Lolita Flores, 'Poncia' en la nueva visión del mítico personaje de García Lorca, recala en el Palacio

La Orquesta Sinfónica del Cantábrico surge en 2019 por iniciativa de un grupo de músicos profesionales y nace como la primera formación sinfónica profesional de Cantabria, con el objetivo de convertirse en un sólido proyecto cultural para la región capaz de encontrar y retener el talento musical. Su creación cubre una importante necesidad, ya que es la única autonomía sin una formación orquestal profesional. La Oscan, más allá de ofrecer conciertos sinfónicos en formato clásico, ha impulsado incluso sus propios proyectos musicales, como la ópera-tango 'María de Buenos Aires', el homenaje a Federico García Lorca con 'Poema del Cante Jondo' o el proyecto didáctico 'Esto me suena'. Y ha acompañado sobre el escenario a destacados solistas como el músico Abraham Cupeiro, con su proyecto 'Pangea', o la pianista Isabel Dobarro, en un homenaje a Clara Schumann. Hace un año, en formato de orquesta de cuerdas, la Oscan y el pianista José Imhof estrenaron en España el 'Concierto para piano y orquesta de cuerdas nº 3' de Philip Glass.

La primera cita teatral del mes de mayo llega de la mano de Lolita Flores que encarna el personaje mítico del poeta. La obra, construida a partir de 'La casa de Bernarda Alba' y otras obras lorquianas, se postula como una completa aproximación a uno de los personajes más memorables de la dramaturgia española. Lolita Flores encarna a la criada en un monólogo que arranca tras la trágica muerte de Adela. 'Poncia' habla de libertad, culpa, clase, educación y sexo, entre otras cuestiones, a partir de una voz que ha sido maltratada y silenciada. Un profundo análisis del personaje que rescata las intervenciones de Poncia y las convierte en reflexión, soliloquios, diálogos con fantasmas y sombras. De este modo, «se alumbra un nuevo mirar dentro de la casa». Poncia «siempre me ha sugestionado como ningún otro personaje de los que habitan en la casa de Bernarda Alba», apunta Luque. «Los personajes de las criadas encierran un enigma interesante: son testigos de los avatares de sus dueños y amos, conocen la verdad del interior de las casas y poseen la filosofía oculta de las clases populares». El director asegura con firmeza que «el alma de 'la Poncia' se abre para insistir en la necesidad de transferir a los demás la idea de amarnos en libertad».