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«Si él pudiese ver este espacio estaría enormemente feliz», explicaba ayer, con un punto de emoción, Elena Cuevas compañera de vida de Pablo Hojas quien desde ayer da nombre al nuevo espacio Casyc Photo, en el edificio de la Fundación Caja Cantabria con entrada ... por la calle San Celedonio. Cuevas, quien solo tiene palabras de agradecimiento para todos los compañeros, amigos, e instituciones que desde su muerte, en julio de 2022, no han dejado de homenajearle, no olvida el tributo de la UIMP, donde trabajó durante tantos años, y los de la Fundación Caja Cantabria que culmina todos esos actos con la puesta en marcha de este espacio en el que la huella de Pablo Hojas, con un buen número de fotos de su Colección Permanente está bien presente.
Pero no es esto lo único que la emociona, sino el espíritu con el que nace esta iniciativa que coordinan Raúl Lucio, Javier Vila y Javier Lamela «tres grandes amigos de Pablo y por lo tanto tres grandes amigos míos». Y es que la iniciativa, que ayer se inauguró y que hoy acoge una jornada de puertas abiertas de 18.00 a 20.00 horas, se ha marcado el objetivo de convertirse en el espacio de todos los aficionados a la fotografía. «Si por algo se caracterizaba Pablo Hojas es porque no le daba importancia al tipo de cámara que tenías, ni a la formación con la que contabas. A él lo que le importaba era el interés que mostrabas por la fotografía y ese espíritu es el que queremos que tenga este espacio», señala Lamela. También recuerda que él llegó a Santander desde Argentina hace 23 años y que como tenía conocimientos de fotografía decidió visitar el estudio galería de Pablo Hojas. Aquel encuentro «me abrió las puertas a la ciudad en todos los sentidos porque no solo me presentó a sus amigos, que hoy son los míos, y a su familia que, también es ya la mía, sobre todo, fue mi apoyo en aquellos días en los que me sentía perdido y me preguntaba qué hago yo aquí».
Dos de esos amigos son Javier Vila y Raúl Lucio. A este último no le resulta difícil decir lo que Pablo Hojas significó para él: «Es fácil: un maestro de la fotografía que cambió mi mirada». La de Vila, fue una amistad más tardía, como él mismo rememora, una relación que pasó desde la admiración que le tenía como profesional hasta la que finalmente le profesa como persona. «Sabía de su trabajo, pero cuando finalmente le conocí encontré a un hombre generoso, apasionado y que enseñaba con una gran humildad y generosidad todo lo que sabía».
Esa misma pasión es la que quieren impulsar desde el espacio que ahora coordinan y que estará abierto a todas las personas que tengan «un mínimo interés en la fotografía», como a las que Hojas brindaba su apoyo en sus cursos de Polientes o en cualquier otro foro en el que participase.
Lamela insiste en que Casyc Photo Caja Cantabria tiene sus puertas abiertas a fotoperiodistas y artistas; aficionados con muchos conocimientos, pero también con pocos y le ilusiona especialmente que el estudio plató de este espacio podrá ser utilizado por los que lo necesiten para sus trabajos.
Raúl Lucio señala, y en esto están de acuerdo los tres, la «doble suerte» que se ha dado para que el espacio vea la luz. «Por un lado, los tres coordinadores, nos entendemos casi con una mirada, tenemos planteamientos muy similares y nos es súper fácil trabajar juntos. Por otro lado, la generosidad y las facilidades que nos están dando desde la Fundación Caja Cantabria y el equipo de Juan Muñiz –presentes ayer en la inauguración– que hace que todo el proyecto, que es muy pequeño en el arranque, esté saliendo rodado».
Una fortuna que ha unido el interés de la Fundación Caja Cantabria, que quiere dedicar uno de sus espacios a la fotografía y de paso recordar a Pablo Hojas, y el de un grupo de apasionados al medio fotográfico, dispuestos a agitar la vida cultural de la ciudad. «La verdad es que nuestra experiencia previa en proyectos de este tipo –Desvelarte, La Caverna de la Luz o Espacio Imagen– ha facilitado mucho las cosas. Por eso nuestra idea es, desde lo pequeño, hacer red, generar sinergias entre las personas, asociaciones e instituciones que están interesadas en la cultura de la imagen y la fotografía contemporánea», comenta Lucio.
«A Pablo le encantaría un espacio tan necesario como este. En la familia estamos muy agradecidos»
«Queremos hacer red desde lo pequeño y generar sinergias con personas e instituciones»
«El espacio está abierto a todos a los que les apasione la fotografía tanto como a Pablo Hojas»
«Cantabria merece un lugar dedicado a la imagen más allá de las acciones de PHotoEspaña»
En este viaje, que comenzó con la inauguración de la exposición temporal '¿Por qué fotografiar?' de Antonio Manzano, se va a aprovechar aquella acertada línea de trabajar por 'cursos', en el periodo comprendido entre octubre y mayo con una especial atención a la formación continua, compaginada con talleres de especialización y aprendizaje en la modalidad maestro-discípulo. También tendrán cabida charlas de autores o diálogos de dos o más contertulios en torno a la obra del fotógrafo invitado, que se llamará PHotoEncuentros. Y, cómo no, la revisión y el estudio de libros que se irán incorporando a la Biblioteca de Casyc PHoto, así como también películas y documentales en torno a la fotografía. Y algunos de los nombres que pasarán por esta aulas ya están anunciados, el próximo día 30, tendrá lugar un encuentro entre los fotorreporteros Celestino Arce, que expone actualmente en el Casyc Up, y Esteban Cobo, para abordar el 'fotoperiodismo en un mundo en caos'. En noviembre se celebrarán encuentros con David Jiménez, –este de la mano de la iniciativa El temporal–, Antonio Manzano (con Javier Vila, el día 14) y Ciuco Gutiérrez (el día 21). «Una de las cosas que nos mueve es la necesidad de mantener en Cantabria un lugar dedicado a la fotografía más allá de las muestras temporales que trae PHotoEspaña», dice Vila.
Y Elena Cuevas, encantada de cómo ha quedado el espacio «que además es muy necesario» y de que el recuerdo de su marido siga presente solo desea larga vida al proyecto que tanto hubiera gustado a Pablo Hojas. «¿Sabes lo que le hubiera encantado? Que la entrada sea por la calle San Celedonio, un lugar muy santanderino y algo alternativo. Tal y cómo él era».
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