César Pérez Gellida
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César Pérez Gellida
No es la primera vez que César Pérez Gellida (Valladolid, 1974) llega a Santander para presentar alguna de sus novelas, y lleva 14, pero sí es la primera vez que lo hace como Premio Nadal, un galardón que recibió el pasado 5 de enero por ' ... Bajo Tierra seca' (Destino). De ella y de la terrible historia que cuenta, la de Antonia Monterroso, una asesina en serie en un entorno rural, hablará este jueves en el Ateneo, en un nuevo acto organizado por el Aula de Cultural de El Diario Montañés.
-Hace tres meses que ganó el Premio Nadal y lleva más de uno de promoción, ¿cómo va?
-Muy bien. Compruebo en todos los sitios a los que voy que hay más gente en las presentaciones, sobre todo de gente que no me conocía antes y eso es porque el Premio Nadal conlleva un tipo de público que antes no había leído a César Pérez Gellida. Así que estoy encantado de la vida.
-'Bajo tierra seca' está basada en una asesina real, Belle Gunnes, que fue muy conocida en Estados Unidos. ¿Qué fue lo que le llevó a retomar esta historia?
-Para mí, lo principal de la historia de Belle Gunnes no es que se convirtiera en una de las mayores asesinas en serie de la Historia, ni su elevado número de víctimas sino la motivación que le llevó a matar. Y lo que me llamó la atención es poder ficcionar acerca de qué es lo que lleva a una mujer a convertirse en un monstruo. Así que lo que hago con el caso de Belle Gunnes es españolizarlo, hacerlo mío y buscar unas condiciones muy similares a las que ella se encontró cuando llegó al Norte de Indiana, extensiones latifundistas en un entorno muy rural y con muchas dificultades, y que tras una gran búsqueda encontré en Extremadura.
-La novela, a parte de recordar los crímenes tan sangrientos que lleva a cabo la protagonista, ¿tiene algún mensaje para el lector?
-Cuando escribo no tengo pretensiones más allá de enganchar al lector, conseguir que empatice con los personajes y que viva la historia en primera persona, que disfrute mucho durante las horas que va a pasar con el libro en las manos. Luego ya las lecturas que hagan cada uno bienvenidas sean.
-Su primera intención fue hacer de esta historia un guion audiovisual aunque luego acabó convertido en novela. ¿Tiene pensado retomar su idea inicial?
- Mi idea era escribir un guion y cuando estaba escaletando el tercer capítulo me di cuenta de que por sus características un guion es un formato bastante cerrado y poco dado a la improvisación. Asi que decidí dar marcha atrás, escribir la novela y cuando la terminé, retomé los guiones. Escritos están. Hay conversaciones con alguna productora y la esperanza de que algún día lleguen al formato audiovisual, pero ahora mismo no es mi prioridad porque estoy muy centrado en que la novela llegue a todos los hogares posibles.
-Y hablando de proyectos audiovisuales tenemos que recordar el éxito que tuvo la serie 'Memento mori', basada en una de las entregas de su trilogía 'Versos, canciones y trocitos de carne'. ¿Contento del resultado?
-Supercontento. Estuvo en el top 1 de Amazon Prime durante 13 semanas, con unas críticas muy buenas. La verdad es que me siento muy orgulloso porque fui muy participe de todo el proceso, sobre todo de la fase de escritura que es lo que a mí me toca.
-¿Y habrá una segunda parte?
-Eso es algo que no te puedo contar. En estas cosas es la plataforma, en este caso Amazon Prime, la encargada de hacer esos anuncios.
-Volvamos a 'Bajo tierra seca'. Hasta ahora sus asesinos han sido siempre hombres. Como escritor, ¿le ha costado mucho meterse en la piel de esta mujer?
-Es un papel muy complicado porque la labor de los escritores en la creación de los personajes es, fundamentalmente, la interpretación y al final tienes que dejar un espacio en tu cabeza para que entren personajes con los que convives muchas horas al día. En el caso de Antonia Monterroso, no solo por el hecho de ser mujer, que por razones obvias es más difícil para mí, ha sido complicado por el hecho de ser aséptico y no dejar mi propia huella como autor. He tenido que dejar que respirara, que creciera en mi cabeza y posiblemente uno de los más complicados que he escrito.
-Lleva 14 novelas matando. ¿No está cansado ya de tanta sangre?
-A mí lo que más me gusta de este oficio es que puedo divertirme escribiendo este tipo de historias que al final requieren muchas horas delante del teclado. El género que más me gusta es el thriller negro criminal. Es donde me encuentro más a gusto, me divierto y además en el que consigo los dos propósitos que más me interesan que son: incomodar al lector y engañarle, entendido esto en buena lid. Con las cartas boca arriba y dejándole que participe en todo momento. Sin duda es el género en el que más cómodo me siento y donde más divierto y, si no hay muertos, en este tipo de novelas ya me dirás...
-En la primera edición del Premio Nadal se presentaron 26 manuscritos, y en la que ganó usted un total de 824. ¿Qué le llevo a usted a enviar el suyo?
-Lo que en realidad me llena de orgullo es que mi nombre forme parte de una lista en la que hay escritores y escritoras que han marcado la historia de literatura en nuestro país, como pueden ser Miguel Delibes, Francisco Umbral, Carmen Martín Gaite o Rafael Sánchez Ferlosio... Hay un listado de nombres en el que ahora ha entrado el mío y eso es un motivo de orgullo muy difícil de procesar la verdad.
-Y en ese listado está Carmen Laforet, la primera ganadora. ¿Cuando leyó 'Nada' y qué opinión le merece?
-Pues creo que la primera vez que la leí tenía 19 o 20 años y tengo que reconocer que me impactó muchísimo. Es una novela que ha envejecido muy bien. Muy actual y que recomiendo siempre que alguien me pide un listado de lecturas. Me sorprende que muchos lectores no hayan pasado por ella.
-¿Es cierto eso de que escribe con el ruido de un secador de fondo?
-Sí (ríe) Absolutamente cierto y lo llevo haciendo desde antes de ser escritor. Es un ruido blanco y continuo que hace que consiga aislarme, concentrarme y que me ayuda a relajarme, a conectar con la historia y con los personajes. Es una manía, si quieres llamarlo así.
-¿Alguna otra?
-No sé si se puede llamar manía pero me levanto entre las cuatro y cinco de la mañana para escribir y sin necesidad de usar despertador y esas primeras horas de la mañana hasta que salgo a hacer algo de deporte para mí son las mejores y como tengo muy fresca la escena porque me he dormido pensando en ella... Creo que es un buen método que no voy a cambiar.
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