Secciones
Servicios
Destacamos
PILAR G. RUIZ
Jueves, 29 de septiembre 2022, 07:24
Con más de 30 novelas a sus espaldas, Elia Barceló (Alicante, 1957), no es solo una autora prolífica en cuanto a cantidad, sino también versátil en cuanto a géneros. Ciencia ficción, terror, relatos cortos o novela negra, como su libro más reciente, 'Muerte en Santa ... Rita'. Nada se le resiste a esta creadora que escribe para público joven y adulto, traducida a más de diez lenguas y que estará esta tarde en Santander en el encuentro Biblio Fest Joven, promovido por la Biblioteca Central de Cantabria (19.00 horas).
-Va a encontrarse en Santander con su público más joven. ¿Es un reto hablar con ellos de su trabajo como novelista?
-Me gustan muchísimo porque me siento muy a gusto con la gente joven. Siempre tengo la sensación de que estoy mirando de cara al futuro. Aparte, tengo buena memoria y me acuerdo de cómo me sentía yo con esa edad, lo angustiosa que podía llegar a ser esa inseguridad. Me lo paso bien y me gusta escribir para ellos.
-¿Qué cuestiones suelen trasladarle en iniciativas como esta?
-Al principio tratan de hacer preguntas diligentes e intelectuales y poco a poco les voy dando más confianza y se van soltando. Alguno me pregunta si de ser escritora se puede vivir. Está bien que vean que esto es muy glamuroso de aspecto pero hay que trabajar mucho y no se cobra como un futbolista.
-¿La literatura juvenil debe contener una misión educativa intrínseca?
-Creo que la literatura, tanto de jóvenes como de adultos, desde el punto de vista de lectora y ser humano, tiene que dar placer y reflexión. El placer significa pasárselo bien, igual que tomando algo o jugando un videojuego, pero también un placer estético. No olvidar que la literatura, al fin y al cabo, según la RAE es un arte; arte bello que utiliza como herramienta la palabra. Ese placer puede ser evasión, santuario, irte de tu propia vida. Y la parte de la reflexión sucede cuando cierras el libro y a través de la identificación con los personajes, te preguntas qué habrías hecho en esa situación. Puedes llegar a aprender en cabeza ajena en lugar de sufrir en la tuya.
-Si la literatura es arte, ¿se siente artista?
-Sí. Suena poco modesto, pero tengo una intencionalidad de ser artista. Cuando me pongo a trabajar en una novela trato de dar lo mejor que puedo dar. Que salga lo más cercano a como yo lo imagino en mi cabeza y que se acerque en lo posible al arte.
-Afirma: «Mis novelas son historias que le suceden a alguien; no son crucigramas donde lo único que importa es la solución»
-Tengo una suerte infinita. Pienso durante mucho tiempo en lo que va a pasar, en los personajes, antes de escribir. Suelo estar escribiendo una y pensando en la siguiente. No tengo que fabricar personajes, sino que los encuentro, los descubro, los conozco, como cuando conoces a una persona en un café. Nunca les pongo nombre, por ejemplo; antes o después me dicen cómo se llaman.
-Cuando esos personajes ya están en la calle y son de todos, ¿qué parte se queda con usted?
-Ellos. Se quedan conmigo en mi recuerdo como compañeros de universidad o la gente con la que hice teatro. Recuerdos de comportamientos, miradas, frases que decían. Por eso me da un poco de lástima dejarlos ir y en algunas novelas utilizo personajes que ya utilicé en otras.
-¿Qué se siente al sentarse a escribir sabiendo que en torno a 500.000 personas leen sus libros?
-(Ríe) Eso no lo pienso, o me asustaría mucho. Yo escribo lo que a mí me gustaría que me contaran. Sé que tengo un número de lectores que me siguen y me hacen saber que irán a donde yo les quiera llevar, porque cada novela es diferente. Lo único que hago cuando estoy escribiendo es verme leyéndolo y pensando qué querría que pasara.
-Ha cambiado la creciente ola de frío escandinavo, trasladando su novela negra 'Muerte en Santa Rita', al Mediterráneo
-Sí, señora. No podía más de tanto frío, tanto bosque y sobre todo, de tantos inspectores obsesos que pierden su familia y amigos por los casos, se vuelven alcohólicos...De esas ya he leído 200, así que me llevé el relato a mi tierra, con los jardines y las buganvillas y a disfrutar. También hay crimen, claro, que siempre le da vida a una novela.
-Cómo lectora, ¿por qué género tiene debilidad?
-Uf, soy absolutamente omnívora, pero lo que me gusta es fantástico, ciencia ficción o criminal. Me gusta menos lo normal; para que me cuenten historias que me puede contar alguien que se sienta a mi lado en el tren o que las veo con mis ojos o en los periódicos, no me vale la pena. Necesito algo original, distinto, algo que no suela pasar. No tienen que ser monstruos fantásticos, pero algo que no pase en mi vida.
-Hablando de monstruos; en 'El efecto Frankestein' ¿hay también una reivindicación de Mary Shelley?
-Sí, absolutamente. 'Frankenstein' es una novela que me gusta mucho y he leído en distintos momentos de mi vida. Eso supone ir cambiando de punto de vista, pero una cosa que siempre he percibido es la bestial irresponsabilidad de Frankenstein, que construye un ser vivo y cuando se da cuenta de lo feo que es lo abandona y ya está. El monstruo es el que lo ha hecho. Quería hablar de que uno es responsable de lo que crea o como decía El Principito, por lo que domestica. Las decisiones tienen consecuencias y no todas son reversibles.
-Y como autora, ¿cómo ha cambiado respecto a aquella escritora de finales de los 80 y la actual?
-Supongo que me he hecho vieja (ríe). Como escritora creo que no he cambiado mucho. Sigo siendo una persona que se enamora de sus historias y las escribe con toda la pasión del mundo, pero me he ido dando cuenta de que no todo el mundo es bueno. Algo que pensaba con 18 años. Hay gente tan egoísta que no le importa dañar a los demás y gente realmente mala. Cuando escribo para jóvenes trato de que no se pierda la esperanza y el optimismo.
-Impartía clases de literatura en la universidad. ¿Lo hacía utilizando a los clásicos o renovaba el repertorio con obras más modernas?
-De todo. Lógicamente tenía que cubrir parcialmente la historia de la literatura y de vez en cuando tenía opción de hacer clases más prácticas, directas y de contacto con los alumnos y ahí elegía por ejemplo las figuras femeninas en la novela negra o los personajes en ciencia ficción. La gente tenía la idea estúpida de que la ciencia ficción es el único género que aporta temas nuevos, más allá del amor, la muerte y las pasiones de la vida, que son los clásicos de la literatura. Robótica, ecología, avances de la ciencia...
-La señalan como una de las principales escritoras españolas de ciencia ficción. ¿Considera justo que se añada esa coletilla?
-Son esas pequeñas batallas que una va librando. Cuando empecé con la ciencia ficción me fastidiaba que dijeran la mejor escritora. ¡Y la única!, pensaba yo. Prefería que dijeran uno de los grandes escritores, porque así me medían con mis compañeros varones. Ahora insisten con la ciencia ficción cuando en 30 novelas, solo tres son de ese estilo puro. A veces la gente es un poco perezosa; mira un par de cosas en internet y saca conclusiones de ahí. Varias veces han dicho que me han dado el premio TP de oro, algo que solo le dan a la gente de televisión.
-En realidad es el premio Edebé, que entre otros muchos, se lo ha llevado tres veces.
-Sí, la primera con 'El caso del artista cruel', diez años después con 'Cordeluna' y hace tres con 'El efecto Frankenstein'. Es un premio que me ha acompañado siempre y no descarto volver a presentarme si tengo algo que merezca la pena.
-¿Qué hace para evadirse?
-Es una excelente pregunta (ríe). Leer y ver películas es algo que me gusta mucho, pero también dibujar. He empezado a aprender acuarelas. Trabajar con plantas y cocinar. Todo eso me va. Me educaron viendo que todos los que me rodeaban eran gente muy trabajadora. Cambiando de trabajo también se descansa, decía mi abuela. Y eso hago.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.