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El bailarín y coreógrafo Nacho Duato DM
«A mí se me llama maestro en todas partes menos en España, un país sin cultura de danza»

Nacho Duato

Coreógrafo
«A mí se me llama maestro en todas partes menos en España, un país sin cultura de danza»

El coreógrafo y bailarín Nacho Duato presenta hoy en el Festival Internacional de Santander tres de sus obras más emblemáticas: 'Jardí Tancat', 'Duende' y 'Na Foresta'

Miércoles, 21 de agosto 2024, 07:15

«A mi edad se me llama maestro en todas partes menos en España», ironiza Nacho Duato (Valencia, 1957). En Estados Unidos, en Rusia, en Francia, en Capri, de donde acaba de regresar tras recoger un premio. En su propio país, con una lengua de frondoso vocabulario, se le resiste, aunque sin embargo se designe así a un director de orquesta, un músico o…un torero. Porque le ven más «como bailarín», razona o «por el poco apego que tenemos al ballet y a la danza», lamenta. Aunque no le molesta. «Si te llaman maestro y no te respetan, pues prefiero el respeto, que sí que lo siento, y que me llamen Nacho», ríe.

El coreógrafo más destacado en la historia de la danza española regresa a Santander con su nueva formación, la Compañía Nacho Duato, integrada por jóvenes bailarines. Esta tarde, en el marco del Festival Internacional de Santander, representarán tres de sus creaciones más emblemáticas; 'Jardí Tancat', 'Duende' y 'Na Foresta'.

En 1983 creó la primera de ellas «y todavía se baila en todo el mundo; eso es el premio», afirma. Permanece en el repertorio de más de cien compañías por ser «un trabajo bien hecho» de un coreógrafo que no quiere estar a la moda.

Hoy en día, acostumbrados a las bengalas, «gente que de repente sale, se hacen muy famosos y no duran más que una centellada, un par de años», para el valenciano, el mejor reconocimiento es haber sido «como una vela en un rincón, que no se ha apagado en más de cuarenta años». Una vela, que tímidamente sigue alumbrando.

Gestión

«El bailarín profesional es maravilloso, pero tan difícil como lidiar con un pura sangre»

Ahora alumbra el talento de jóvenes bailarines, que tras pasar por el Nacho Duato Trainee Program, se incorporan a la Compañía Nacho Duato. Destaca de ellos su energía y su buena disposición constante. «El bailarín profesional es maravilloso, pero difícil, como lidiar con un pura sangre, pero con los jóvenes siempre estás de buen humor».

Realizan un trabajo intenso que abarca toda la escala de labores. Él mismo ha estado tiñendo un par de faldas estas semanas. Entre todos cargan y descargan el telón, llenan las cajas de los vestuarios…A pesar de esas dificultades, le gusta mucho y da cierta perspectiva mientras mantiene su meta: dar oportunidades a chicos y chicas que tienen talento, pero no facilidades económicas».

Este año ha repartido 75.000 euros en becas. Con la ayuda, tan solo, de la Casa de México. Ha llamado a la puerta de distintas instituciones, pero no ha habido respuesta positiva. Pero no desisten y giran con la ilusión como motor y el esfuerzo como gasolina. «Una vez pisas el escenario, entiendes lo que es bailar». Y esa es la primera gran recompensa que está dando al equipo que pasa por su exigente ojo crítico y se incorpora a las filas bajo su propio nombre.

Diferentes visiones

Mañana, Duato partirá de nuevo hacia Rusia, donde comanda una compañía de 180 bailarines, orquesta, veinte espectáculos al mes de ballet, quince de ópera y cada año un clásico grande. El último, 'Don Quijote'. Antes estrenó 'Carmen' y en octubre estrena 'Oneguin'. Todo, a lo grande. Una de las producciones, por ejemplo, 'El Lago de los Cisnes', conlleva una inversión de casi dos millones de euros y supone una celebración cultural por parte de la audiencia.

«Una gran diferencia» que tiene mucho que ver con la formación. «Debería haber una educación más sensible y más transversal»; historia a través de la pintura, matemáticas a través de la música, porque «la música y el ballet son geometría pura». Pero, «España no es un país musical».

Cantabria

«Siempre hemos tenido mucho éxito y muy buena acogida en Santander, una ciudad muy agradable»

Con el paso del tiempo, reconoce que «cada vez me detesto más la danza moderna». «Si yo hubiese nacido en Francia y hubiese hecho clásico desde el principio, las cosas habrían sido distintas», pero al haber nacido en un país donde no había compañías, tuvo que empezar con expresión corporal y otras materias que derivaron en el contemporáneo, para más tarde ir acercándose al clásico «lo que realmente quería hacer desde el principio». No había compañía por aquel entonces «y ahora creo que tampoco, porque hay una que de clásico tiene muy poco», dice con sarcasmo.

«No hay cultura de danza en este país», señala. Una idea que comparte con el que será director de la Compañía Nacional de Danza hasta la próxima semana, Joaquín De Luz, invitado a dejar el cargo por el Ministerio de Cultura. Un cargo que durante una década ocupó el propio Duato hasta que se repitió la misma situación. Ambos ponen de manifiesto la falta de medios y estructuras que amparen el desarrollo de la danza como un arte de primer orden. «Si no tienes dinero, no puedes hacer clásico. Es como querer hacer una gran producción de Hollywood con 50.000 euros». Resultados mediocres que prefiere evitar. «Tocar la novena de Beethoven con un piano y una pandereta, no puede ser».

Agenda del Festival

Hoy. Sala Argenta. Palacio de Festivales 20.00h. Compañía de Nacho Duato. Programa: 'Jardí Tancat', 'Duende' y 'Na Floresta'.

Hoy. Marcos Históricos. Viérnoles. Iglesia de San Román. 21.00 horas. Iris Azquinezer, violonchelo. Programa: 'Azul y Jade'.

Mañana. Sala Argenta. 20.00h Orquesta Barroca de Friburgo. Kristian Bezuidenhout, fortepiano. Programa: Mozart, Sinfonía en La Mayor K. 201, Concierto para piano en Sol Mayor K. 453. Bach, Sinfonía en sol menor Op. 6 No. 6 y oncierto para piano en Mi bemol Mayor K. 271 Jenamy.

La memoria de Nacho Duato está construida a base de viajes y aviones, en un movimiento eterno que le ha enriquecido mucho. Juega a relacionar ciudades al azar con ballets suyos representados en esos destinos. Ahí aparece Cantabria. En Santander estrenó 'Romeo y Julieta'. Aquí abrió, un ocho de enero, día de su cumpleaños, con 'Coming Together', el fondo de la Sala Argenta y mientras los bailarines danzaban, la bahía hacía telón escenográfico excepcional. «Siempre hemos tenido mucho éxito y muy buena acogida, es una ciudad muy agradable».

«Me da rabia decirlo, pero es así». De Nueva Zelanda a Corea o a Ciudad del Cabo, en donde tendrá otro estreno a final de año. En todos ha bailado. «No hay otro español así, que tenga este nombre en el mundo ni este número de ballets en todas partes». Un hecho que, asume, produce rechazo. «Sé que a mí se me prefiere cuanto más lejos mejor».

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