El metateatro de Lope o el 'Hamlet' patrio

Junto con 'Hamlet', de Shakespeare, y 'El impromptu de Versalles', de Molière, 'Lo fingido verdadero' construye una fascinante trilogía sobre el teatro dentro del teatro en el siglo XVII. Una tragicomedia de temática metateatral que cuenta el viaje espiritual del actor Ginés desde lo fingido a lo verdadero.

En la obra, Lope de Vega traslada al espectador a la segunda mitad del siglo II d.C., donde asistirá a una vertiginosa sucesión de emperadores romanos. El césar Aurelio Caro, el lascivo Carino, Diocleciano, Maximiano... A estos hechos históricos les superpone el relato de la vida de Ginés, actor y director de una compañía de cómicos.

«Convertir aquello que se finge en verdad, este ha sido y es el propósito del teatro desde sus orígenes y lo es porque sin esa capacidad de crear realidades que pueden observar, superar y trascender a la propia realidad, el teatro perdería una de sus atribuciones más fascinantes, permitirnos ver aquello invisible: emociones y almas humanas», aseguró Lluís Homar, director de la compañía y de la obra, el pasado mes de enero, con motivo del estreno de la producción en el Teatro de La Comedia de Madrid.

La obra que está de gira ahora por toda España recala en Santander con un elenco encabezado por Israel Elejalde, que interpreta a Ginés, y por Aisa Pérez, Arturo Querejeta y María Besant. Además de Silvia Acosta, Montse Díez, Miguel Huertas, José Ramón Iglesias, Ignacio Jiménez, Álvaro de Juan, Jorge Merino, Aisa Pérez, Paco Pozo, Verónica Ronda y Eva Trancón. Entre todos representan a los 30 personajes de la propuesta escénica.

'Lo fingido verdadero' es un tríptico que se desarrolla en tres actos, cada uno de ellos correspondiente a un género teatral diferente. «Lope construyó tres comedias en una. La primera jornada es una drama histórico de descarnada y absurda lucha por el poder, un drama metateatral -que es la segunda jornada- y una comedia de santos en la tercera jornada», explica Homar. Asimismo, ha recordado que cuando se estrenó en 1608 la importancia radicaba en el texto y no en la escenografía ni en el vestuario. «Era como darle absolutamente protagonismo al texto y al trabajo de los actores y las actrices para encarnar y dar voz al texto. Y esto ha sido lo que nos hemos propuesto», afirmó.

Ellinor D'Melon nació de padres cubanos en Jamaica y comenzó a aprender el violín a la edad de dos años. Hoy tiene diecinueve, pero «a pesar de su edad, es una de esas raras intérpretes que da la impresión de que su dominio, tanto técnico como musical, es total», según dijo de ella Michael Dervan, en 'The Irish Times'.

La violinista protagonizará la velada del próximo jueves en la Sala Pereda, con un violín muy especial, un Giovanni Baptista Guadagnini de 1743 que, tal y como destacan desde el Palacio de Festivales, «es un amable préstamo de un donante anónimo de Londres».

Desde el año 2001 Ellinor estudia en la Escuela Superior de Música Reina Sofía con el profesor Zakhar Bron, que tantas veces ha estado en el Encuentro de Música y Academia que el centro celebra en Santander. En lo que respecta a sus interpretaciones, la joven, actúa cada vez más en todo el mundo con las principales orquestas, como la Orquesta Sinfónica Nacional RTÉ, la Orquesta Sinfónica Gävle, la Orquesta del Teatro Mariinsky, la Filarmónica de San Petersburgo, los Virtuosos de Moscú, la Orquesta de Cadaqués, la Real Filharmonía de Galicia, la Orquesta Sinfónica de Navarra y la Filarmónica de Sofía.

Su creciente lista de colaboradores incluye a maestros de la talla de Zubin Mehta, Vladimir Spivakov, el cántabro Jaime Martín, Michail Jurowski, James Feddeck y Jan Latham Koenig, entre otros.