales pero alejados de la actualidad

Guillermo Balbona

Santander

Domingo, 3 de diciembre 2017, 09:58

Sus 'Puntos de apoyo' eran ya un poema periodístico, una crónica poetizada, el relato de un náufrago que mostraba sus heridas abiertas, las cicatrices desnudas a pecho de bolero y acelerador. Y en 'Combustión' había poemas en diálogo y en colisión. Ahora el poeta, escritor y periodista Marcos Díez (Santander, 1976) publica un nuevo libro «de fragmentos, de pinceladas de corte reflexivo sobre asuntos que no forman parte de eso que llamamos actualidad pero que me parecen esenciales»- un puente de prosa antes de cruzar otra vez a principios de 2018 a la poesía- que, sin embargo, conserva muchos de los temas que recorren su creación poética. 'El festín', que ve la luz mañana en la editorial cántabra Valnera, será presentado el próximo día 19 en la librería Gil por Keruin, coeditor de Revista 'Amberes'.

La obra, estructurada en cuatro apartados, Niebla, Daltónico, Piedras y espejos y Cuando no se puede, recoge una serie de artículos escritos entre los años 2015 y 2017. Cada uno de ellos es en realidad un apunte, «una cavilación de brocha gorda, sobre algún asunto alejado de la actualidad que, de forma reiterada, acaba dando vueltas en mi mente». La ceguera ante lo que es esencial y, sin embargo, pasa desapercibido tantas veces ante nuestros ojos, la pura alegría ante la mera existencia, la naturaleza, la contemplación, la enfermedad y la muerte, la autoparodia, los afectos, el lenguaje y los límites de la voluntad son algunos de los temas que abordo.

Pese a tratarse de reflexiones en primera persona, hay también un personaje y algo de caricatura, de autoparodia, con la que el autor trata de quitar un poco de dramatismo al yo. Porque, sí, «es necesario mirar de frente los lados oscuros de la existencia para tomar conciencia de la vida, pero también hay que saber reírse de uno mismo y pinchar un poco la burbuja del yo. Así, en los artículos aparece el torpe, el despistado, el disperso, el daltónico, el hipocondríaco...».

El director de Santander Creativa publica a principios de año en Visor, 'Desguace', su poemario premiado el pasado mes

De ninguno de ellos, confiesa Díez, «aunque en algunos casos lo pueda parecer, tengo una idea demasiado clara, más bien al contrario. Es frecuente que tras pensar sobre algún asunto acabe más confundido de lo que estaba antes de comenzar a meditar sobre él». El libro (propone) se puede leer de forma desordenada porque así, desordenado, suele ser mi pensamiento».

«La vida es un festín al que sólo se puede acceder a través de la extrañeza». El libro de Marcos Díez se ha concebido como «un canto a una vida que devoramos al tiempo que nos devora, una celebración que tiene su origen no en un optimismo ciego sino en la certeza de que todo puede ir a peor en cualquier instante». Ese vitalismo que nace del reconocimiento de la fragilidad es uno de los ejes de un libro existencial en el que se entremezclan lo áspero y lo festivo.

El autor desvela que muchos de los temas que aborda en este dietario reflexivo ya asoman en su poesía: «La fragilidad de los cuerpos, la enfermedad, los límites de la existencia, los efectos del paso del tiempo en la conciencia y en la carne, el lenguaje como base del pensamiento, los afectos, la identidad, la vida como narración, las ficciones de la memoria...».

En el libro, además, incluye una serie de artículos sobre los límites de la voluntad y el peso del azar y de las circunstancias. «Estamos en una sociedad que subestima las circunstancias y el azar y que deposita toda la responsabilidad en la voluntad de los individuos. Pero la voluntad es necesaria pero querer hacer algo y esforzarse no garantiza que consigamos aquellas cosas que perseguimos porque hay otros elementos en juego que nos condicionan de forma importantísima. «¿O es que, de pronto, toda una generación de jóvenes tiene en un alto porcentaje empleos precarios sólo porque no se esfuerza lo suficiente? Las circunstancias son claves, y el azar también», sostiene Marcos Díez.

El director de la Fundación Santander Creativa, quien también ha estado vinculado al mundo audiovisual como director y guionista de los cortometrajes 'Fe' y 'Todo incluido' aborda «la autoparodia para desdramatizar el yo, la importancia del lenguaje en la construcción del pensamiento, el sentido vital a través de los afectos, el azar, las circunstancias y los límites de la voluntad son otros de los ingredientes de este festín de medio centenar de fragmentos en los que el autor se sumerge en lo confuso en busca de una claridad mayor».

'El festín' aparece, además, en un momento clave en su biografía literaria tras lograr que su último libro de poemas, 'Desguace', obtuviera el Premio Ciudad de Burgos de poesía. La obra verá la luz en 2018 en Visor.

La vida de los nombres

Formado por poco más de cuarenta poemas, como sucedió con 'Combustión', 'Desguace' es un guiño a una infancia en un taller mecánico pero, más allá de eso, hace referencia a algo que yo llamo 'desguazar la vida de los nombres'.

Y una declaración de intenciones subyace en la obra: «Necesitamos el lenguaje para pensar, para sentir y para ser pero, a veces, el lenguaje limita la percepción y la conciencia. Conviene en ocasiones huir del lenguaje, de su orden, de sus significados y de sus clasificaciones, para poder tener una visión más limpia, nítida y abierta de las cosas y de nosotros mismos».

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