El 'Magnificat' de Rutter, protagonista del concierto solidario del próximo jueves

El Colegio de Economistas de Cantabria ha organizado un concierto solidario a favor de Mensajeros de la Paz, con el que espera recaudar 30.000 euros, y que se celebra el próximo jueves en el Palacio de Festivales. El Coro Lírico de Cantabria, el del Colegio de Economistas y la Orquesta Sinfónica de Burgos interpretarán por primera vez en Cantabria el 'Magnificat' del compositor británico John Rutter. En la dirección estará la cántabra Paula Sumillera. Además de esta pieza, de contenido religioso y estrenada en 1990 en Estados Unidos, los coros representarán también la Sinfonía en Do Mayor de Mozart.

El decano del colegio de Economistas, Fernando García, presentó ayer el concierto acompañado por la directora musical del evento, Paula Sumillera; y el director del Palacio de Festivales, Ángel López, quien recordó que quedan ya pocas entradas a la venta. El concierto tendrá lugar en la Sala Argenta, que tiene un aforo de 1.550 localidades, aunque ya se han se han vendido aproximadamente 1.000 en el Colegio de Economistas y 300 en el Palacio, con un precio que oscila entre los 10 y los 20 euros. García Andrés indicó que el Colegio de Economistas ha elegido Mensajeros de la Paz como beneficiaria de este concierto solidario porque esta organización, además de desarrollar una labor tanto a nivel nacional como internacional, tiene también un marcado carácter «localista» y actúa en Cantabria. Así, entre los proyectos que tiene en la región está la residencia de la Tercera Edad de Molledo-Portolín, la recién inaugurada de Valdáliga o la que abrirá próximamente en Suances. Además de a las personas mayores, la organización proporciona asilo a otros sectores desfavorecidos como niños en situación de abandono, mujeres víctimas de violencia de género o personas con discapacidad física y psíquica. El decano del colegio insistió en que tras el concierto se realizará una auditoría para dar cuenta del gasto, la recaudación y la cantidad que se destinará finalmente a Mensajeros de la Paz tanto a los colaboradores como a la treintena de patrocinadores que han realizado aportaciones económicas. «Es lo menos que podemos hacer para garantizar la transparencia», dijo.

Paula Sumillera, por su parte, explicó ayer las características de un concierto que supone el estreno, en Santander, del 'Magnificat' de Rutter. «Es música contemporánea escrita a finales del siglo XX y muy escuchable. Está llena de alegría, de luz y de color», indicó. La directora cántabra invitó a todo tipo de público a acudir al concierto, ya que cada movimiento es «sorprendente y diferente al anterior, lo que contribuye a no aburrir a aquellos que no están acostumbrados a escuchar este tipo de música».

Recordó que se trata de una pieza completa a nivel técnica, «muy bonita» e «interesante». Sobre el escenario, estará acompañada por el Coro del Colegio de Economistas, el Coro Lírico de Cantabria y la Orquesta Sinfónica de Burgos. Junto a ellos cantará la soprano Elena Herrero Navamuel, profesora superior de Canto por el Conservatorio de Oviedo y titulada profesional de piano por el Conservatorio Jesús de Monasterio de Santander.

El programa que se presenta se completa con la Sinfonía en Do Mayor de Mozart. El clasicismo vienés y la música contemporánea se mezclan durante los noventa minutos del concierto. La sinfonía número 36 de Mozart es una muestra de la facilidad creadora del salzburgués. Se trata de una obra escrita en apenas unos días de 1783 cuando su autor, que viajaba a su ciudad natal, se detuvo en Linz acogido por la hospitalidad del conde Thun. Para agradecer tanto agasajo, le invitó a un concierto suyo y como no tenía nada escrito, compuso rápidamente esta sinfonía de gran perfección formal. Comienza con un Adagio a lo Haydn y sigue un Allegro pleno de vida y variedad temática. A continuación un Andante y el final es uno de los movimientos más espirituales de Mozart.

En la segunda parte se escuchará por primera vez en Santander el 'Magnificat' de Rutter, un compositor que ha prestado especial atención a la música religiosa. Es una obra grandiosa e intensa que va más allá de la oración para sumergirse en el color y el ritmo de las fiestas populares.

Por su parte, el director del Palacio explicó que la representación de una pieza como 'Magnificat' es un «gran reto artístico» y un «ambicioso proyecto cultural» por las dificultades técnicas y organizativas.