«El machismo de la dictadura con las poetas se prolongó en la democracia»

-En 'Recuerdos de sombras' reúne los poemas de doce escritoras 'olvidadas'. ¿Cómo surgió ese proyecto?

-En el año 2007 edité un libro disco que se titula 'Generación del 27' y que incluye únicamente las obras de hombres. Más o menos lo que viene a ser la antología que venía en los libros de textos cuando estudiábamos: Alberti, Vicente Alexandre, Lorca, Cernuda... Se recogían doce temas preciosos y es un trabajo del que estoy muy orgullosa, pero en realidad es un trabajo que quedó cojo porque no aparecían ninguna de las mujeres que, como ellos, formaron parte de aquella generación.

-¿Cómo llega a ellas?

-No fue tan fácil porque hace diez años, que fue cuando empecé a buscarlas, no aparecían ni en Wikipedia. Así que las fui conociendo poquito a poco. Me ayudó mucho el documental 'Las sin sombrero' de Tania Batlló en el que se da muy bien a conocer la historia de estas mujeres y el libro 'Peces en la tierra' de Pepa Merlo. Así que cómo te decía, creí que debía de retomar aquel proyecto del 27, por responsabilidad y porque soy mujer. Pero de verdad que me las vi y me las desee para saber de ellas.

-¿ Y aparte de su literatura qué descubrió de ellas?

-He descubierto que fueron mujeres súperindependientes, cosmopolitas la mayoría de ellas. Mujeres con una gran libertad y unas ansias de vivir que yo envidio, la verdad. Vivieron unos años de oro para la mujer en la cultura. Fueron las primeras mujeres universitarias en España. Son detalles que te hacen descubrir la genialidad de aquellos años de la República que luego destruyó la Guerra Civil y los cuarenta años de dictadura que vinieron después.

-Está claro que no han pasado a formar parte de las antologías, pero en su época, ¿eran conocidas en los ambientes intelectuales?

-Pues ese es el quid. Eran muy admiradas y respetadas y para mí es aún más meritorio porque vivieron en un mundo de hombres, porque la literatura y la intelectualidad era de los hombres y ellas lograron encontrar un lugar porque tenían luz propia y porque muchas estaban educadas igual que ellos y llegaron a superarlos en conocimientos. Por ejemplo, gracias a una de ellas, Elizabeth Mulder, conocemos las traducciones de los grandes autores del siglo XIX, lo que refleja que tenía un conocimiento que era insólito en España.

-¿Y por qué razón no aparecían en los libros de texto?

-Por razones puramente machistas. La dictadura fue muy dura con la mujer a la que se le dejó el papel de estar en casa con la aguja y el dedal y olvidarse de su crecimiento personal e intelectual y así fue cuando se malogra a estas mujeres porque incluso cuando llega la democracia se este machismo se prolonga.

-¿En qué sentido?

-Te voy a poner un ejemplo. Cuando todos estos escritores volvieron del exilio se iba al aeropuerto a buscarlos. En la memoria de muchos de nosotros están las imágenes de Alberti bajando del avión, pero cuando ellas llegaron nadie fue a esperarlas.

-De las doce mujeres a las que dedica este disco algunas son ya conocidas como Carmen Conde, Rosa Chacel o María Zambrano, pero otras como Marina Romero o María Cegarra no lo son tanto. ¿Por qué unas sí y otras no?

-Marina Romero regresó a España en 1970. Había permanecido exiliada en Estados Unidos desde principios de la guerra y no se la conocía en absoluto. Ella vivió un exilio fuera y otro dentro, otras como Carmen Conde, se quedaron en España. Esta fue la primera mujer a la que la Real Academia Española la dio un sillón y por eso su obra pesa más y Rosa Chacel lo mismo. Pero hay muchas más de las que no sabemos ni nombre ni apellido.

-¿Le ha costado mucho poner música a las palabras de estas mujeres?

-No. Cuando estoy leyendo los poemas ya me suelen llevar a un lugar musical y las que no me inspiran, las aparto. Cuando siento ese musicalidad en los poemas luego no me cuesta tanto. Bueno, cuesta algo porque lógicamente no son mis palabras, pero es mí mundo y en él me siento muy a gusto.

-La presentación se tuvo que retrasar por la pandemia.

-Sí el proyecto se iba a presentar en marzo del año pasado ya ha pasado más de un año.

-¿Ese año le ha servido para madurar artísticamente?

-Me he dedicado muchísimo a escribir que es una de las cosas que siempre me ha gustado mucho, pero que nunca encontraba tiempo para hacer.

-Le acompaña a la guitarra Nono García. ¿Había trabajado antes con él?

-No. Nono García es uno de los mejores guitarristas que hay en el Sur. Cuando acabé de componer las canciones e inicié la búsqueda de guitarra ya sabía lo que quería y me fue dificilísimo encontrar. El azar hizo que acabara en Cádiz y lo conociera. Fue un descubrimiento.

-Hemos hablado de que el mundo literario ha sido bastante machista. ¿Ocurre lo mismo con las cantautoras?

-Exactamente lo mismo y yo lo he vivido. Espero que las que estén ahora con veinte o treinta años lo tengan más fácil. Yo me metí en un mundo de hombres que creo que de alguna manera castigan a las mujeres por meterse donde no les llaman. No ha sido nada fácil.