María Oruña: «Estamos acostumbrados a que los malos del cuento siempre son los demás»

El 21 de septiembre de 2015 en el Ateneo se dieron cita un buen número de lectores que este miércoles se multiplicaron hasta tal punto que muchos de ellos no pudieron acceder a la sala y guardaron fila hasta que terminó su presentación para volver a casa con el libro firmado tal y como les prometió la autora.

Con esta presentación, en un acto organizado por el Aula de Cultura de El Diario Montañés, María Oruña inicia la promoción nacional de una novela cuya trama se desarrolla en el Balneario de Puente Viesgo. «Es una pena, va a morir mucha gente en ese lugar», comenzó la autora en tono jocoso durante un acto en el que dio rienda suelta a un gran sentido del humor durante el diálogo –un juego de preguntas más bien– que mantuvo con el crítico literario Javier Menéndez Llamazares y el presidente de Editorial Cantabria, Luis Revenga. Y ese juego – «travesura» como llegó a definirlo– en el que Menéndez Llamazares le planteaba una cuestión siguiendo el orden del alfabeto, el público descubrió una autora que profesa un gran amor por Suances, donde veranea y que, según dijo, «es el origen de todo» un gran respeto por los libreros y los lectores: « Mi objetivo es que ellos hagan un buen viaje con mis historias e intento que sean lo más coherentes posibles para que disfruten con ellas».

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En este nuevo viaje, sus seguidores que ya pasan del millón, se van encontrar con un asesinato múltiple que les va a hacer plantearse muchas cuestiones: «¿Qué es la inocencia? ¿Es lícito matar por algo que crees que es moralmente justo?» Estas son algunas de las preguntas que se suscitan de esta historia en la que, apuntó, nos daremos cuenta de que los villanos justifican sus actos, «pero también los inocentes lo hacen porque estamos acostumbrados a pensar que los malos del cuento son los demás y deberíamos cambiar de perspectiva».

Para contar esta historia Oruña se ha documentado con forenses, –una de las personas a las que más consulta es Pilar Guillén, del Instituto de Medicina Legal de Santander– y miembros de la UCO porque si algo le gustaría que fuese marca de su literatura es que, «aunque todo lo que cuento es ficción, la gracia está en que podría llegar a pasar». Y ya tiene otra historia en mente, de la que no quiere adelantar nada, aunque pudiera ser que «sea muy muy diferente», dijo juguetona.