Marcos-Ricardo Barnatán reúne en 'Ritual' sus últimos cuatro años de creación poética

«Desde mi cama veo/ cómo la noche ilumina las mansardas de París./Tras mi empañado ventanal se dibujan los cerrados blancos postigos,/ los abiertos balcones y a lo lejos el intermitente multicolor/de un árbol de Navidad./La noche se multiplica en el corazón de la noche/ y con su precoz oscuridad agranda mi solitario cuerpo/postrado a sus pies». Estos versos alumbran el punto de partida de 'Ritual', un poemario que recoge una selecta huella de su creación de los últimos cuatro años.

Marcos-Ricardo Barnatán (Buenos Aires, 1946) aquel joven que llegó a España con 18 años y se integró en la generación de los novísimos; el autor de la biografía canónica de Borges; el narrador de 'El laberinto de Sión', 'Gor' (1973), 'Diano' (1982), y 'Con la frente marchita' (1989), vuelve desde hoy a las librerías con 'Ritual', su tercer título publicado por Visor, histórico sello de la poesía, principalmente en español.

Los de su nuevo libro se postulan como poemas «intensos, surgidos de momentos y situaciones a su vez especialmente intensas». Poemas, también, «necesarios, en los que la madurez del poeta aparece en toda su crudeza y sabiduría, con una honda sinceridad pero con todos los temas y recursos que recorren su obra poética».

Los versos citados son parte del poema 'Cahier Cochin' que abre su nuevo libro, «una suerte de exorcismo escrito» que nació de su experiencia en el Hospital Cochin de París, en diciembre de 2009. En el origen está una crisis cardiorespiratoria que sufrió el poeta tras almorzar en el café La Rotonde de París. «Salimos en un taxi salvador y rugiente/ mecánica huida por las anchas avenidas/ que sin paradas llevan al destino que es salida/al descifrado aeropuerto más lejano./ El ruido del motor borra el latido».

En los últimos años se reeditó el poemario 'El libro de David Jerusalem y otros poemas' (Ars Poética) y su imprescindible 'Antología de la Beat Generation' (Chamán Ediciones), además de recopilar sus cuentos completos en 'Que alguien escriba su verdadero nombre' (Zenócrate), en la geografía literaria latinoamericana.

Con un tono «manifiesta o tácitamente elegíaco, donde la memoria y la nostalgia de lo perdido juegan un papel central», en 'Ritual' hay sin embargo «todo el peso del presente y el incierto futuro anclando el poema al momento en que se da». Pero la poesía, dicta el autor argentino-santanderino, «surge cuando el lenguaje abre los huecos necesarios, rompe la línea de los hechos, convoca el misterio».

Y como se subraya desde Visor en 'Ritual' «encontraremos al Barnatán críptico y sus referencias, judías y literarias; a su presunta ruptura de géneros, cuando lleva con toda intención el poema a la prosa casi desnuda; a las acumulaciones que van convocando intensidades poéticas; al lenguaje exquisitamente preciso».

El ensayista, el ojo crítico del arte, mantiene su latido poético que ha dejado en el tiempo huellas imprescindibles. En el propio sello de Chus Visor asomó 'El oráculo invocado', donde reunió más de veinte años de creación.

El también novelista y traductor entrecruzó la tradición castellana y las literaturas europeas en sus tendencias más cosmopolitas. Una poesía sembrada más tarde con libros como 'El techo del templo' y 'Consulado general'. En su trayectoria afloran los iconos literarios de la modernidad, de Pessoa a Celan, Borges siempre. La conflictiva relación entre la literatura y la memoria, entre la poesía y la propia vida. Y el sentido místico y humano de algunos textos cabalísticos.

El autor de 'Arcana mayor', compañero de vida de la escritora y periodista, la santanderina Rosa Pereda, y padre del músico y literato poliédrico, Jimmy Barnatán, prologó recientemente bajo el epígrafe 'El que viaja en el aire', el nuevo libro de haikus del poeta Juan Antonio González Fuentes.

Marcos-Ricardo Barnatán en esa mixtura de lo literario y la experiencia ya publicó en la editorial cántabra El Desvelo un libro significativo: 'Errante en la sombra', una miscelánea de relatos donde entremezcló la ficción y lo biográfico, en los que dio repaso a los miedos de la infancia, sus orígenes sefardís, los veranos en familia y referencias a Kant y Kafka.

No obstante, pese a recurrir a todos los géneros, el autor de 'Ritual' ha mantenido un idilio íntimo y compartido con la poesía, como certificó en su Antología de la Beat Generation, que vio la luz en 1970: La primera vez en la que pudo leerse en español a Corso y a Ginsberg. En su prólogo, Barnatán escribió una declaración de principios hoy igualmente viva: «Todos los tiempos, todas las épocas y todas las latitudes del planeta han tenido poetas, esa raza condenada a acompañar al hombre eternamente, guiándolo, recordándole, deslumbrándolo a veces».