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Un libro de memorias con la mirada fijada en el noray de la infancia. Un libro de cocina con sabor a hogar y a crónica epistolar. Un libro que alberga el viejo y el nuevo cómic en una novela gráfica que reformula el imaginario colectivo. ... Y un libro donde la fotografía y la poesía se funden en un territorio común pero diverso sobre la condición humana. Son las cuatro publicaciones que, durante las próxima semanas, en paralelo a la celebración del libro y la lectura y las dos Ferias que acogerán Santander y Torrelavega, asomarán de la mano de la veterana editorial cántabra Valnera. Un proyecto que prosigue en el empeño de afrontar la ardua tarea de mantener una labor editorial, incansable en unos tiempos poco propicios para la cultura y el libro en particular.
Entre las novedades destaca la publicación de 'Domicilio familiar', del escritor y político cántabro Joaquín Leguina, título que ve la luz en la Colección Valnera Literaria. Aunque se concibe como un libro de memorias (con más entregas en perspectiva), el expresidente de la Comunidad de Madrid y autor de novelas como 'Tu nombre envenena mis sueños' no desgrana en sus páginas remembranzas de su fecunda trayectoria política, sino que efectúa un ejercicio literario «para recuperar la infancia y reencontrarse con una etapa en la que aún el mundo no era un lugar inhóspito». El resultado es un «viaje sentimental por la niñez, la adolescencia y la juventud» para recobrar «la banda sonora de la memoria» y el entorno familiar en el que desarrolló «eso que llaman el carácter, que, según dicen, una vez conformado ya no cambia».
Cartas a una joven cocinera Juan Angulo. 112 páginas. 15 euros. Cuarenta y dos cartas.
Lobomalo Fran Mengual. Valnera Gráfica y Evolution Cómics (Panini). 144 páginas. 24 euros. Tapa dura. Premio de Novela Gráfica del Gobierno 2019.
Principios de incertidumbre Santiago Sagredo. Sobre 160 páginas. Tapa dura. Colección de ciento dos fotografías.
Domicilio familiar Joaquín Leguina. 192 páginas. 18 euros. Memorias de infancia.
En la forja de su carácter tuvo gran importancia la pérdida de la madre a una edad demasiado temprana para ella y para el niño que Joaquín era entonces, lo que le lleva a confesar que no fue un niño feliz porque, aunque nunca le faltó el calor de la familia ni la mirada atenta de los mayores más cercanos, aquel brutal mazazo torció su vida: «Por eso difícilmente puede decirse de mí que fui un hijo único y mimado; al contrario, creo que desde mi infancia he sentido que un golpe de fortuna te puede convertir de por vida en un perro apaleado».
Nancy Huston dice que «a cualquier recuerdo hay que hacerle una visita de vez en cuando. Hay que alimentarlo, sacarlo a pasear, mostrarlo, hablar con él... sin eso, el recuerdo se pierde». La que realiza el autor a sus recuerdos cautiva por su estilo «directo, sincero y valiente, y por su tono de contenida melancolía».
Antes Valnera, bajo la batuta de Jesús Herrán, Ángeles Gala y José Ramón Sánchez, abrirá este mes de novedades con un libro singular que permite un acercamiento diferente a la cocina y las tendencias dominantes. Juan Angulo, quien se define como poeta, 'restaurantero' y sumiller, y se declara un defensor de la que llama «'baja cocina', esa de toda la vida, pasada de moda, pero llena de sentido común', publica 'Cartas a una joven cocinera' tras treinta y cuatro años de trayectoria. Son cuarenta y dos cartas de una crítica gastronómica enviadas a su amante, una joven cocinera. Pretenden poner algo de sentido común en el mundo de la «alta cocina, que de tanto utilizar el nitrógeno puede írsenos de la mano como un globo de feria». Escritas con tono comedido, cada reflexión da mucho que pensar. Son auténticas sentencias. «Tienen la ligereza de un goteo, pero también la perseverancia y la fuerza constante del agua. Son juicios que van calando en el lector, quien, al final del libro, tiene la sensación de que puede salir estrellado de más de un lugar de esos que tienen muchas estrellas». En ese sentido puede considerarse como «una guía para que los comensales aprendan a discernir entre la verdadera cocina y la que se basa en trampantojos».
La tercera novedad atañe a un género en auge, antes menospreciado y escasamente atendido: la novela gráfica 'Lobomalo', de Fran Mengual, aparece a través de Valnera Gráfica con la colaboración de Evolution Cómics (Panini) donde viera la luz el 'Moby Dick' de José Ramón Sánchez. Premio de Novela Gráfica del Gobierno de Cantabria 2019 la obra en palabras de Yexus, escritor y colaborador de este periódico, es una «brillante reformulación del imaginario común que juega desde el mismo título con una serie de tópicos asumidos por el lector para manipularlos a su antojo, de manera muy lúcida y no exenta de ironía».
Obra de cuidadosa construcción y aparente sencillez, 'Lobomalo' es una historia de protagonismo colectivo que acude a personajes icónicos del acervo popular para mostrar la verdadera esencia de sus perturbadoras implicaciones. El entorno rural que conforma el escenario constituye un universo cerrado y asfixiante, poblado por esperpénticos individuos de expresividad desatada. Es un mundo con la violencia a flor de piel, marcado por la superstición, los prejuicios y los temores ancestrales, que se verá alterado irremediablemente por la presencia del oscuro lobo. Yexus apunta que Mengual aborda una obra en la que «aunque no todo es lo que parece en este relato dibujado con un trazo sintético y elegante, cuya envolvente narrativa atrapa desde la primera página. Porque la fuerza de la imagen procura un espectáculo visual donde las miradas, los silencios, los símbolos y la puesta en escena son tan elocuentes o más que las palabras». Y alude también al color, «puro y energético, que matiza las emociones y el paso del tiempo en una obra que requiere la colaboración del espectador para completar el inquietante puzle».
Finalmente, bajo el epígrafe 'Principios de incertidumbre' Valnera revela las posibilidades de una ecuación de imagen y palabra a través de un álbum que lleva el sello de la fotografía de Santiago Sagredo. Una colección de ciento dos fotografías -100 en color y dos en blanco y negro- que recogen «distintos comportamientos del ser humano en todas las latitudes, marcados por la incertidumbre de la 'precisión arbitraria'». A las imágenes se suman los textos de poetas como Ana de la Robla, Fernando Abascal y Lorenzo Oliván.
Sagredo (Burgos, 1957) sostiene que «la memoria y la huella del tiempo es consustancial a la fotografía, pero también lo es interpretar y reinventar la realidad». Utiliza su mirada como amplificadora de emociones y como vía de conocimiento y comunicación y así lo ha plasmado en todas sus exposiciones individuales y colectivas.
Sagredo, afincado en Cantabria desde hace casi treinta años, donde ha desarrollado la mayor parte de su sólida trayectoria, distinguida ya con varios galardones, es autor de libros como 'Santander en la línea del Mar' y numerosas creaciones destinadas a la Red. Su obra está presente en colecciones públicas y privadas y está vinculado al festival PHotoEspaña.
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